Sociedades de inversión libre (SIL): qué son, características y qué relación tienen con las sicavs

camino_20largo
Rodrigo Gallegos, Flickr Creative Commons

En esta entrada del Glosario de FundsPeople explicamos las características que presentan las sociedades de inversión libre (SIL), un vehículo que ha vuelto a los escaparates de las gestoras de activos como alternativa a las sicavs ante las nuevas normas fiscales a las que se enfrentaron en 2022 y que han provocado casi su extinción.

¿Qué son?

Las sociedades de inversión libre (SIL) son un tipo de IIC de Inversión libre, como también lo son los fondos de inversión libre (FIL) o los fondos de fondos de inversión libre.

¿Qué características presentan?

Una de las principales diferencias que tienen con respecto a los fondos de inversión libre (FIL) entre estos vehículos es la personalidad jurídica. Mientras que los fondos de inversión no tienen personalidad jurídica, las sociedades de inversión son sociedades anónimas.

Sin embargo, sí tienen en común con al igual que los hedge funds la gran flexibilidad que tienen a la hora de invertir.  

Esa es precisamente la gran diferencia que tienen con respecto a otras sociedades como las sicavs, que se incluyen en el régimen de IIC tradicionales. No es la única ya que también requieren una inversión mínima de 100.000 euros a no ser que se sea un inversor profesional y un mínimo de partícipes de 25. Las sicavs, al cotizar en el MAB (mercado alternativo bursátil) requerían solo el valor de la participación y un mínimo de 100 partícipes con al menos 2.500 euros cada uno para poder seguir tributando al 1% en el impuesto de sociedades.

¿Cuántas hay?

Si bien la figura de la SIL se creó junto con la de IIC de inversión libre en el año 2006 no fue hasta 2009 cuando la primera sociedad de este tipo vio la luz. Se trató de Nordinvest, estaba gestionada por Nordkapp Inversiones. En el momento de escribirse este artículo hay 47 sociedades de inversión libre inscritas en la CNMV, y más o menos la mitad lo han hecho solo en los últimos doce meses.

Fuente: CNMV. Datos a 9 de marzo de 2023.

¿Por qué están triunfando?

Si bien la figura de la SIL lleva más de 15 años siendo posible en España, ha sido en el último año cuando más registros se están realizando. De hecho, como se ve en el gráfico anterior, solo en 2022 se registraron 19 SIL, más de las vistas durante los seis años anteriores.

La principal razón es que se han convertido en una de las alternativas favoritas para canalizar el dinero de las sicavs que optan por disolverse o darse de baja.

Por una parte, hay que tener en cuenta que estos vehículos, junto con los fondos de inversión tradicionales, se incluyeron en el régimen transitorio, que permitía neutralidad fiscal en las ganancias o pérdidas patrimoniales del socio, persona física o jurídica, siempre que todo el patrimonio obtenido en la disolución se reinvierta, sin plazo de mantenimiento, en otras Instituciones de Inversión Colectiva españolas que tributen al 1%. Y  este respecto, las SIL son algo que denota mucha mayor expclusividad que un fondo de inversión ya que los criterios de entrada son mucho más elevados.

De hecho, según explica Jorge Ferrer, socio de FinReg360, han sido una opción por la que se hayan decantado algunos grupos familiares que tuvieran más dispersión del accionariado y directamente o mediante la inversión de terceros pudieran alcanzar los 25 inversores con inversiones mínimas de 100.000 euros que, salvo para los inversores profesionales, es la cantidad que requieren estos vehículos. "Las SIL no dejan de ser sociedades anónimas por lo que un grupo familiar podría mantener la mayoría del accionariado y, por ejemplo, negociar las comisiones de gestión, lo que siempre supone un valor adicional", afirma.