Inflación o deflación. Un dilema para 2011

Todo parece indicar que en 2011 el mundo seguirá creciendo, quizás a un ritmo menor que en 2010, pero creciendo en definitiva. Por lo tanto, podemos prever que los beneficios de las compañías serán algo mejores que los actuales, aunque tampoco se prevean crecimientos elevados.

Desde un punto de vista inversor, al valorar las compañías en las que invertimos, tan importante es acertar en las previsiones de beneficios, como en la valoración de dichos beneficios, y es aquí donde las expectativas de inflación juegan un papel crucial. La historia nos indica que con inflaciones elevadas o en deflación, las valoraciones de las compañías son menores, o lo que es lo mismo, que los inversores están dispuestos a pagar PER bajos. Sin embargo, en un entorno de inflaciones moderadas y bajo control, las compañías cotizan a PER elevados.

Si analizamos el comportamiento de los tipos de interés en EEUU desde septiembre hasta ahora podemos sacar dos conclusiones. Primera, los bonos ligados a inflación prácticamente no se han movido, están en torno al 0% el bono a 5 años y al 1% el bono a 10 años. Esto nos indica que el mercado sigue sin ver ningún viso de crecimiento para la economía americana en el horizonte de los próximos 5 años. Segunda, los bonos nominales han aumentado su rentabilidad en torno al 0,7% y dado que las expectativas de crecimiento han permanecido inamovibles, tal y como hemos comentado anteriormente, este alza corresponde a un aumento de las expectativas inflacionistas. Este crecimiento es la respuesta a la emisión de oferta monetaria anunciada por la FED, sin embargo, en una economía abierta y global buena parte de este dinero correrá a los mercados emergentes que ofrecen mayores rentabilidades, drenando las presiones inflacionistas dentro de EEUU.

En 2011 EEUU se moverá entre el corsé de una elevada deuda pública y el impulso monetario de la FED en el tercer año del ciclo presidencial americano. Los temores a futuros brotes inflacionistas pueden surgir, pero el último dato del IPC americano se sitúa en el 1,1% por debajo del 1,2% de septiembre, lo que indica que la inflación está controlada. Las expectativas de inflación calculadas como mera diferencia entre los bonos nominales y los reales se sitúan por debajo del 2,5%, lo que indica una inflación moderada. En definitiva, con estos datos de inflación, los ratios de valoración de las bolsas se situarán en niveles altos.