Según la Encuesta a Analistas que publica la gestora americana, el 33% de los analistas espera que el sector que cubre registre desaceleración económica o recesión. El Brexit, el proteccionismo que implica la guerra comercial o la ralentización económica explican esta negativa visión de los analistas atendiendo a lo que les cuentan las empresas a las que siguen.
El título de la última Encuesta a Analistas publicada por Fidelity Internacional, El fin del optimismo, no deja lugar a dudas sobre cuál es el sentimiento que tienen las empresas con respecto a sus propios negocios. Según la encuesta, realizada a finales de 2018 y que fusiona los resultados de cerca de 16.000 reuniones que mantienen los analistas con las empresas, el sentimiento que estos empresarios tienen para sus propios negocios está en niveles mínimos no vistos desde 2016. En concreto, el indicador ha pasado del 1,6 a 0,6, lo que muestra un notable deterioro de la confianza. Y, de hecho, la cifra de analistas que espera una desaceleración o recesión del sector que cubre ha pasado del 13% de 2018 al 33% del total.
Por regiones, donde se observa un mayor deterioro de la confianza empresarial es en China y además buena parte de esa visión negativa corresponde a los propios empresarios chinos. “Los más pesimistas con respecto a la evolución de la economía china son precisamente los chinos debido sobre todo a la debilidad que ven en la demanda doméstica”, apunta Sebastián Velasco, director general para España y Portugal de la gestora americana. Por el contrario, Es en la zona de EMEA y Latam donde más optimismo empresarial hay en estos momentos.
Mucho mayores son las diferencias que se ven con respecto a los sectores a los que pertenecen los que empresarios que han contestado a esta encuesta. Coincidiendo con lo que está recogiendo el mercado el sector donde se ve un mayor optimismo de cara a 2019 es el sector salud. “Es el único que muestra una mejora del sentimiento que pasa del 1,1 a 1,4. Ni un solo analista considera que el sector esté en fase desaceleración frente a una media general del 30%, mientras que para uno de cada cinco el sector se encuentra en fase de expansión de ciclo”, apunta el informe.
La otra cara de la moneda la ofrece el sector de consumo discrecional , donde casi dos tercios de los analistas aseguran que los equipos directivos muestran una confianza muy inferior a la del año pasado, impulsada por las malas expectativas que se tiene en torno al impacto que una desaceleración de la economía china o una guerra comercial pueda tener en el consumo de marcas de lujo, cuya demanda suele estar muy ligada a los mercados emergentes.
Los riesgos políticos ganan peso en la lista de preocupaciones
La incertidumbre geopolítica, con la guerra comercial entre EEUU y China y el Brexit como dos grandes focos de tensión, influye cada vez más en el hecho de que el sentimiento de los analistas registre para este año cotas tan bajas. Aunque todos los riesgos geopolíticos no influyen de la misma manera en todas las regiones.
Por ejemplo, donde más preocupa el efecto que las medidas proteccionistas tengan en los beneficios de las empresas es en a zona de EMEA y Latinoamérica, donde tres cuartas partes de los analistas esperan que ese efecto sea negativo.
En cuanto al Brexit, como es lógico, es un asunto que preocupa mucho más a los analistas que cubren empresas europeas (70% de ellos creen que tendrá un efecto negativo) que a los que cubren compañías chinas (apenas el 7%) y los porcentajes varían también en función de los sectores a los que pertenece cada una de las empresas analizadas. Ahí es la salud donde se teme un mayor impacto negativo mientras que donde menos preocupa el efecto Brexit es en sectores como materiales o energía.