El VIII Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva profundiza acerca de los principales desafíos a nivel de negocio.
Las gestoras españolas no pueden dormirse en los laureles. En el octavo Encuentro Nacional de la Inversión Colectiva organizado por APD (Asociación para el Progreso de la Dirección), Deloitte e Inverco, se discutió acerca de las tareas pendientes que tiene el sector por delante de aquí a los próximos 24 meses, donde los depósitos puedan volver a ser interesantes para los ahorradores.
Dos cometidos que no pueden dejar atrás las gestoras españolas son la internacionalización y el atraer al cliente institucional. José Luis Jiménez, director general corporativo de Inversiones de Mapfre, que anunciaba este verano a Funds People que su próxima sicav luxemburguesa será el pilar sobre el que se sustentará el proyecto de esta firma, tiene muy en mente el reto que supone internacionalizarse. “Tenemos un futuro brillante por delante, pero hay que coger el toro por los cuernos”, resalta.
A pesar de que la gestión pasiva esté creciendo a pasos agigantados, Jiménez considera que hay que seguir apostando por la gestión activa y su eficiencia en la asignación del capital frente a la menor productividad de los productos pasivos.
Pero para mostrar un buen producto fuera, destaca, “hay que creer en lo que hacemos bien”. Desde su punto de vista, la misma industria a veces minusvalora el valor de lo que se hace bien, la gestión a largo plazo, acompañándola comercialmente de regalos que poco tienen que ver con ello.
Por otro lado, también cree que hay que poner en valor el papel de los selectores y que de verdad se rompa la dinámica del mercado y se pueda hacer una arquitectura abierta real. Finalmente resalta que el exceso de regulación está fomentando la concentración y el que existan gestoras de mayor tamaño en detrimento de impulsar el talento.
Otro escollo para las gestoras españolas sigue estando en generar interés al cliente institucional. Ricardo González Arranz, director comercial de Mutuactivos, como representante de una gestora que nació para dar servicio a este tipo de cliente, opina que el sector no ha sido capaz de proponer soluciones de inversión para un cliente que necesita: especialización, acceso a los equipos de gestión, profundidad de reporting y comisiones especificas. Este último punto se ha solventado, reconoce, con el lanzamiento de clases de acciones.
Por tanto, indica que las necesidades a cubrir están en tener recursos especializados, productos nicho (no tan generalistas), mayor cercanía, transparencia, información y agilidad, y adaptar la política de precios. Unos requisitos que si han cumplido las gestoras internacionales, apunta y exige autocritica.
Confianza
Francisco Sainz, director de Gestión de Imantia Capital, piensa que “no existe problema de marca, sino de posicionarse como industria” y que hay que “separar formación de información, sin que vaya ligado a la colocación de producto”.
El gran reto para Sainz está en ganar confianza, un punto que se consigue, según él, sin tener miedo a la transparencia en la toma de decisiones. “Es importante si queremos poner en valor la gestión activa”, añade.