Hervé Hanoune: del Amundi Funds Bond Global Aggregate al Vontobel Fund Global Aggregate Bond

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Foto cedida

Se ha cumplido un año desde la incorporación de Hervé Hanoune a Vontobel. Tras más de 15 años en Amundi, el director de renta fija y miembro del Comité de Gestión de la gestora suiza cambió Londres por Zurich y el Amundi Funds Bond Global Aggregate por el Vontobel Fund Global Aggregate Bond, producto lanzado en octubre con las mismas características que el fondo que gestionaba en Amundi: gestión activa con estilo flexible pudiendo moverse libremente entre bonos corporativos y soberanos, divisas, bonos de alto rendimiento y deuda de mercados emergentes. Su objetivo: ofrecer a sus clientes lo mejor del universo de renta fija global dentro de un único fondo. ““Es un fondo muy similar al que gestionaba en Amundi. Nuestro enfoque de inversión está diseñado para busca generar rentabilidades positivas independientemente de cuáles sean las condiciones del mercado en cualquier segmento del universo de renta fija", afirma.

En una entrevista concedida a Funds People en las oficinas de Vontobel en Zurich, el gestor reconoce que la renta fija se ha convertido en una clase de activo que representa un claro desafío. “La volatilidad que vimos durante los meses de mayo y junio lo ha dejado claro”. En este sentido, Hanoune está convencido de que la mayor o menor flexibilidad de las que dispongan las estrategias va a ser uno de los factores que marcarán la diferencia. “Tener las manos libres para poder aproximarte al mercado de una manera oportunista resulta en estos momentos clave. No se puede hablar de la renta fija como una clase de activo única. Es muy heterogénea. El universo es muy amplio y el comportamiento de los diferentes activos que lo integran muy diferente. No gestionamos haciendo una asignación por activos, sino por riesgo. Seguimos un estilo dinámico y flexible en el que el tamaño que cada posición tiene en la cartera va en función del riesgo que entraña”.

Para controlar el riesgo, se fija un límite concreto. “Ahora, por ejemplo, nos gusta el crédito y el high yield, que aporta carry, pero nunca asignaríamos más de un 40% a ningún segmento para que no se vea afectado el efecto de la diversificación. Una posición por si misma no puede explicar la rentabilidad de la cartera. Es la combinación de muchas, ninguna con un peso significativo en el conjunto. Con algunas apuestas ganas, con otras pierdes… Lo importante es que tu riesgo esté equilibrado y puedas compensar y generar rentabilidades positivas estables en un horizonte de 1-2 años”. Otra de las áreas a los que presta especial atención es al análisis de las correlaciones entre los distintos segmentos del mercado, sobre todo teniendo en cuenta que –según explica- “estas cambian rápidamente. Si no las estudias correctamente, los factores de riesgo pueden cambiar. Debes saber en qué entorno de mercado estás y cómo pueden variar”.

Uno de los aspectos más significativos de la estrategia es la importancia que tienen las divisas en la cartera, lo mismo que en el anterior fondo que gestionaba. “Consideramos a las divisas como una clase de activo aparte. Elevan la eficiencia de la cartera y optimizan el efecto diversificador. Hacemos apuestas de valor relativo. En estos momentos, por ejemplo, estamos largos de dólar frente a un conjunto de divisas, como el euro o divisas emergentes de países con una estrecha vinculación a las materias primas. Esta estrategia te permite controlar la volatilidad de la cartera y, además, estar invertido en un activo de gran liquidez”. Para Hanoune, el tamaño del fondo también es muy importante en el entorno actual. “Ahora más que nunca. Es imposible vender papel en el mercado en momentos de estrés como los vividos recientemente. También te permite aprovechar mejor las oportunidades que se presentan por valoración en correcciones como las que hemos vivido”.

Hanoune busca extraer valor siguiendo un análisis tanto bottom up como top down. Algunas son posiciones a largo plazo, otras más estratégicas. Tiene a todo un equipo de gestores especializados en cada clase de activo sentados en torno a él. Entre ellos, a Mondher Bettaieb (gestor de renta fija corporativa europea) o Luc D’Hooge (renta fija emergente). “Cuando hay un nuevo emisor o volatilidad en el mercado tengo a los expertos cerca. Con los analistas, se pierde el 90% de la información. Muchos de los nombres que Bettaieb o D’Hooge tienen en sus carteras también están en la mía, pero no es una cuestión de cuánto peso quiero asignarle a la renta fija corporativa europea o a los emergentes, sino cuál es el mejor bono en el que invertir cuando quiero incrementar la ponderación en un segmento de mercado determinado”. Esto le permite también intercambiar impresiones. Coincide, por ejemplo, con Bettaieb en su análisis sobre la inflación, la única variable que podría hacer cambiar la política de los bancos centrales. “Es difícil que repunte. En el actual escenario, no veo qué podría motivarlo”.