Íñigo Escudero (Invesco): “El cliente necesita y valora que le ayudes en temas que van más allá de la pura gestión de activos”

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Foto cedida

A toda situación negativa hay que mirarle también su parte positiva. Porque siempre hay un lado bueno de las cosas. La crisis del coronavirus nos va a permitir ver el mundo de otra manera, prestando más atención a lo que en realidad es más importante en la vida (salud, familia, trabajo…), al igual que ahora nos está haciendo valorar aún más a los profesionales que trabajan en el sector sanitario. Este nuevo enfoque se puede extrapolar a cualquier ámbito de la vida, también al de la industria de gestión de activos, la cual “tras el paso del COVID-19 será diferente”, afirma en una entrevista con FundsPeople Íñigo Escudero, director de Invesco para Iberia, Latinoamérica, EE.UU. Offshore e Israel. De hecho, ya lo está siendo. Por varios motivos.

En primer lugar, porque la forma de trabajar ha cambiado radicalmente, sobre todo en lo que respecta a la manera en la que se contacta con el cliente. “Antes del estallido de la crisis del coronavirus, la mayor parte de la relación entre la gestora y sus clientes se entablaba presencialmente, con reuniones diarias físicas con ellos, visitas de gestores a España o de clientes a los centros de gestión de la entidad… Todo esto se ha parado y este año será difícil que lo volvamos a retomar. Dependerá de la evolución del virus y de si hay o no vacuna, pero personalmente me pongo en el escenario de que este tipo de eventos se van a cancelar y la manera de apoyar e interactuar con el cliente se realizará fundamentalmente de forma telemática”, reconoce Escudero.

Según explica, “la parte positiva es que este salto al mundo digital se ha realizado con éxito, manteniendo además elevados los estándares de calidad”. A nivel interno, no les cogió por sorpresa. “Hemos tenido la gran suerte de haber podido aprender de la experiencia de la oficina de Hong Kong, en la que trabajan más de 100 profesionales. El año pasado allí se tomó la decisión de teletrabajar debido a las dificultades de movilidad que provocaron las revueltas estudiantiles. Fue una experiencia muy importante a la hora de poder gestionar esto a escala global, que nos permitió aprender de los aciertos y los errores. Pudimos poner rápidamente a todos los departamentos a trabajar desde casa y seguir operativos desde el minuto uno. En la oficina de Madrid, una semana antes de que el Gobierno declarase el estado de alarma, estábamos trabajando en remoto”.

A su juicio, la clave ha estado en haber podido adaptarse a los clientes. “No todos estaban igual de preparados. Durante los primeros días era más difícil poder contactar con ellos, pero tras la segunda semana todos estaban completamente disponibles”. Además de la manera en la que se contacta con el cliente, otra de las cosas que también han cambiado es el tipo de información que se pone a su disposición.  “Vamos más allá de hablar del fondo equis o de la última decisión de la Fed. Les formamos en temas que les pueden ayudar tanto en el plano profesional como personal, como liderazgo, adaptación a este gran cambio, qué hacer para que te afecte lo menos posible, uso de herramientas digitales, cómo comunicarte con tu cliente a distancia, cómo mejorar tu relación con él… Son cuestiones que van más lejos de lo que es puramente la gestión de activos. Hoy el cliente también necesita esto y lo valora”.

Escudero revela que en su entidad continúan invirtiendo en formación, algo que antes hacían de forma más presencial y ahora de manera telemática. “Lo positivo es que, haciéndolo a través de canales telemáticos, te permite llegar a más participantes. Hemos realizado cuatro programas educativos a los que, en total, se han conectado 1.200 personas. Es una cifra muy elevada con unos estándares de calidad que, según los inscritos, ha sido muy similar al que nos otorgaban cuando lo hacíamos de forma presencial. La pregunta es si, tras la crisis del coronavirus, deberíamos seguir haciendo estos eventos de manera digital o si, por el contrario, sería conveniente volver al formato original. La respuesta quizás esté en buscar un punto de equilibrio, hacer una mezcla de ambas”.

Cambio de paradigma: de un mundo 100% presencial a otro 100% digital

En su opinión, las partidas destinadas a eventos presenciales se reducirán al quedar acreditado que se pueden hacer igual de bien de forma telemática. Pero eso no quiere decir que lo digital suprimirá a lo presencial.

“Los clientes se sentirán cómodos utilizando la tecnología para trabajar, pero el contacto presencial es importante. Hemos pasado de un negocio casi 100% físico a 100% digital y lo lógico es que cuando esto acabe exista un equilibrio entre ambos. El mundo no es ni físico ni digital, pero lo que está claro es que las entidades invertirán mucho en tecnología. El número de eventos se reducirá sustancialmente, lo que se dice supondrá democratizar la industria. Las gestoras más pequeñas no solían estar presentes en grandes eventos, dado que no podían participar por cuestiones de presupuesto. Lo comparto, pero estos cambios obligan a hacer un esfuerzo inversor fuerte en tecnología en un entorno en el que además existe compresión de márgenes y presión regulatoria. Las pequeñas necesitarán ese pulmón financiero para soportarlo. O tienes escala o les será muy difícil. Ese es el motivo de todas las fusiones y adquisiciones que estamos viendo en la industria y donde nosotros hemos participado con la compra de Source, Oppenheimer o Guggenheim”.

