Evaluar la calidad de la democracia, la receta de Lyxor y Capricorn para abordar la renta variable emergente

Damon_pic
Foto cedida

Después de la llegada a España de Winton Capital Management, Canyon Capital Advisors, Tiedmann Investment Group, Lyxor ARMA y Lyxor Epsilon Global Trend Fund  a través de la plataforma UCITS alternativa de Lyxor AM, la gestora francesa da otra vuelta de tuerca a su oferta a la disposición del inversor español con el lanzamiento del Lyxor Capricorn GEM Strategy Fund, en asociación con la firma sudafricana Capricorn Capital Partners

Se trata de un producto long/short de renta variable emergente cuya cartera está compuesta por entre 60 y 80 valores, de los cuales dos tercios de las estrategias son largas, y todas las divisas están cubiertas a dólares. Para garantizar buenos niveles de liquidez, las inversiones se concentran en las compañías con mayor capitalización de cada mercado (generalmente entre 5.000 y 10.000 millones de dólares). Para vigilar los niveles de volatilidad, antes de comprar un valor los gestores monitorizan primero sus niveles de volatilidad y controlan los riesgos, aunque también pueden comprar protección frente a caídas del mercado, lo que aporta flexibilidad a la cartera. 

Sin embargo, el fondo no sólo tiene en cuenta para invertir los fundamentales de las compañías, pues también aborda la calidad de la democracia de los países donde desarrollan su negocio. Damon Hoff, fundador de Capricorn y director de inversiones de la firma, se encarga de explicar la filosofía del fondo. Para ello, primero recurre a algunas lecciones de historia: “La base de nuestra experiencia parte de cuando Nelson Mandela fue liberado. El país consiguió libertad política, pero no libertad económica. Sudáfrica ha vivido una transformación social, que hemos detectado a partir de la observación de la evolución de la clase media”. A partir de ahí, en Capricorn empezaron a preguntarse si Sudáfrica tiene características particulares que definan su economía o si, por el contrario, se podía crear un modelo extrapolable a otras naciones en vías de desarrollo en situaciones similares.   

El Lyxor Capricorn GEM Strategy Fund es el resultado de estas reflexiones. La estrategia toma como referencia el primer hedge fund que lanzó Capricorn en 2003, que invertía en el mercado sudafricano, y de hecho el país puede pesar hasta un 50% de la cartera, aunque Hoff aclara que actualmente la exposición es inferior. El experto explica que el modelo desarrollado por su firma tiene en cuenta entre estas características (a las que se refieren como “detonantes”) la independencia del banco central y del Tesoro del país, la distribución de fuerzas políticas en los parlamentos o la demografía…  “Si un país puede hacer las mismas cosas y evitar los mismos problemas de forma consistente, invertimos”, resume Hoff. 

“Capricorn tiene que ver con una historia”

Dado este modelo, resulta clave entender el proceso de due dilligence que están detrás de las inversiones de este fondo, seleccionadas a través de un proceso bottom up.  “Capricorn tiene que ver con una historia”, relata su director de inversiones. Éste asegura que es “crucial” comprender las historias que se están viviendo en los países en vías de industrialización. “Creemos que hemos nacido en el mejor momento. El mundo emergente será el futuro”, declara. ¿Por qué? “Algunos famosos inversores invertían en el PIB de los emergentes, pero ahora se están fijando en la capitalización. Y Sudáfrica tiene la mayor proporción de PIB sobre capitalización del mundo”, comenta al respecto.

El experto señala que las inversiones se abordan con un horizonte de inversión plurianual, que permita el desarrollo de distintos temas: “Espero que mi equipo  esté interesado en lo que sucede en el mundo, que puedan entender la psicología de estos países”, indica. Para ello, se procede a analizar la estructura de la bolsa local para entender su idiosincrasia. “Los índices no suelen representar a la economía, nosotros tratamos de diseñar el que sería el índice más representativo para invertir los próximos 10 a 15 años”. A continuación, se identifican temas de inversión sobre una base sectorial. Estos temas tienen que ser transformacionales, es decir, que reflejen una evolución con el paso del tiempo. 

El siguiente paso consiste en reunirse con los consejeros delegados y los directores de inversiones de las compañías que encajan dentro de estas temáticas, y una de las preguntas clave en estas entrevistas es hacia qué dirección se va a mover ese negocio en los próximos cinco años. “En otros hedge funds se busca la creación de dinero muy rápido, en cambio Capricorn convence a las compañías para invertir en ellas para siempre, buscamos estabilidad”, aclara Hoff. 

A continuación, el director de inversiones detalla algunos de los temas que refleja actualmente la cartera. Uno de ellos es el consumo asociado a la salud: la mejora de las condiciones de vida y el incremento del nivel adquisitivo está permitiendo a muchos habitantes de países en vías de desarrollo acceder a productos y servicios sanitarios. Esto les ha llevado a invertir en grupos hospitalarios en Sudáfrica y Rusia, en farmacias en Brasil y en farmacéuticas de Indonesia. Otro de los temas a los que más importancia se asigna es el cambio político. “Sólo nos interesan los países estables, que tengan una mayoría parlamentaria bien usada”, indica Hoff. En esta descripción encajan países como Indonesia, México o India, donde “toda la población y los negocios perciben estos cambios políticos”. 

Actualmente, la cartera sobrepondera valores de Indonesia, Filipinas y Turquía, mientras que infrapondera acciones de Brasil, Sudáfrica y Rusia. “Rusia ha sido una historia estructural para posiciones cortas durante años. Su tejido empresarial supone un desafío”, indica Damon Hoff en este punto. Otra peculiaridad del fondo es que nunca han invertido en compañías chinas. “Después de mucho estudio y observación, China no nos parece un país donde se pueda invertir”, aclara el representante, en referencia a la poca transparencia de muchas de sus compañías.