Factores a tener en cuenta por parte de los directivos de empresas encargados de gestionar la tesorería

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Firma: Mathieu Stern (Unsplash).

Los problemas que han sacudido a algunos bancos regionales en los últimos días han estresado a los mercados financieros, ya que inversores y depositantes se han visto obligados a plantearse la seguridad básica de las cuentas bancarias. La situación complicará probablemente la lucha de la Reserva Federal de Estados Unidos contra la inflación. Las autoridades deben equilibrar ahora cualquier plan de endurecimiento continuado de la política monetaria con los esfuerzos por sofocar la volatilidad del mercado y preservar la confianza de los inversores.

Tal y como explica Jerome Schneider, gestor de carteras y responsable de renta fija a corto plazo en PIMCO, la buena noticia es que los mercados parecen funcionar bien a pesar de la volatilidad. Sin embargo, advierte el experto, este episodio puede limitar el proceso de creación de crédito para los bancos en un momento en el que el crecimiento del crédito en general ya se estaba ralentizando.

Los acontecimientos vividos también han renovado la atención sobre una piedra angular del ecosistema financiero: la importancia que las empresas, los particulares y los inversores deben conceder a la comprensión y la navegación de los riesgos asociados a la gestión del efectivo. Al igual que ocurrió con la crisis financiera mundial de 2008, los recientes acontecimientos son un nuevo recordatorio de esos riesgos. Según Schneider, para los particulares y los directivos de empresas encargados de gestionar el efectivo y navegar por las recientes recalibraciones del mercado, hay cuatro factores a tener en cuenta:

Los rendimientos de las inversiones en efectivo seguirán siendo muy divergentes

“Aunque los tipos de referencia en Estados Unidos han subido más de 400 puntos básicos en el último año, no todos los rendimientos del efectivo han subido en línea con los movimientos al alza del banco central. En concreto, los tipos de los depósitos han languidecido muy por debajo de los rendimientos ofrecidos en las operaciones con pacto de recompra, las letras del Tesoro y las estrategias a corto plazo”, indica Schneider.

El papel comercial y los certificados de depósito no están totalmente exentos de riesgo

El experto recuerda que la Corporación Federal de Seguros de Depósitos (FDIC) cubre hasta 250.000 dólares en concepto de seguro de depósito, un respaldo que se ha visto aún más complementado por el anuncio del fin de semana de la Reserva Federal sobre el Programa de Financiación Bancaria a Plazo. “Sin embargo, los inversores que depositan dinero en efectivo por encima de los umbrales prescritos pueden estar considerando ahora la solvencia de la institución financiera subyacente”, afirma.

El riesgo de contraparte sigue siendo un punto de atención necesario

“Como han puesto de relieve las últimas quiebras bancarias, muchas empresas no financieras parecen haber sido sorprendidas por el riesgo que su banco podría plantear en caso de que el efectivo operativo (es decir, el dinero utilizado para pagar a empleados o proveedores) se congele o se pierda en caso de insolvencia bancaria”, señala.

Persisten los riesgos en los fondos prime del mercado monetario

A pesar de la urgencia regulatoria para garantizar que no se repitan los fracasos de los fondos monetarios prime en 2008 y los casi fracasos de 2020, los fondos monetarios prime siguen siendo un componente significativo del panorama de la gestión de la liquidez. “Los últimos titulares han sido inquietantes tanto para los inversores particulares como para los institucionales. Aunque el estrés inmediato derivado de este último problema bancario puede haberse visto aliviado por la rápida respuesta de la FDIC y de los reguladores, los inversores en efectivo tal vez podrían aprovechar la oportunidad para revisar sus protocolos actuales en busca de posibles puntos débiles”.