NASA's Marshall Space Flight Center, Flickr, Creative Commons
El S&P 500 se mueve con caídas del 6% desde máximos e índices como el Nasdaq 100 y el Russell 2000, del 10%. La incertidumbre macroeconómica y geopolítica ha vuelto a los mercados, pero eso no debería ser motivo para caer en el pánico.
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Jornadas de corrección en los principales mercados. Según las cifras que comparte Damian McIntyre, gestor de carteras y analista cuantitativo senior en Federated Hermes, desde su máximo histórico del 19 de febrero, el S&P 500 ha caído más de un 6%. Los índices Nasdaq 100 y Russell 2000, casi un 10%. Por su parte, los bonos han repuntado en un contexto de aversión al riesgo, con el rendimiento del Tesoro a 10 años cayendo más de 30 puntos básicos y las expectativas de recortes de los tipos de interés en 2025 saltando de uno a más de tres. ¿Qué puede decirle un banquero privado o asesor a su cliente en un periodo de volatilidad e incertidumbre como el actual?
Entender el nerviosismo
En primer lugar, es importante entender los nervios que puedan generar al cliente el contexto de mercado actual. Al ruido geopolítico que llega de un lado y de otro del Atlántico hay que sumarle las valoraciones con las que empezamos el año. Como bien recuerdan Martin Romo, presidente del consejo y director de inversiones, y William Robbins, gestor de renta variable de Capital Group, con el rally del 26,2% en 2023 y del 25,0% en 2024 del S&P 500 es la primera vez que el índice registra dos años consecutivos con subidas superiores al 20% desde los años 1998 y 1999, tras la burbuja de las puntocom.
Las comparaciones históricas son odiosas, pero no por ello creen Romo y Robbins que los inversores deban prepararse para una fuerte caída de los mercados. “Cualquier comparación con la burbuja tecnológica de 1999 debe considerarse en contexto. Los gigantes tecnológicos actuales están generando un sólido crecimiento de los beneficios”, argumentan.
Todos los años se han registrado caídas de los mercados
Dicho lo anterior, también hay que normalizar las caídas dentro de un funcionamiento correcto del mercado. Todos los años, incluso los más alcistas, tienen jornadas o semanas de corrección, como vemos en el siguiente gráfico. Si analizamos los datos históricos, observamos que las caídas del mercado se producen con una cierta regularidad. Las correcciones, que son caídas del 10% o más, se han producido más o menos una vez cada 18 meses y las caídas del 5% o más han ocurrido unas dos veces al año.
“Si analizamos la rentabilidad registrada por el índice S&P 500 desde 1928, vemos que la rentabilidad fue positiva durante el 73% del tiempo, una media de tres de cada cuatro años. La rentabilidad total anual fue negativa solo en un 27% de los años analizados”, resaltan los expertos de Capital Group.
Los periodos de volatilidad de los mercados son inevitables, pero no permanentes
Aunque las caídas no son agradables, Romo y Robbins insisten en poner en contexto que la volatilidad de los mercados no ha sido excesiva.
Según los cálculos de Benoit Anne, managing director del Grupo de Estrategia e Insights de MFS IM, la volatilidad de la renta variable no ha dejado de aumentar desde mediados de febrero, y el VIX se sitúa ahora en 26,33 puntos. Técnicamente, aún no cumple la definición de elevado -utilizando el criterio de un movimiento de 1 sigma desde la media a largo plazo-, pero Anne cree posible que lleguemos a ella muy pronto. Cuando el VIX cruce 28,80, se ajustará a la definición técnica.
Ahora bien, los episodios de volatilidad elevada han sido históricamente bastante raros y de corta duración, recalca el experto. Desde enero de 2000, ha habido 742 días de volatilidad elevada. Esto solo representa el 11% del total de días de trading durante todo el periodo. Además, los episodios de volatilidad elevada han durado 6,8 días de media desde el año 2000. “Y esa cifra incluye el impacto de la crisis financiera mundial, que por sí sola produjo un periodo de 171 días”, recuerda.
Al margen de la renta variable, Anne destaca también que los movimientos de la renta fija han sido bastante moderados, incluso en el caso de los high yield. Los diferenciales del high yield estadounidense se han ampliado 35 puntos básicos en el último mes, lo que no representa una gran caída en términos históricos.
“Los periodos de volatilidad de los mercados son inevitables, pero no permanentes”, afirman Romo y Robbins. “Para los inversores pacientes que mantienen el equilibrio en sus carteras y se enfocan en el largo plazo, la inestabilidad de los mercados no es más que un ruido de fondo”.