Hay quien piensa que ahora la Fed empezará a virar su política monetaria... y quien piensa todo lo contrario

Lo que parece claro es que los inversores han perdido visibilidad. Lo demuestra el hecho de que ya no exista un consenso claro sobre hacia dónde va a mover la Fed los tipos tras la quiebra de Silicon Valley Bank
Foto: Markus Winkler, Unsplash

Para un banco central, la credibilidad es obviamente crucial para la dirección de la política monetaria. De hecho, cuanto más creíble es un banco central, mejor orienta las expectativas de inflación y más eficaz es la transmisión de la política monetaria. La investigación académica ha demostrado que los dos principales determinantes de la credibilidad son el track-record (es decir, el logro de los objetivos) y la independencia. Con respecto a la Fed, la cuestión de la credibilidad se ha planteado con agudeza desde su diagnóstico erróneo de la naturaleza transitoria de la inflación.

No sabemos si la autoridad monetaria americana ha perdido credibilidad. Lo que parece claro es que los inversores han perdido visibilidad. Lo demuestra el hecho de que ya no exista un consenso claro sobre hacia dónde va a mover la Fed los tipos tras la quiebra de Silicon Valley Bank y Singnature Bank. La semana pasada, la expectativa para el mes de julio de los Fed Funds era que los tipos estuviesen en el 5,5%. Ahora, echando un vistazo a la pantalla, se observa que esa expectativa ha caído al 4,4%, cuando los tipos están en el 4,75%. Es decir: los mercados descuentan ahora que la Fed va a bajar tipos.

Quienes piensan que los bancos centrales virarán su política...

Para Arun Sai, estratega de Pictet Asset Management, los bancos centrales probablemente se sientan presionados para ralentizar el endurecimiento de la política monetaria, ya que el colapso de Silicon Valley Bank pone de manifiesto las tensiones económicas derivadas de la rápida subida de los tipos de interés. “Esta quiebra recuerda que las subidas de tipos tienen la desagradable costumbre de actuar con retraso. En el actual ciclo de endurecimiento los efectos negativos se han visto retrasados por el exceso de ahorro de los consumidores y crédito fácil acumulado durante la pandemia”.

A su juicio, la quiebra también indica que una recesión es más probable de lo que los inversores pensaban. “Los bancos centrales ahora tendrán que considerar el impacto de cualquier nueva subida de tipos de interés en la estabilidad del sistema financiero. El caso es que es posible que se adelante el final del endurecimiento en EE.UU., sobre todo porque afecta desproporcionadamente a los bancos más pequeños. Aun es posible una subida de 0,25% de la Reserva Federal -un aumento de 0,5% está descartado- e incluso que se mantengan los tipos”, señala el experto.

Su opinión va en la misma línea que la de Vincent Vinatier, gestor de carteras en AXA Investment Managers, quien considera que, tras el colapso de Silicon Valley Bank, "es probable que la Fed adopte un enfoque más prudente a la hora de subir los tipos, ya que lo importante sigue siendo la inflación y la fortaleza económica". Y con la de Mondher Bettaieb-Loriot, responsable de Renta Fija Corporativa en Vontobel AM, quien en una entrevista con FundsPeople asegura que la Fed ha ido demasiado lejos. “Necesitaba una señal para saber cuándo parar y esa señal ya se ha producido. Todo ello refuerza mi convicción de que la Fed recortará tipos en 2023”.

... y quienes piensan que no

Su opinión es lo que empieza a marcar el consenso. Sin embargo, no todo el mundo piensa igual. El análisis de Christophe Morel, economista jefe de Groupama AM, sugiere que la Fed está manteniendo su credibilidad, lo que reforzará la determinación del banco central de mantener condiciones monetarias restrictivas.

“Esto no solo confirma nuestro objetivo a largo plazo de los Fed Funds en el 6%, con un riesgo al alza. Sobre todo, creemos que cuando la economía estadounidense esté en recesión a finales de 2023, la Fed no querrá bajar sus tipos de referencia. No teme provocar una recesión ante el riesgo de una espiral inflacionista. No correrá el riesgo de revivir las expectativas de inflación a través de una relajación inadecuada de las condiciones monetarias”, augura el experto.

En Europa, Martin Wolburg tampoco ve mucho margen para que se empiece a dar marcha atrás. “Para el BCE la situación sigue siendo difícil. La inflación subyacente es demasiado alta y la presión inflacionista está muy generalizada. Los últimos comentarios de los miembros del Consejo de Gobierno han sido, en general, de línea dura, sugiriendo la necesidad de un mayor endurecimiento. El fuerte crecimiento de los salarios se considera preocupante para las perspectivas de inflación a medio plazo. Aunque la inflación subyacente se reducirá, se mantendrá muy por encima de la zona de confort del BCE”, anticipa el economista senior en Generali Investments.

Aun teniendo en cuenta el riesgo de un endurecimiento excesivo, el experto cree que Christine Lagarde optará por subidas de 50 puntos básicos en las dos próximas reuniones (marzo y mayo) antes de poner fin a su ciclo de endurecimiento con una nueva subida de 25 puntos básicos que eleve el tipo de depósito al 3,75% en junio. “Aunque esta opinión coincide con las expectativas actuales del mercado, diferimos de los mercados al esperar que el tipo máximo se mantenga al menos hasta mediados de 2024. Solo a partir de entonces, con unas perspectivas de inflación subyacente más favorables, vemos margen para una política menos restrictiva”, concluye.