La encuesta de agosto de BofA revela a un 47% de los inversores anticipando un debilitamiento en la economía global en los próximos 12 meses. Al mismo tiempo, las expectativas de recortes de tasas de la Fed han alcanzado niveles récord, con un 60% de los encuestados previendo al menos cuatro recortes en el próximo año para garantizar un aterrizaje suave.
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Cambio significativo en el sentimiento de los inversores, marcado por un aumento en la aversión al riesgo y un notable pesimismo sobre las perspectivas económicasglobales. Un 47% de los participantes en el Fund Manager Survey de BofA anticipa un debilitamiento económico en los próximos 12 meses, el nivel más alto registrado en los últimos ocho meses. Este aumento en la incertidumbre se refleja en una rotación hacia activos más seguros, así como en una reducción significativa en la sobreponderación de acciones, que ha caído del 51% al 31%.
A pesar de este giro, el optimismo de los inversores por un aterrizaje suave sigue siendo robusto, con un 76% de los encuestados esperando que la economía global evite una recesión severa. Sin embargo, este optimismo está condicionado a la expectativa de que la Reserva Federal de EE.UU. realice recortes sustanciales en las tasas de interés.
La Fed, bajo la lupa
La encuesta revela una creciente presión sobre la Fed para que adopte una política monetaria más expansiva. Un 60% de los inversores ahora anticipa que la Fed implementará al menos cuatro recortes de tasas en los próximos 12 meses, un incremento significativo con respecto a las expectativas del mes anterior. Este cambio en las expectativas refleja un consenso entre los inversores de que la única forma de evitar una recesión en EE.UU. es a través de un alivio monetario sustancial.
De hecho, un 55% de los encuestados considera que la política monetaria actual es demasiado restrictiva, el porcentaje más alto desde 2008. Estos resultados subrayan una creciente preocupación sobre la estabilidad económica global y la capacidad de las autoridades monetarias para gestionar los riesgos emergentes. Con un mercado cada vez más volátil y una creciente aversión al riesgo, los inversores están ajustando sus estrategias, moviéndose hacia activos defensivos y exigiendo una acción decidida por parte de los bancos centrales.
Los inversores se refugian en bonos y efectivo
El Fund Manager Survey destaca un movimiento decisivo hacia activos defensivos por parte de los inversores a nivel mundial. La preferencia por bonos, efectivo y sectores como la salud ha aumentado considerablemente, mientras que la confianza en los mercados de acciones, particularmente en Japón, Europa y tecnología, ha disminuido.
Si bien, la asignación a acciones estadounidenses disminuyó en 5 puntos porcentuales en el mes, situándose en un 11% de sobreponderación, la asignación sigue estando 0,7 desviaciones estándar por encima de su promedio a largo plazo.
Mientras que en la Eurozona la asignación cayó 14 puntos, alcanzando un 4% de infraponderación, siendo la primera vez en seis meses que los inversores están netamente infraponderados. Sin embargo, es la inversión en acciones japonesas la que experimentó la mayor disminución mensual desde abril de 2016, a un 9% de infraponderación, siendo la volatilidad del yen que ha contribuido a la incertidumbre en el mercado.
Aumenta el nivel de efectivo por segundo mes consecutivo, alcanzando el 4,3% de los activos bajo gestión, desde el 4,1% registrado en julio. Este cambio refleja un entorno de incertidumbre económica, donde el temor a una recesión en Estados Unidos ha superado las preocupaciones geopolíticas como el principal riesgo para los mercados.