¿Hemos vuelto a la casilla de salida en la lucha contra la pandemia? Hablan las gestoras

Coronavirus
Foto: Fusion Medical Animation, Unsplash

La variante ómicron nos está haciendo recordar lo peor de la pandemia: repunte de casos, confinamientos, retricciones y cierres (por ahora, parciales) de las economías. Pero eso no significa que estemos yendo hacia atrás en la lucha contra la pandemia.

Es cierto que, tal y como explican Gilles Moëc, economista jefe en AXA IM, y Chris Iggo, director de Inversiones de la gestora, "la aparición de la variante nos obliga a considerar un riesgo a la baja en nuestro escenario central para 2022". Es lo que están haciendo muchos economistas en estos momentos: rebajar sus expectativas de crecimiento para el próximo año ante los efectos que pudiera tener la nueva cepa sobre la actividad económica.

Los expertos reconocen que "la combinación de una alta velocidad de propagación de la variante y un número todavía significativo de personas sin ninguna protección puede significar que serán necesarias medidas restrictivas adicionales en las próximas semanas para preservar la capacidad de atención sanitaria". Y advierten: "esto haría mella en el crecimiento del PIB este invierno, aunque probablemente sería una mera pausa en la trayectoria de recuperación. No hemos vuelto a la casilla de salida en la lucha contra la pandemia", subrayan.

La relación entre contagios y hospitalizaciones es ahora más débil

En una línea muy similar se pronuncia Richard Dunbar, responsable de Análisis de Multiactivos en Abrdn. “Nos alienta cómo progresa el COVID-19 a nivel global. Los procesos de vacunación han sido un éxito, especialmente en los mercados desarrollados. Los países emergentes han quedado rezagados en ese camino, pero el reciente aumento de la aceptación en China es alentador”.

De acuerdo con el experto, si de algo ha servido la variante ómicron es para que hagamos una pausa y reflexionemos. “La nueva cepa ha provocado un aumento de las tasas de contagios en todo el mundo. Sin embargo, la relación entre los contagios y las hospitalizaciones parece ser más débil, según lo que sabemos en esta fase tan temprana”, destaca.

“Ómicron nos recuerda que el mundo puede ser solo tan bueno como lo sea el eslabón más débil de la cadena de vacunación. Esta verdad evidente debería estar muy presente en la mente de los líderes mundiales en el año que viene y permitir la continua reapertura de la economía mundial”, concluye.