¿Ha llegado la hora de volver a invertir en emergentes?

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E-magic, Flickr, Creative Commons

Las valoraciones de la renta variable emergente están baratas en términos absolutos y en relación con la renta variable desarrollada. Ahora bien, ¿encierra esta afirmación una trampa de valor? ¿O ha llegado el momento de volver a plantearse la inversión en esta clase de activos? “Las valoraciones están cerca de los mínimos de las crisis de 2008 y de la puntocom y parecen convincentes desde el punto de vista de la valoración. Otra cosa es que este sea necesariamente el mejor momento para entrar en renta variable emergente, debido a que factores como la evolución del petróleo, la situación en China o la política monetaria de la Fed podrían ocasionar volatilidad”, reflexiona Projit Chatterjee, especialista de producto de renta variable asiática y de economías emergentes de UBS AM. Su punto de vista es que “teniendo en cuenta que las valoraciones parecen estar descontando muchos de los desafíos futuros, recomendaríamos comprar con un horizonte mínimo de inversión de 3 años”. 

“Estamos más cerca del final que del principio de la corrección”, continúa el experto. Éste indica que “los mercados emergentes han sufrido  durante los últimos tres años como consecuencia a los excesos acumulados durante el periodo de auge previo”, pero afirma asimismo que “se han corregido la mayor parte de los excesos”. Aporta algunos detalles: “Observamos una ralentización en el crecimiento salarial, así como en la concesión de crédito, en muchos mercados emergentes, pese a que en China el crédito sigue creciendo por encima del PIB. Muchas de las divisas emergentes también han corregido mucho, salvo otra vez el caso chino. También se han efectuado reformas, aunque claramente se necesitan más. En algunos países ni siquiera se han anunciado”. 

Nick Price, responsable del equipo de renta variable de mercados emergentes globales de Fidelity International, comenta que “la desaceleración del crecimiento económico en China sigue pesando sobre el sentimiento general hacia los emergentes, y el temor a que el debilitamiento del yuan dé lugar a la exportación de presiones deflacionistas agrava la debilidad del comercio mundial”. Price constata que no lo están teniendo fácil los países exportadores de materias primas, y que también está afectando al conjunto de la región el fortalecimiento de dólar, por reducirse el carry trade. 

A continuación, el gestor pone en contexto estos datos negativos: “A causa de estas presiones, las divisas de los mercados emergentes han llegado a niveles históricamente baratos, contribuyendo a mejorar las cuentas corrientes y la competitividad de las economías y a reducir el sentimiento negativo hacia ellas”. Recuerda a un tiempo que “los importadores netos de petróleo del este de Europa, y los países tipo Turquía e India están notando las ventajas de la caída del precio del petróleo dado el elevado peso de la energía en sus cestas del IPC. Esto ha generado un contexto de inflación benigna y aumentado la renta disponible de los consumidores”. 

Estas observaciones devuelven al experto de Fidelity al punto inicial de este artículo, las valoraciones: “Como consecuencia de las ventas recientes, la renta variable de los emergentes se encuentra en su nivel de precio/valor contable más barato desde la crisis financiera de 2008 y, en términos relativos, en su nivel más barato de los últimos 15 años frente a los mercados desarrollados”. Price considera que este hecho es positivo: “El apoyo de la valoración me da confianza para añadir exposición a empresas de calidad, donde las recientes caídas de las cotizaciones han aumentado nuestra rentabilidad total prevista a causa de las rentabilidades por dividendo crecientes y el potencial de subida hasta nuestros precios objetivo”.

¿Es real el hard landing chino?

Se puede afirmar sin lugar a dudas que China es en estos momentos el país emergente al que están prestando más atención los inversores. Como comentan Chatterjee y Price, las dudas sobre su crecimiento han influido de forma notablemente negativa sobre el sentimiento. Ahora bien, ¿está la economía china en el umbral de una nueva recesión? Desde Lazard Frères Gestion, el economista jefe Julien-Pierre Nouen lo descarta. “El consumo está tomando progresivamente el relevo a otros factores de demanda, lo que implica necesariamente una ralentización del crecimiento del país”, afirma en cambio. 

Nouen admite que la economía china tiene notables desquilibrios: “Ha incurrido en el pasado en un exceso de inversión en el sector inmobiliario y en algunos sectores industriales, donde las capacidades productivas son en la actualidad demasiado importantes: aluminio, acero, etcétera… El uso excesivo del endeudamiento para financiar estas inversiones ha provocado también fragilidades en el sector financiero. En el inmobiliario, los ajustes están verificándose”. No obstante, el economista indica que el Gobierno ha anunciado su compromiso de poner como objetivo prioritario para 2016 la reducción de la sobrecapacidad en algunos sectores, y recuerda asimismo que “los bancos chinos disponen de recursos suficientes para absorber los créditos morosos”. 

“El objetivo para el Gobierno chino es amortiguar la ralentización en curso. Para ello, ha relajado desde hace un año su política monetaria y ha establecido medidas específicas para dinamizar ciertos sectores de la economía”, continúa el experto. Éste concluye que “el crecimiento chino debería proseguir por una senda de ralentización progresiva, de manera controlada según nuestra opinión”.