ETF sostenibles: los inversores se van a los extremos

Contradicción, oposición, Sostenible, IRS
Paweł Czerwiński, Unsplash

En el ámbito de las soluciones de inversión sostenible en ETF se está produciendo una evolución curiosa respecto al gusto de los inversores.

“Las gamas más restrictivas, las que podríamos denominar estrategias ISR, son las que están captando más volumen”. Y el segundo nicho que está captando mayores flujos es el menos restrictivo”, explica Luis González, coordinador de sostenibilidad en selección de fondos y ETF de BBVA Quality Funds, en un desayuno organizado por FundsPeople y patrocinado por UBS AM. Se trataría de una especie de estrategia barbell en la que el inversor se va a los extremos, “lo que no significa que todo lo que queda en el medio no tenga demanda, pero tiene menos”.

¿Y por qué optan en el caso de Quality Funds? Al tratarse de una plataforma que da servicio a distintas unidades del banco (seguros, pensiones, fondos de fondos, banca privada...), “nosotros tratamos de poner la diversidad de productos que existe a disposición de todas ellas para que dependiendo de sus perspectivas y de cómo quieran implementar la sostenibilidad lo puedan hacer”, cuenta Luis González.

También reflexiona sobre los nuevos índices Climate Transition (CTB) y Paris-Aligned (PAB) que se han comenzado a lanzar. Reconoce que a día de hoy los flujos que atraen son bajos. Pero asegura que “si los grandes inversores institucionales deciden utilizarlos como asset allocation estratégico despegarán”. Distingue entre ambos índices, y destaca que lo bueno de los CTB es que, como su nombre indica, ayudan a la transición: “Este benchmark no excluye per sé a sectores contaminantes, sino que anima a las compañías altamente contaminantes a mejorar para que puedan entrar en estos índices”. Otra cosa son los PAB, “que tienen un objetivo más ambicioso y sí que establece exclusiones per sé”.

Miguel Benítez, selector sénior de fondos de Bankia AM, da una explicación a ese comportamiento barbell de los inversores: “El que las estrategias más y menos restrictivas sean las preferidas por los inversores podría deberse a que hay mucha demanda nueva de sostenibilidad, y las compañías o gestores que están empezando a dar sus primeros pasos en este ámbito quizá no opten al principio por las soluciones más restrictivas porque no tienen la experiencia necesaria”. 

En Bankia AM dan soporte de selección a fondos de fondos, fondos de pensiones y sicavs, y en este caso, según explica Miguel Benítez, trabajan haciendo listas: “Tenemos catorce categorías generales (renta variable emergente, renta variable europea, renta fija a corto plazo...) que se dividen en subcategorías y lo que hacemos es intentar encontrar los ETF sostenibles que mejor rendimiento pueden dar y que, además, tengan ese enfoque ASG para que las diferentes unidades de la compañía puedan invertir”. Pero no todo vale. 

Por ejemplo, no pueden invertir en fondos y ETF que tengan menos de un determinado patrimonio. Por este motivo, considera muy positivo que se esté produciendo un incremento de flujos hacia estas soluciones (45.000 millones de euros en entradas en ETF sostenibles en 2020): “Nos facilita la labor a los que tenemos ese problema de volumen del producto en el que quieres invertir”. 

“Nosotros intentamos hacer nuestros productos internamente, pero cada vez necesitamos más volumen, y a veces es mejor utilizar ETF que carteras. Es en ese sentido en el que estamos analizando los ETF sostenibles”, cuenta Óscar del Diego, director de Inversiones de Ibercaja Gestión. De la evolución de los flujos hacia estas soluciones le llama la atención que entre las que más captan se encuentren las que menos tracking error tienen. Coincide en que “eso se debe a la demanda de nuevos inversores que quiere darle un sesgo ISR a la cartera, pero que no quieren separarse mucho de sus índices de referencia tradicionales, no quieren aumentar mucho su tracking error”.

Destaca, además, otro aspecto: “La entrada de flujos a las estrategias ASG hace que estas compañías estén más caras. Por eso nosotros intentamos hacer nuestros productos a nuestra manera, para intentar evitar esos puntos en los que el mercado está con unos niveles de valoración muy exigentes”. Hace hincapié en el hecho de que muchos ETF y carteras de las que recomiendan las casas de inversión cuentan con las mismas empresas entre sus primeras posiciones, “y son compañías muy pequeñas, lo que provoca que haya muchos flujos hacia ellas y que suban”. Dicho esto, está convencido de que “el flujo va a seguir, que la tendencia va a seguir y que va a seguir influyendo en el mercado; es una tendencia imparable”. 

Emilio Barberá, gestor de fondos ASG de Bankinter Gestión de Activos, cuenta que a la hora de seleccionar ETF priorizan las estrategias geográficas y, por otro lado, “cada vez tenemos más interés por los productos temáticos y, por tanto, aquellos ETF que tienen dentro un componente temático resultan también de utilidad para los productos que gestionamos”.

Además, Emilio Barberá considera muy positivo el incremento de la oferta de ETF de deuda: “En la medida en que los criterios ASG se extienden desde los fondos puros de renta variable hacia otros, como los fondos mixtos, la llegada de producto al ámbito de la renta fija es muy bienvenida. Se hará un uso creciente en la medida en que vaya creciendo esa oferta de producto, algo que está ocurriendo de forma muy rápida”. Destaca también que la integración de criterios ASG se está aplicando tanto a fondos de inversión como a fondos de pensiones.

Efectivamente, hoy por hoy, los flujos se dirigen fundamentalmente a ETF sostenibles de renta variable (en 2020 en torno al 80% entraban en renta variable y un 20% en renta fija). Pero las cosas poco a poco van cambiando. Nina Petrini, responsable de ETF para Iberia en UBS AM, corrobora que la demanda en la parte de renta variable fue el año pasado muy elevada: “El dinero atrae dinero, los flujos atraen flujos, sobre todo cuando uno ve los buenos resultados obtenidos”. Pero también explica que “últimamente hemos visto mucho interés en toda nuestra oferta de renta fija de ASG, sobre todo en deuda emergente e investment grade”. “Otra exposición que está cogiendo bastante fuerza en demanda es nuestro ETF de ASG de China”, añade.

Nina Petrini hizo referencia también a los motores del crecimiento de la inversión sostenible, entre ellos, el impulso dado por los gobernantes, los policy makers, a la integración del cambio climático. “Estamos usando cada vez más los datos de emisión de carbono para completar la visión sostenible con los demás filtros ambientales, sociales y de gobernanza ya en uso. El cambio en las preferencias de los inversores es obvio, y por eso hemos ajustado y mejorado nuestra oferta de ETF socialmente responsables. Hemos adaptado los nuevos índices de referencia, incorporando nuevos filtros de clima, excluyendo los mayores emisores, todo ello con el objetivo de anticipar el mercado sostenible futuro”.

Recuerda que UBS AM hace en este 2021 una década desde el lanzamiento de su primer ETF ASG, y a día de hoy más del 25% de los activos bajo gestión en ETF son sostenibles. “Yo creo que eso es un récord. Vamos a seguir desarrollando ese segmento de nuestro negocio porque intentamos predicar con el ejemplo y, sobre todo, porque hemos visto que replicando físicamente todos nuestros ETF sostenibles, utilizando un engagement y un stewardship realmente intenso y propio, conseguimos dar soluciones muy completas desde el punto de vista de inversiones socialmente responsables”.