Lo que los mercados están empezando a descontar

Otra de las cosas positivas que nos deja esta crisis es la mayor capacidad del inversor español para tolerar las pérdidas. Es algo en lo que coinciden la mayoría de los responsables de las gestoras internacionales. Para Escudero, “la caída ha sido tan repentina que ha sorprendido a todos. Cuando tomas decisiones de inversión, tienes que analizar muy bien los motivos en los que te basas. Y, a menudo, cuando has llegado a la conclusión, el mercado ya ha descontado eso y mucho más. En esta ocasión la decisión, por tanto, fue la de mantener. Quien lo hizo acertó. Los mercados han rebotado, aunque con intensidades diferentes. En Estados Unidos ha sido brutal. La Fed tiene mucho que ver en ello. Ahora lo que toca es analizar qué compañías van a ser las grandes ganadoras y cuáles no. Es lo que el mercado está poniendo en precio”.

Otra de las cosas que está empezando a descontar el mercado es que las compañías tecnológicas saldrán reforzadas de esta crisis. Según el director de Invesco, la prueba más evidente es que el Nasdaq está en positivo en el año. “Los índices de referencia que utilizan los clientes suelen ser el EuroStoxx 50, el MSCI Emerging Markets, el Nikkei, el S&P 500... La mayoría no utiliza el Nasdaq, aunque muchos lo están empezando a valorar. Los clientes están viendo cómo esta crisis está cambiando el mundo y si esos cambios obligan a realizar modificaciones en los índices que manejan. Porque las cosas hoy ya no son igual. Las empresas tecnológicas no son las ganadoras del futuro, sino las del presente. Son compañías de la economía real, enormes, con una proyección tremenda, que además se están viendo beneficiadas por los nuevos patrones de comportamiento que ha impuesto el confinamiento”, indica.

“Antes hablábamos de sectores como el consumo cíclico o defensivo. Ahora se centra en la temática del consumo. Se van a producir cambios radicales en la manera de consumir. La gente seguirá yendo a las tiendas físicas, pero ha aumentado el número de gente que consume por Internet. Y esta crisis ha acelerado esta tendencia. Eso es obvio. Hemos recibido preguntas de clientes sobre si teníamos fondos que invirtiesen en este tipo de compañías. Se puede invertir en estas compañía a través de un fondo cotizado sobre el Nasdaq, como nuestro Invesco QQQ ETF (EQQQ ETF versión UCITS), que es el más grande del mercado o, si este producto no es fiscalmente atractivo para el inversor, a través de un fondo de gestión activa, como el Invesco Global Consumer Trends, que invierte en compañías con un perfil de consumo digital”, expone.

La gestora dispone de distintas estrategias con Sello FundsPeople, con la calificación Consistente. Este año han entrado dos nuevas, una de renta variable china, el Invesco China Focus Equity, y otra de renta fija, el Invesco Active Multi Sector Credit Fund.

Un mensaje que ha subido a otro nivel

Otra de las grandes tendencias que Escudero aprecia actualmente es que los clientes están diversificando más sus carteras, incrementando su exposición a activos de fuera de Europa. “Hace 10 años el mensaje era invierte menos en España y más en Europa. Ahora ese mensaje se está haciendo a otro nivel: no inviertas solo en Europa, sino más fuera de Europa, lo que en términos prácticos está significando, básicamente, invertir más en Estados Unidos, tanto en su mercado de renta variable como de renta fija. Con la reducción de los tipos de interés por parte de la Fed, el coste de cubrir el dólar se ha reducido de manera muy significativa, lo que está haciendo que los inversores vuelvan a evaluar entrar en el mercado de renta fija americana. Eso sí: las quiebras van a aumentar, sobre todo en la parte de high yield, y lo harán de manera importante, por lo que saber seleccionar será clave”.

El hecho de que la renta fija vaya a convertirse en un mercado atractivo a la vez que minado es lo que le lleva a pensar que, en este entorno, será fundamental apoyarse en gestores de renta fija flexible, “pero flexibles de verdad. Los buenos gestores de renta fija con vehículos con una flexibilidad alta, como el Invesco Global Total Return Bond, lo están haciendo muy bien. Serán los ganadores. Estamos viendo una tendencia por parte de nuestros clientes a buscar este tipo de productos”. También hacia el oro, donde el inversor está buscando protección para sus carteras. “Es un activo refugio que se ha comportado bien y donde desde marzo hemos visto entradas de 2.400 millones de euros en nuestro Invesco Gold ETF, el más grande del mercado”.

Antes raramente se veía en las carteras de los inversores y ahora cada vez más. El inversor español ha aprendido, a base de crisis, a crear carteras más robustas, recurriendo para ello a todos aquellos activos a los que tiene acceso. Y eso es otra de las cosas positivas con las que nos podemos quedar.