Repasamos los principales acontecimientos a nivel global que han afectado a la renta fija y renta variable en este último mes.
Guía rápida para ponerse al día con los mercados tras este verano

Así, el primer gran evento de agosto llegó con la rebaja de rating de la deuda gubernamental de Estados Unidos por parte de Fitch. La agencia de calificación cambió su calificación de AAA, la máxima calidad otorgable, a AA+.
La noticia de la rebaja se ha tomado con preocupación porque ha despertó los fantasmas de la crisis de deuda de 2011-2012. En esos años, la rebaja de rating por parte de la agencia S&P desde AAA, que coincidió con la crisis de la deuda soberana europea, fue un precursor de la volatilidad que se despertó en el mercado de deuda a principios de la década. Esa decisión, que también se anunció en verano, el de 2011, desencadenó la venta forzosa de deuda estadounidense.
Sin embargo, las gestoras internacionales se apresuraron en llamar a la calma. “El objetivo principal de esta rebaja de calificación crediticia es llamar la atención respecto a que el problema es importante, activando una especie de alarma entre las autoridades estadounidenses. Pero de momento es simbólica”, insiste Patrick Zweifel, economista jefe en Pictet AM. “Es verdad que, si la deuda de EE. UU. continúa deteriorándose y su gobierno no toma medidas, la rebaja puede ser mayor y llegar a afectar los flujos financieros, pero todavía estamos muy lejos”, añade.
1/5Agosto ha sido un mes de importantes movimientos de tipos por parte de los grandes bancos centrales. Tanto al alza como a la baja.
El Banco de Inglaterra subió los tipos 25 puntos básicos, del 5% al 5,25%. Un movimiento que John Butler, analista macroeconómico, y Marco Giordano, especialista en inversores, de Wellington Management califican como una subida dovish.
En opinión de ambos, el BoE se muestra cada vez más sensible a una ralentización del crecimiento, en lugar de a una inflación que retroceda de forma sostenible hacia su objetivo del 2%. “Las actas de la reunión, así como la conferencia de prensa del Gobernador Bailey, muestran que están tomando nota del aumento del desempleo y de la débil actividad económica. Sin embargo, en última instancia también se está tranquilizando al ver que la política monetaria está empezando a funcionar, con unas condiciones más restrictivas que empiezan a reducir el crecimiento”, detectan. Eso les lleva a pensar que el siguiente movimiento del BoE podría ser una pausa.
2/5La otra cara de la moneda lo vimos en China. En el último año los inversores confiaban en el renacimiento de la región tras el fin de sus políticas de covid cero, al igual que se dio en el resto de países desarrollados, pero ese boom económico no termina de llegar.
De hecho, sucede lo contrario. Y en agosto algunos datos macro despertaron de nuevo las preocupaciones. “Tras el fin de la pandemia, se suponía que la economía china volvería a estar en alza, como de costumbre. Pero las exportaciones chinas se han desplomado un 14,5% en julio, mucho más bruscamente de lo previsto”, comenta David Perrett, codirector de renta variable de Asia-Pacífico en M&G Investments.
Y con este telón de fondo pesimista China celebró el a mediados de mes su segundo pleno del Consejo de Estado. Probablemente motivado por la preocupación entorno a la debilidad de la economía del país, el primer ministro chino Li Qiang prometió ampliar la demanda interna de China promoviendo el consumo y las actividades de inversión.
“Afirmó que el gobierno pretende estimular la demanda de bienes duraderos, mejorar la proactividad de las inversiones privadas y reforzar la investigación y financiación de grandes proyectos de inversión. Li también hizo hincapié en la necesidad de mejorar significativamente la eficiencia de ejecución de las oficinas gubernamentales para salvaguardar la consecución de los objetivos económicos de este año”, cuenta Christiaan Tuntono, economista de Asia Pacífico de Allianz Global Investors.
No ha sido un mes fácil para China. Esa misma semana saltó la noticia de que el grupo inmobiliario Country Garden dejaría de pagar dos cupones de bonos en dólares. El banco central bajó inmediatamente los tipos, pero, en opinión de Edmond de Rothschild AM, no consiguió tranquilizar a los inversores. Y coincide en su valoración Aninda Mitra, responsable de macroeconomía y estrategia de inversión en Asia de BNY Mellon IM: “La decisión del Banco Popular de China de no rebajar el tipo de interés de los préstamos a 5 años y de recortar el tipo a un año menos de lo que se esperaba ha decepcionado al mercado, al tiempo que lanza señales confusas”.
En opinión de Mitra, la decisión de no rebajar de forma contundente sus tipos de interés responde al debate interno que mantiene el gobierno sobre la naturaleza y el alcance de la flexibilización, el espacio que debe ocupar la política monetaria y otros riesgos y prioridades.
3/5Y así llegamos a la cita más esperada del verano: el discurso de Jerome Powell en el simposio de Jackson Hole ha salido con las manos vacías. En un mensaje que se podría interpretar como hawkish (restrictivo), el presidente de la Fed insistió en el mantra de más subidas durante más tiempo y en la posibilidad de subidas adicionales en caso necesario.
“El presidente de la Fed reafirmó los mensajes comunicados en discursos anteriores, es decir, que la Fed no está convencida de que la inflación esté disminuyendo hacia su objetivo del 2% y que se requieren tres condiciones para que la Fed se tranquilice: la búsqueda de una reducción de la inflación tras las buenas cifras de junio y julio, una disminución del crecimiento por debajo del crecimiento potencial (lo que aún no ha sido el caso) y un reequilibrio del mercado laboral”, desgrana François Rimeu, estratega senior de La Française AM.
4/5Y con el tono duro de Powell aún presente hemos conocido el dato de inflación de la zona euro para agosto. Como bien comenta Martin Moryson, economista jefe para Europa de DWS, contrariamente a lo que esperaba la mayoría de los analistas y deseaban los consumidores, la tasa de inflación de la zona euro no bajó en agosto, sino que se mantuvo en el 5,3%. La tasa subyacente (es decir, la que excluye la energía y los alimentos) también se mantiene obstinadamente alta, y sólo bajó al 5,3% desde el 5,5% del mes anterior.
“Sin embargo, lo que realmente preocupa al BCE es que el precio de los servicios haya aumentado alrededor de un 5,5%”, analiza Moryson. En su opinión, un factor clave son los salarios. La cuestión para el BCE es si la ralentización económica que estamos experimentando es ya suficiente para mantener los salarios bajo control en el futuro. “Los datos de hoy indican que no se ha llegado ni mucho menos a un todo despejado y hacen que una subida de los tipos de interés en la próxima reunión del BCE sea una opción muy probable”, defiende el economista.
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