La encuesta realizada por Natixis IM muestra optimismo entre los gestores de patrimonios, con una expectativa de crecimiento de AuM a nivel global del 13,4%, mientras que para España se espera sea del 16,7% en 2025.
El crecimiento ha sido fuerte para los gestores patrimoniales en los últimos cinco años. Durante este periodo, los activos bajo gestión (AUM) han crecido un 20% a nivel global. Según los hallazgos publicados por Natixis Investment Managers en su reciente edición del estudio 2025 Wealth Industry Survey – The Eve of Disruption, la expectativa de crecimiento es aún más ambiciosa para 2025. Tienen una proyección promedio del 13,7%. Sin embargo, los responsables del sector son conscientes de que cumplir con estas expectativas no será fácil. Esto se debe a cambios geopolíticos, incertidumbre económica y rápidos avances tecnológicos.
El informe también revela diferencias regionales significativas en las proyecciones de crecimiento. Mientras en Asia se prevé un crecimiento del 8,3%, en Estados Unidos la expectativa alcanza un notable 17,6%. Además, las firmas planean impulsar su expansión mediante estrategias específicas. Estas incluyen productos como los ETF activos, modelos de carteras multiactivo y un mayor enfoque en activos privados. Dichos instrumentos están destinados a mejorar tanto la diversificación como la rentabilidad en un contexto global volátil.

Este informe, basado en encuestas realizadas a 520 profesionales de inversión de 20 países, subraya que aunque las expectativas son optimistas, los gestores enfrentan un entorno desafiante. Este se marca por riesgos geopolíticos, inflación persistente y profundas transformaciones tecnológicas.
La IA es clave para la transformación del sector
La tecnología emerge como una solución decisiva ante estos desafíos. De hecho, el 79% de los profesionales a nivel global (68% en España) considera que la inteligencia artificial (IA) acelerará significativamente el crecimiento de sus beneficios en la próxima década. Esta percepción no es meramente teórica: el 58% de las firmas globales (60% en España) ya ha integrado herramientas de IA en sus procesos de inversión, especialmente en países europeos como Alemania (72%), Francia (69%) y Suiza (64%).
La IA facilita no solo la identificación de oportunidades de mercado y la evaluación del riesgo, sino también permite ampliar la gama de servicios ofrecidos al cliente, algo crucial en un entorno cada vez más competitivo. Además, el 69% considera que la IA ayuda a descubrir oportunidades ocultas en el mercado, mientras que el 62% la ve esencial para evaluar riesgos financieros.

Sin embargo, más de la mitad de los encuestados (52%) advierte que el auge de la IA también potencia el desarrollo del asesoramiento automatizado (robo-advisors), generando nuevos competidores que podrían captar parte de la cuota de mercado. Incluso, un 58% cree que las firmas que no adopten tecnologías de IA corren el riesgo de volverse obsoletas.
Activos privados: creciente apetito y barreras por superar
Junto con la tecnología, los activos privados se perfilan como una de las grandes tendencias de inversión para 2025. Casi la mitad de las firmas afirman que satisfacer la demanda de los clientes en este tipo de activos será un factor crítico en sus planes de crecimiento. De ahí que la encuesta revele que algo más del 90% de los encuestados planean incrementar o mantener su oferta a mercados privados. Además, las asignaciones en inversiones alternativas corresponden ya en un 77% a private equity, deuda privada, infraestructuras y sector inmobiliario.
Sin embargo, el acceso limitado a inversiones privadas representa un obstáculo para el 28% de los gestores de patrimonio españoles (26% a nivel global). Asimismo, un 52% de los gestores en España afirma que la falta de liquidez como una limitación fundamental. También existe la necesidad de mejorar la educación financiera de los clientes. Un 52% afirma que muchos inversores no comprenden plenamente las implicaciones de invertir en activos con horizontes de inversión más extensos y restricciones de liquidez.
Pese a estas barreras, tres cuartas partes de los encuestados españoles afirman que los activos privados son una estrategia idónea para inversores con horizontes largos. Esto se aplica especialmente a los ahorradores para la jubilación.
Inversiones activas y ETF activos: protagonismo creciente
Las inversiones activas han obtenido buenos resultados recientemente: el 62% de los gestores asegura que estas han superado a las pasivas en el último año. Por ello, casi todas planean aumentar su oferta de inversiones activas. Además, el 63% cree que los mercados volverán a favorecer la gestión activa en 2025.
Esta preferencia por las inversiones activas responde a la incertidumbre actual. A nivel global, el 68% considera que son eficaces tanto para proteger el patrimonio como para generar rentabilidad adicional (alfa). En Asia, esta opinión aumenta al 76%. Asimismo, el 73% opina que las inversiones activas son esenciales para gestionar con éxito la situación actual en renta fija.
Por otro lado, las inversiones pasivas también mantienen protagonismo, siendo la gestión de costes una razón clave. En este sentido, los ETF activos combinan ventajas de ambas estrategias. Unen costes más bajos con el potencial de superar índices, siendo una solución que gana adeptos. El 77% globalmente y el 92% en Asia destacan la facilidad operativa como ventaja significativa frente a fondos tradicionales.
El 96% de los gestores planea incrementar su oferta de ETF activos, viéndolos adecuados especialmente para la gestión de costes (38%). También para posiciones centrales de cartera (33%) y estrategias satélites en torno a un núcleo pasivo (31%).
Geopolítica e inflación: los grandes desafíos del sector
Entre las mayores preocupaciones de los encuestados se encuentran los riesgos geopolíticos como la principal amenaza económica. El temor a nuevos conflictos internacionales supera incluso a la inquietud por la inflación. En Europa, además, un 61% teme la llegada de un escenario de estanflación. Esto condiciona notablemente las perspectivas económicas regionales.
En este entorno complejo, la mayoría de los profesionales (68%) se mantiene firme en sus proyecciones de rentabilidad. Esperan retornos promedio del 7,4% para carteras de riesgo moderado en 2025. Pese a ello, los gestores reconocen que será crucial adaptarse ágilmente a las circunstancias cambiantes del mercado. Por eso, mantienen una asignación baja al efectivo en una cartera de riesgo moderado:
