Los fondos de renta fija a vencimiento se han convertido en una de las opciones preferidas por las gestoras para sus clientes más conservadores. Myle Trinh, ventas internacional en Iberia de la gestora La Française explica sus principales características en este artículo.
A la hora de elegir un fondo de inversión, se dispone de un abanico muy amplio de opciones: desde los tipos más tradicionales, hasta las estrategias más complejas. La clave está en entender la estrategia para determinar los riesgos asumidos y el rendimiento que podemos esperar.
Dentro de la categoría de fondos de renta fija, hay una que está adquiriendo cada vez más importancia en las carteras de los inversores: los fondos con vencimientos fijos. La capacidad de combinar en un solo producto las ventajas de la inversión directa en bonos y la inversión en fondos, apoyan el éxito de atracción de estos productos.
Renta fija: inversión directa vs. a través de fondos
Por un lado, la inversión directa implica la compra de un bono o de un número limitado de ellos, por lo que el inversor se convierte en acreedor directo, condición por la que recibe un cupón periódico y al vencimiento recupera el importe nominal invertido.
En cambio, la inversión a través de un fondo implica la suscripción de sus participaciones (partes iguales en las que se divide el patrimonio gestionado). En este caso, el participante puede o no recibir cupones (independientemente de que se adquieran o no las clases de distribución), está expuesto a una cartera diversificada de bonos de múltiples emisores y paga una comisión de gestión.
Al invertir directamente, conocemos el horizonte de inversión, ya que sabemos la madurez del bono y, si la empresa no quiebra o reestructura su deuda, tendremos conocimiento explícito del rendimiento que obtendremos al vencimiento. Además, el hecho de tener un horizonte de inversión establecido también hace que la duración del bono (sensibilidad del precio de un bono a los movimientos de tipos de interés) sea cada vez corta. Sin embargo, la inversión directa presenta una serie de inconvenientes. El primero es la limitada diversificación a la que está expuesto el inversor, que a su vez compromete la gestión activa de la cartera y los problemas de liquidez que se pueden generar.
Sin embargo, cuando se invierte en un fondo de renta fija tradicional no se tiene un horizonte de inversión establecido, por lo que se desconoce el rendimiento que se obtendrá y el vencimiento. Por otro lado, inversor no se beneficia de la menor sensibilidad de la cartera a los movimientos de los tipos de interés. No obstante, los fondos de inversión ofrecen carteras bien diversificadas por bonos y emisores, son gestionados activamente y suelen ofrecer liquidez diaria, por lo que los inversores pueden deshacer sus posiciones en cualquier momento.
Claves de los fondos de renta fija con vencimiento fijo
Esta clase de fondos están formados por carteras en las que los bonos tienen una fecha de vencimiento máxima preestablecida. Cuanto más cercana está dicha fecha, menor es el impacto de los movimientos de los tipos de interés. Además, el riesgo de impago por parte de un emisor también disminuye a medida que nos acercamos a la madurez; este riesgo también se ve limitado por la diversificación llevada a cabo por el equipo de gestión en diferentes áreas geográficas y sectores, así como en diferentes emisores y emisiones.
La gestión activa es de vital importancia en este tipo de fondos. El equipo gestor no se limita a construir la cartera y esperar a su vencimiento, sino que realiza periódicamente un análisis en profundidad de los valores de la cartera y de los mercados de renta fija. Gracias a este seguimiento, en el caso de que la situación de un emisor se deteriore significativamente, poniendo en duda su capacidad de pago, los gestores pueden vender esos bonos y buscar otras oportunidades. Este enfoque de gestión activa también es importante en caso de rescate anticipado de un bono (si el emisor de solicitar la recompra del bono antes del vencimiento); en este caso, los ingresos podrían invertirse en bonos de vencimiento más corto o en instrumentos del mercado monetario.
Obviamente, la selección de los bonos debe ser meticulosa y es aquí donde entran en juego las competencias del equipo de gestión, siendo la clave del éxito el profundo conocimiento de los emisores.
Los riesgos asociados a una inversión en un fondo de vencimiento fijo incluyen: riesgo de pérdida de capital, riesgo discrecional, riesgo de tipo de interés, riesgo de crédito relativo a los emisores de obligaciones, riesgo de impago relativo a los emisores de obligaciones, riesgos asociados a las inversiones en valores especulativos de alto rendimiento, riesgos derivados de la inversión en mercados emergentes, riesgo asociado a la tenencia de obligaciones convertibles, riesgo de deuda subordinada, riesgo de cambio, riesgo derivado de técnicas tales como los productos derivados, riesgo legal, riesgo de contrapartida y riesgo de conflicto de intereses.