¿Hay que reducir el riesgo en las carteras? Los selectores responden

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Altas valoraciones tras el buen comportamiento generalizado que se vio en casi todos los mercados, inflación disparada y a un tris de dejar de tener asociado ese adjetivo de “transitoria” y recorte en las previsiones económicas ante los efectos que Ómicron ( y las nuevas variantes que lleguen) puedan tener en la economía. Ante este panorama, lo normal sería pensar que es momento de reducir riesgo en las carteras y de hecho, en las últimas semanas del año ya se notó una cierta recogida de beneficios que dejó varias sesiones de caídas en los mercados.

Sin embargo, y aunque quizá sí que hay que ir con más cautela a la hora de componer las carteras, los selectores y directores de inversión de algunas de las gestoras españolas más grandes del mercado coinciden en que no solo no es momento de reducir riesgo en las carteras sino que, además, puede ser buen momento para aumentarlo.

"No estamos reduciendo nuestro riesgo en carteras y continuamos manteniéndolo en un entorno neutral (dependiendo del perfil de inversión) o neutral ligeramente sobreponderado", explica Álvaro Martín Sauto,  director de Integración Arquitectura Abierta en CaixaBank AM.

Por qué no es momento de ser muy defensivos

De hecho, Javier Egaña, director de inversiones de KutxaBank Gestión considera que "es discutible que en 2022 haya más riesgo que en 2021", explica. Y da sus razones. Por ejemplo subraya a este respecto que el porcentaje de la población vacunada contra el COVID será mucho mayor que en 202, que  previsiblemente este año contaremos con el medicamento que reduzca los síntomas de la enfermedad y que se sigue esperando que los beneficios empresariales crezcan en tasas de dos dígitos pese a la desaceleración económica. Y por todo ello "estamos subiendo el riesgo de renta variable en las carteras, manteniendo una sobreexposición en la zona Euro", explica.

En la misma línea, y citando casi los mismos argumentos, se sitúa Beatriz Catalán, responsable de gestión activa de Ibercaja Gestión.  "Seguimos siendo positivos en los mercados de renta variable, asumiendo que las rentabilidades ya no serán tan altas como las vistas en los últimos meses, y sobre todo en un contexto donde la volatilidad va a ser mayor al adentrarnos en un ciclo ya más maduro", afirma. Y añade: "No estamos reduciendo riesgo, pero sí reconocemos que 2022 no va a ser un año nada fácil de gestionar debido a las múltiples incertidumbres abiertas".

Los perfiles que lo tienen más complicado

Y es que en esa preferencia por el mercado de renta variable, mucho tiene que ver que cada vez son más los bancos centrales que están hablando de un movimiento hacia la normalización de su política monetaria ante la abrupta alza de la inflación, lo que deja a los activos de renta fija y a los inversores conservadores como los grandes perjudicados. "Los perfiles conservadores, con mayor proporción de renta fija, tienen un panorama menos favorable. Recomendamos invertir en carteras flexibles con gestión dinámica y muy diversificadas, para poder acceder a otros activos con perspectivas más favorables", explica Jaime Martínez, director global de Asset Allocation de BBVA Asset Management.

Dentro de esos activos se encuentran la renta variable pero también estrategias alternativas que permitan no estar tan expuestas al ciclo de los mercados. Esta última opción es la que defienden por ejemplo desde Santander AM. "Nuestro enfoque dentro de la parte de estrategias liquidas alternativas está orientado a construir carteras que dependan lo menos posible de factores macro con un sesgo fuerte a estrategias neutrales a mercado", explican Ángel Lara y Cipriano Sancho, analistas senior de mercados alternativos y privados de la gestora.

Hay más opciones. Por ejemplo, Diego Rueda, gestor de Unicaja, opta por recomendar fondos que puedan tener algo de exposición a renta variable para así compensar las posibles pérdidas en renta fija o por lo menos fondos de renta fija flexible que puedan buscar yield en diferentes escenarios.

Cuanto más mayor, más conservador

Todos los expertos consultados coinciden en señalar a los perfiles más conservadores como los que tienen más complicado conseguir rentabilidades positivas con sus inversores. Y eso es un problema ya que en España gran parte de los inversores se incluyen en esta categoría. En concreto, según el último Barómetro del ahorro publicado por Inverco, el 51% de los inversores milenials, el 53% de los baby boomers y el 62% de los silent generation reconocen tener un perfil conservador. Precisamente las generaciones que más ahorran a través de fondos de inversión.

Además, hay que tener en cuenta que sigue siendo muy elevado el ahorro financiero que sigue habiendo en depósitos y cuentas corrientes de España. Tanto que supone el 41% de todo el ahorro de las familias, según los últimos datos publicados por el Banco de España al cierre de septiembre, y recogidos por Inverco. Dinero que ni siquiera está invertido y que por tanto pierde valor con cada punto de subida de la inflación.