FundsPeople presenta el III Estudio de la Inversión Sostenible en España

De izquierda a derecha, Jorge Díaz, Bruno Patain (Eurizon), Samuel Pérez Ogayar (Tressis) y Augusto Caro (Santander AM). Firma: FundsPeople.

FundsPeople ha presentado su III Estudio sobre la Inversión Sostenible en España realizado en colaboración con Eurizon y en cuyo análisis han participado Santander AM y Tressis. En el análisis, basado en una encuesta a la que han contestado más de 250 banqueros privados y más de 150 selectores y gestores de toda España, se abordan temas como el peso de la inversión sostenible en las carteras, la formación de gestores, clientes y banqueros, las perspectivas de crecimiento, la regulación y otros desafíos. La encuesta completa puede consultarse en este link.

La introducción de la pregunta sobre preferencias en sostenibilidad en el cuestionario MiFID el pasado 2 de agosto de 2022 ha generado dudas, inquietudes y mucho trabajo. Si en 2022, un 79% de los banqueros privados encuestados consideraba que la introducción de la pregunta aumentaría la proporción destinada a inversiones sostenibles, en 2023, la cifra baja a un 29%.

Green MiFID

Ese cambio puede deberse, en opinión de Samuel Pérez Ogayar, analista de Tressis a que estamos “en una industria en la que prevalecen los resultados recientes y el comienzo de la guerra de Ucrania favoreció al sector energético tradicional y a la defensa, que cuentan con un peso nulo o residual en las carteras sostenibles”.  

Para Augusto Caro, responsable de Sostenibilidad en Santander AM, el cambio de opinión también podría venir de que parte de las recomendaciones de este año han estado más ligadas a fondos de rentabilidad objetivo, que no tienen un componente sostenible. Considera que “vamos a necesitar más tiempo, la regulación es muy nueva y con conceptos ejemplos”. Por eso, su entidad está haciendo un gran esfuerzo en la formación. “Cuando la legislación esté más rodada, podremos ver cuáles son realmente las preferencias, de momento hay que ser prudentes”, afirma.

Jorge Díaz, director de Ventas senior de Eurizon para España y Portugal apunta a tres razones posibles. La primera, en línea con los apuntado por Pérez Ogayar, sería que “los fondos de renta variable de temáticas sostenibles asumen un tracking error alto con exclusión de ciertos sectores, por lo que se han visto castigados”. Además, en el año pasado algunas temáticas sostenibles “tampoco han tenido el comportamiento defensivo de otras ocasiones, con la excepción de las que apuestan por las compañías que están mejorando en sus indicadores de sostenibilidad o algunos bonos verdes”, explica. Por último, Díaz apunta que tras un ejercicio tan complicado como 2022, quizás no sea el momento de tener una conversación a fondo sobre la inversión sostenible para muchos asesores y clientes.

Datos y transparencia

Otro de los resultados de la encuesta apunta a que las principales dificultades a la hora de analizar fondos de inversión sostenible son la falta de homogeneidad de los rating y datos de sostenibilidad (82%) y la falta de transparencia en la información (36%). Sobre cómo hacer frente a estos desafíos, Augusto Caro señala que “las consideraciones de sostenibilidad han sofisticado todavía más un proceso de análisis que ya era complejo. La tipología de fondos es enorme, hay fondos artículo 8 simples, con inversión sostenible, con PIAS, sin PIAS, y fondos artículo 9 muy diferentes. Hay que ser capaces de analizar cada instrumento y también de conocer qué metodologías hay detrás”, señala.

Además, considera que la disparidad de las gestoras a la hora de ofrecer su información es otro obstáculo a tener en cuenta, así como el hecho de que el mercado esté en constante evolución y las gestoras puedan ir modificando sus capacidades de inversión sostenible. “Va a ser necesario hacer un análisis muy dinámico”, apunta Caro.

Para Samuel Pérez Ogayar la posible disparidad en la interpretación de la legislación puede dar lugar a confusión. “El año pasado veíamos fondos artículo 8 ó 9 que a nosotros no nos lo parecían. Para nosotros lo más importante ha sido apoyarnos en el análisis de cada equipo inversor para poder entender hasta dónde pueden llegar”, opina.

Por su parte, Jorge Díaz añade que no es extraño encontrar un mismo fondo con dos calificaciones muy distintas por parte de distintos calificadores. “La Taxonomía parece ir hacia una mayor homogeneización, aunque quede mucho, pero creo que mientras, en la medida de lo posible, lo fundamental es conocer la filosofía y el proceso de cada gestora”.

La S

Respecto a temáticas, el medioambiente sigue dominando masivamente (79%) el interés entre los inversores finales, según la encuesta. Parece lo más urgente y lo más cercano, pero ¿cómo se ve la evolución de la S? Según Pérez Ogayar, el tratamiento de la información sobre la S es más complicado y está menos desarrollada que la del medioambiente. “Creemos que habrá más oportunidades, pero de momento no vemos una demanda generalizada por invertir en este factor”, estima. Para Caro, “es un tema muy importante, pero mucho menos representado”. Para poder ofrecer una solución de inversión en este campo han lanzado en Luxemburgo el Santander Prosperity, ligado a salud, bienestar, inclusión financiera y nutrición.

Jorge Díaz considera que los mercados de la A y la S son a día de hoy muy diferentes, sobre todo en los de bonos. “El mercado de los bonos sociales es mucho menos maduro y más concentrado, tres emisores representan el 65% del total de emisiones. Hay 5.200 bonos verdes en circulación frente a unos 800 sociales y además hay muchas más categorías en el área medioambiental”, detalla. Para Díaz, sería necesario que hubiera un catalizador legislativo e institucional para desarrollar más el mercado de los bonos sociales.

Perspectivas

Respecto a las perspectivas de la inversión sostenible, para Augusto Caro es muy importante mantener una visión de largo plazo. “No se puede sesgar por resultados muy recientes”, considera. “Las temáticas a largo plazo siguen funcionando bien, creo que en términos de rentabilidad riesgo veremos los frutos”, añade. En cuanto a los productos, cree que, si bien los fondos artículo 8 seguirán creciendo respecto al total de activos bajo gestión, los fondos acogidos al artículo 9 seguirán siendo más nicho.

Pérez Ogayar se muestra de acuerdo con la visión a largo plazo de Caro. En cuanto a la gama de productos, opina que hay suficientes productos para construir una cartera sostenible, aunque echa de menos más productos artículo 9. Díaz señala que en parte esa escasez puede deberse a un enfoque conservador a la hora de clasificar los productos mientras la regulación no esté del todo clara. “Tener fondos artículo 9 en renta variable es complicado, pero creo que es importante valorar la evolución tan enorme que ha habido en los últimos años, seguiremos viendo más innovación”, concluye.