Henderson: 2014 está siendo “un año excepcional” para los dividendos

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LendingMemo, Flickr, Creative Commons (http://www.lendingmemo.com)

La tercera edición del Henderson Global Dividend Index, que publica Henderson Global Investors con carácter trimestral, refleja un fuerte crecimiento de los dividendos en todo el mundo. En particular, los autores del informe observan un crecimiento general del 11,7% interanual en el segundo trimestre, hasta alcanzar un nuevo récord de distribución de 426.800 millones de dólares. Esto supone un aumento de 44.600 millones de dólares que, para hacerse una idea, equivale a los dividendos distribuidos en Japón en todo un año. Durante el primer semestre en su conjunto, los dividendos generales crecieron un 18,4%, la tasa más acelerada durante un semestre desde 2011. De esta forma el índice desarrollado por la firma británica, el Henderson Global Dividend Index, ha pasado de los 151,6 a los 157,8 puntos a finales de marzo, lo que implica que los dividendos han crecido un 57,8% en los últimos doce meses.

“El segundo trimestre resulta especialmente importante, ya que supone casi dos quintos de la distribución total anual, por lo que el sólido crecimiento registrado ha sido muy esperanzador. Los mercados desarrollaron impulsaron las cifras positivas, con Europa y Japón a la cabeza, tras haber ocupado un segundo plano en los últimos trimestres”, indican desde la gestora. Concretamente, Europa ha sido la región que ha dominado la escalada de las retribuciones, con una contribución de más de dos quintos al crecimiento total a escala mundial. Esto se puede explicar porque las empresas europeas suelen elegir el segundo trimestre de cada año para repartir el grueso de sus dividendos; de hecho, este año abonaron 153.400 millones de euros, un 18,2% en términos generales, encabezadas por Francia, Suiza y España. 

Desde Henderson GI añaden que el gran impulso protagonizado por el euro y el franco suizo representó 7.300 millones de dólares (5,6 %) en la tasa de crecimiento total de Europa. Aún así, el crecimiento de 16.400 millones de dólares —a unos tipos de cambio constantes— registrado en la región supone “su mejor resultado en los cinco años de trayectoria del índice, lo que implica que los inversores nacionales en Europa también están beneficiándose del aumento de la tasa de crecimiento”.

Japón también arrojó un crecimiento convincente del 18,5%, que llevó sus distribuciones hasta los 25.200 millones de dólares. “Ahora que se están disipando las notables caídas interanuales del yen, los efectos de esta divisa sólo han supuesto una pequeña rémora para la cifra total de crecimiento en este país”, indican los autores del informe. Asimismo, señalan que en EE.UU. se ha registrado un aumento interanual de los dividendos del 13,8%, con crecimiento en todos los sectores salvo el de la minería.

Alex Crooke, director del equipo de Global Equity Income de Henderson Global Investors, ha destacado que “2014 parece ir por el buen camino para arrojar el mayor crecimiento de dividendos a escala mundial desde 2011, sólo que esta vez gran parte de dicho crecimiento procederá del aumento de los repartos de las propias empresas en vez de las fluctuaciones de las divisas”. Crooke recuerda que, en 2011, más de un tercio del crecimiento procedió de la depreciación del dólar. En cambio, estima que ahora “los mercados desarrollados se encuentran a la cabeza y esperamos que esta tendencia continúe. Resulta especialmente alentador ver cómo Europa y Japón están incrementando considerablemente sus dividendos a los accionistas, tras haber ocupado un segundo plano hace relativamente poco tiempo”.

Muy diferentes han sido los resultados en el mundo en vías de desarrollo: el índice creado por Henderson GI refleja una caída del 14,6% (en dólares) de los dividendos emergentes. Atribuyen este descenso a las variaciones en el índice y a la caída en picado de los tipos de cambio como consecuencia de la lucha de varios bancos centrales emergentes por frenar la depreciación de las divisas.

Otra de las conclusiones del estudio es que las divisas mundiales siguen mostrando volatilidad aunque, a medio plazo, su efecto es limitado. En los últimos cinco años, han supuesto tan sólo un 1,4% de los 4,5 billones de dólares en dividendos totales distribuidos.  En el último trimestre, el efecto divisa se quedó en un 1,5%, dado que algunas monedas se apreciaron y otras se depreciaron frente al dólar.