SPAC: así es la alternativa a la OPV que ha triunfado en tiempos de pandemia

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Grant Lemons on Unsplash

En un año marcado por la pandemia como fue 2020 hubo un tipo de operaciones bursátiles que repuntaron con fuerza. Hablamos de las SPAC (empresas de adquisición con fines especiales). En 2020 hubo un total de 248 nuevas SPAC, lo que supone un 300% más que las vistas en 2019 y casi la mitad de las OPV vistas en EE.UU, según los datos de Deadlogic.

En este artículo vamos a tratar de explicar en qué consisten estos vehículos inversión, sus principales características y el por qué de su gran éxito en tiempos de alta volatilidad de los mercados.

¿Qué son?

Las Special Purpouse Adquisition Companies (SPAC) son vehículos de inversión que se utilizan para recaudar la capital antes de una salida a bolsa. De hecho, desde la Fundación de Estudios Bursátiles denominan a estas compañías como los sparring de los mercados de valores ya que, según explican en su blog , “representan una alternativa a caballo entre el capital riesgo y la inversión bursátil”.  

Nacieron a principios del siglo XXI en EE.UU y es ahí donde han encontrado primero su desarrollo y luego su boom ya que, como se recoge en esta tabla publicada en Visualcapitalist, mientras que en 2005 hubo 28 compañías que recurrieron a esta fórmula para captar capital, en 2020 la cifra ascendió a 248.

Fuente: VisualCapitalist

¿Cómo funcionan?

En definitiva la principal función de una SPAC, que cotiza en bolsa, es conseguir recaudar capital para una compañía adquiriendo acciones privadas de la compañía que luego fusiona con la propia SPAC en plazo determinado que suele ser inferior a los dos años. “Si no se encuentra ninguna empresa con la que fusionarse en un plazo de dos años, se disuelve la SPAC y el efectivo se devuelve a los inversores”, afirman en Lyxor.

El modus operandi es el siguiente, tal como explica esta gestora. Los fundadores de la SPAC se comprometen a aportar un porcentaje inferior al 10% del tamaño de la salida a bolsa y forman un consejo. Luego, registran a  la SPAC  como sociedad, se designan a terceros (incluidos los auditores) y se remite un folleto a la autoridad reguladora para que se apruebe. A partir de ahí el equipo de gestión de la SPAC busca inversores iniciales que se comprometan a formar parte del libro de órdenes para la salida a bolsa.

“Llegada la fecha de la OPV, el banco colocador coordina la cotización de la SPAC en una o varias bolsas. A cambio de su capital, los inversores obtienen una participación, que incluye una acción y una fracción de un warrant que puede ejercerse tras una adquisición”, afirman en Lyxor.

Los gestores de la SPAC buscan entonces una posible adquisición y negocian las condiciones. Cuando se alcanza un acuerdo, los accionistas de la SPAC votan el proyecto. Si se aprueba el acuerdo, el proceso de adquisición comienza y culmina cuando la compañía y la SPAC se fusionan. Desde CB Insights lo explican de una manera más gráfica con la siguiente infografía:

Fuente: CB Insights

¿Por qué han tenido tanto éxito?

Son varias las causas que están detrás del éxito de estas operaciones en tiempos de pandemia. La primera es que el coste para las compañías es menor que el de una OPV y el proceso es más rápido.

Además, en un contexto de tipos de interés al 0% en el que cuesta encontrar descorrelación entre activos, las SPAC se han erigido como otro activo alternativo con el que diversificar la cartera de los grandes inversores. Y ejemplo de ello es que muchos gestores de hedge funds han optado por participar en este tipo de vehículos. “Las perspectivas de invertir en compañías privadas prometedoras (en tecnología, consumo cíclico o atención sanitaria), el potencial de revalorización de las acciones, los reducidos tipos de interés y la mejora de las estructuras de SPAC han contribuido a atraer a una creciente base de inversores desde 2020, incluidos inversores minoristas”, afirman desde Lyxor.

Sin embargo, desde la gestora también alertan de que este tipo de vehículos incurren en muchos riesgos entre ellos el carácter especulativo (al final lo que buscan los inversores en una SPAC es fomentar su interacción o fusión con una compañía), la cambiante regulación y la complejidad del producto en sí, lo que conlleva que no sea apto para todo tipo de inversores.