Guía para afrontar una recesión en EE.UU. (parte 2)

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Steambadger, Flickr, Creative Commons

Artículo escrito por Darrell Spence y Jared Franz, economistas de Capital Group.

¿Cuándo se producirá la próxima recesión en EE.UU.? Esta pregunta es cada vez más habitual, especialmente ahora que el brote de coronavirus ha causado trastornos sin precedentes y provocado el primer mercado bajista en 11 años. Aunque durante algún tiempo seguiremos sin conocer el alcance completo de su impacto económico, nos resulta claro que EE.UU. entrará en recesión en 2020, si no lo ha hecho ya. De ahí que ambos autores hayan publicado una guía para afrontar esa recesión cuando llegue, artículo que en FundsPeople Learning hemos dividido en dos partes. En la primera, a la que se puede acceder desde este link  se analizaba qué es, el tiempo que dura una recesión, las causas que las provocan y cómo se comporta en el mercado. Los autores analizar en esta segunda parte las claves para conocer cuan cercana está la próxima

1. ¿Qué indicadores económicos pueden advertir sobre una recesión?

¿No sería magnífico conocer de antemano cuándo se aproxima una recesión? A pesar de la imposibilidad de precisar el comienzo exacto de una recesión, hay algunas señales generalmente fiables que vale la pena observar de cerca en una economía de ciclo tardío.

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Numerosos factores pueden contribuir a una recesión, y las causas principales con frecuencia cambian. Por lo tanto, es útil observar varios aspectos diferentes de la economía para evaluar mejor dónde se pueden estar produciendo excesos y desequilibrios. Cualquier indicador debe observarse más como un mojón kilométrico que como una señal indicadora de distancia al destino.

Cuatro ejemplos de indicadores económicos que pueden advertir sobre una recesión son la curva de rendimiento, las ganancias corporativas, la tasa de desempleo y las construcciones de viviendas. Los indicadores agregados, como The Conference Board Leading Economic Index®, también son fiables a lo largo del tiempo.

En conjunto, estos factores parecen indicar que EE.UU. entró en 2020 en un ciclo tardío, pero en una posición generalmente fuerte. Desde luego, mucho ha cambiado desde entonces, y los datos económicos comenzarán a reflejar esto de manera más evidente en las semanas y los meses próximos.

2. ¿Estamos muy cerca de la próxima recesión estadounidense?

A pesar de que la economía de EE.UU. se encontraba relativamente sana hace unos meses, el brote de coronavirus ha alterado este panorama de manera considerable.

Nuestro presupuesto base es que es casi seguro que se produzca una recesión en 2020. Si bien es posible que durante algún tiempo no se conozca el impacto económico completo, una combinación de interrupciones de la cadena de suministro global y un menor consumo tendrá un impacto material en las ganancias corporativas en 2020. Determinadas industrias como el turismo y la hostelería serán las más afectadas, pero los efectos probablemente se sentirán en todos los sectores.

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Si el Gobierno de EE.UU. y la Reserva Federal continúan respondiendo con un fuerte estímulo fiscal y monetario, podrían contribuir en gran medida a mitigar las consecuencias económicas y la duración de una recesión. Por supuesto, otro factor clave será el tiempo que se tarde en contener la propagación del virus.

3. ¿Cómo debe posicionar su cartera de acciones para una recesión?

Ya hemos explicado que la renta variable suele tener un rendimiento bajo durante las recesiones, pero tratar de acompasarse con el mercado vendiendo acciones puede ser desaconsejable.

No obstante, al prepararse para una recesión, los inversores deberían aprovechar para revisar su distribución general de activos —que puede haber cambiado significativamente durante el mercado alcista—, y así asegurarse de que su cartera está equilibrada y ampliamente diversificada. Consultar a un asesor financiero puede ser de gran ayuda, ya que en estos escenarios los inversores pueden tomar decisiones basadas en lo emocional.

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No todas las acciones responden del mismo modo durante los períodos de estrés económico. En los ocho mayores descensos del mercado de valores entre 1987 y 2019, algunos sectores resistieron de forma más constante que otros, generalmente aquellos con mayores dividendos, como los productos básicos de consumo y los servicios públicos. Los dividendos pueden ofrecer un potencial de rendimiento estable cuando los precios de las acciones descienden ampliamente.

Las acciones orientadas al crecimiento todavía tienen un lugar en las carteras, pero los inversores pueden considerar compañías con balances sólidos, flujos de efectivo contantes y amplios márgenes de maniobra para el crecimiento que puedan soportar la volatilidad a corto plazo.

Incluso en el contexto de una recesión, muchas compañías siguen siendo rentables. Céntrese en las compañías de productos y servicios que seguiremos utilizando todos los días, como los servicios de telecomunicaciones y los fabricantes de alimentos.

4. ¿Cómo debe posicionar su cartera de bonos para una recesión?

La renta fija es clave para el éxito de las inversiones durante una recesión o un mercado bajista. Esto se debe a que los bonos pueden proporcionar una medida esencial de estabilidad y preservación del capital, en particular cuando los mercados de valores son volátiles.

Durante las últimas seis correcciones de mercado, los rendimientos del mercado de bonos de EE.UU., según las mediciones del índice Bloomberg Barclays U.S. Aggregate, se mantuvieron estables o positivos en cinco de los seis períodos.

Lograr la correcta asignación de activos de renta fija es siempre importante. Pero dado que la economía de EE.UU. está entrando en un período de gran incertidumbre, resulta especialmente importante para los inversores asegurarse de que las participaciones de renta fija proporcionen equilibrio a sus carteras. Los inversores no necesariamente tienen que aumentar su asignación de bonos antes de una recesión, pero deben asegurarse de que su exposición de renta fija proporciona elementos de los cuatro roles que desempeñan los bonos: diversificación respecto de las acciones, ingresos, preservación del capital y protección contra la inflación.

5. ¿Qué debe hacer para prepararse para una recesión?

Ante todo, los inversores deben conservar la calma y mantener una perspectiva a largo plazo a la hora de invertir antes y durante una recesión. Las emociones pueden ser uno de los mayores obstáculos para obtener retornos de inversión sólidos, en especial durante los períodos de tensión económica y del mercado.

Si algo ha aprendido al leer esta guía, probablemente sea que determinar la fecha exacta de inicio de una recesión en última instancia es imposible y, sin embargo, tampoco es primordial. Lo más importante es mantener una perspectiva a largo plazo y asegurarse de que el diseño de la cartera garantiza un equilibrio que permita beneficiarse de los períodos de crecimiento antes de que este se produzca, al tiempo que resiste a esos períodos inevitables de volatilidad.

Ideas principales para los inversores

Conserve la calma y mantenga una perspectiva a largo plazo.

Mantenga una cartera equilibrada y ampliamente diversificada.

Equilibre las carteras de renta variable con una combinación de compañías que pagan dividendos con acciones orientadas al crecimiento.

Elija fondos con un sólido historial de superación de los descensos del mercado.

Considere bonos de alta calidad para ayudar a compensar la volatilidad de las acciones.

Los asesores pueden ayudar a los inversores a atravesar períodos de volatilidad del mercado.