El nuevo responsable del fondo aprovecha su primer comentario de mercado para explicar cuál es su estilo de inversión y cuáles son los criterios por los que se guiará a la hora de seleccionar los valores para la cartera de este producto de Fidelity.
Ángel Agudo asumió la gestión del FF America Fund a comienzos de junio, tras la salida del anterior gestor del fondo, Adrian Brass. Agudo, que ya estaba presente en el equipo de gestión del FF America Fund, ya había destacado por posicionar el otro fondo que gestiona, el FF American Special Situations Fund, en el primer cuartil de rentabilidades. Ahora, Agudo se “estrena” con su primer comentario sobre perspectivas de inversión para uno de los fondos más destacados de Fidelity Worldwide Investment. En dicho comentario, el nuevo responsable del fondo aprovecha para explicar cuál es su estilo de inversión y con qué criterios va a seleccionar los nuevos valores para la cartera del FF America.
En términos generales, se podría decir que se trata de un estilo coherente con el desarrollado anteriormente por Adrian Brass, y que busca sinergias con el Fidelity American Special Situations: “Yo me centro en acciones infravaloradas, lo que significa que a menudo se da una confluencia natural entre las empresas que encuentro atractivas y las que acaban siendo objetivos de operaciones de compra. De hecho, el Fidelity American Special Situations Fund y el FF America Fund se han beneficiado históricamente de la actividad corporativa”, señala. Ángel Agudo afirma que “ya existe un gran porcentaje de similitud entre los dos fondos, ya que la mitad de los valores del Fidelity American Special Situations forman parte del Fidelity Funds America Fund y me siento muy cómodo con la configuración que presenta la cartera”. “Haré una transición muy progresiva durante el año y usaré la rotación natural para aplicar mi visión”, adelanta el experto.
“Mi objetivo es comprar empresas considerablemente infravaloradas bajo supuestos normalizados y conservadores. Las tendencias, la estructura sectorial y el entorno competitivo son más importantes para mí que los resultados trimestrales o los catalizadores. Mi objetivo es conseguir rentabilidades superiores en diferentes entornos de mercado creando una cartera de valores en diferentes fases de su proceso de recuperación”, continúa explicando el gestor. Éste declara preferir “empresas que han pasado por periodos de mal comportamiento en bolsa, donde se da poco valor a su recuperación y donde existe un recorrido alcista importante y un recorrido bajista limitado desde un punto de vista relativo”. “Para aprovechar el recorrido al alza, estoy dispuesto a considerar el valor futuro de una acción en el plazo de 3 a 5 años”, afirma Agudo.
El gestor sigue un proceso un poco diferente a los cánones establecidos. Lo primero que hace al ponerse a analizar un valor es evaluar su potencial bajista: “Quiero saber qué recorrido a la baja máximo tiene cada valor. Me fijo en los niveles mínimos de los márgenes y los múltiplos, cualquier activo oculto en el balance de la compañía y el valor de los negocios de la compañía si opera en un área donde podrían darse fusiones y adquisiciones”, explica. A un tiempo, busca protección frente a caídas a través del análisis de aspectos como el flujo de caja, el conjunto de los activos de la compañía y su posición competitiva.
Al igual que investiga el potencial bajista, Agudo también trata de establecer cuál es el potencial alcista de cada valor, y para ello se fija en la manera en que se explota el balance, busca crecimientos no reconocidos por el mercado, identifica en qué fase del ciclo se encuentra y qué posibles atractivos ofrece de cara a una fusión o adquisición. “El análisis que realizamos se centra en la estructura del sector, la normalización de los márgenes, las tendencias del capital invertido, el uso del capital y los programas de incentivos al equipo gestor”, concluye.
Una vez delimitados los potenciales, lo siguiente que hace es calcular escenarios bajistas y alcistas para todas las acciones de la cartera. “Quiero controlar las pérdidas en cada acción, por lo que el tamaño de las posiciones dependerá del potencial bajista que haya determinado”, indica al respecto.
Como corolario, el nuevo gestor principal termina con un apunte en el que relaciona su visión del mercado con el entorno en el que se encuentra en estos momentos: “En el mercado actual existen menos oportunidades infravaloradas obvias para invertir tras el periodo de ganancias bursátiles sostenidas y mejoras de los márgenes de beneficios que hemos vivido. Sin embargo, el tamaño y la diversidad del mercado estadounidense, las decepciones puntuales en el plano de los beneficios y las noticias a corto plazo siguen creando oportunidades atractivas para los especialistas en selección de valores como yo”.
Visión de mercado
“El mercado estadounidense no está caro hoy día y el entorno macro está mejorando. Un PER de 17 es exactamente el nivel donde debería estar el mercado y, a la vista del ROE del 15%, podemos decir que el mercado opera de forma eficiente”, afirma el experto. Si bien este admite que el peso de los beneficios empresariales después de impuestos de EE.UU como porcentaje de la renta nacional es elevado, matiza que, si se excluyen las empresas enfocadas en el mercado internacional en los sectores de tecnología y farmacia y las empresas industriales con centros de producción en Asia y China para centrarse en las empresas 100% estadounidenses, “ese porcentaje, aunque se encuentra en la parte alta, sigue estando dentro de la horquilla histórica”.
Agudo da tres razones con las que justifica lo elevado de los márgenes de beneficio en la primera economía del mundo. La primera, que los impuestos han caído: “Las empresas han optimizado y empleado los créditos fiscales derivados de la crisis financiera”, resume. La segunda, que se han saneado los balances, y actualmente “la deuda neta es baja y la financiación está barata”. Finalmente, señala como tercera razón la ausencia de inflación salarial. “Durante los últimos siete años las empresas se han beneficiado más del sistema que los trabajadores. Aunque la tasa de paro está descendiendo, la tasa de participación sigue siendo relativamente baja, lo que significa que apenas existen perspectivas inmediatas de inflación salarial”, explica el gestor.
Al mismo tiempo, éste proporciona las claves sobre qué están haciendo las compañías con el dinero procedente de sus balances saneados: aumentar los dividendos y las recompras de acciones, elevar la inversión empresarial desde los bajos niveles actuales y embarcarse en nuevas operaciones corporativas. Agudo se detiene en la tercera clave, al afirmar sobre la actividad de M&A en EE.UU que “probablemente estemos en el punto medio del ciclo y, por lo tanto, hay margen para que siga habiendo operaciones corporativas”.