Esa es la gran pregunta que se están haciendo estos días los inversores, sobre todo aquellos que hasta ahora permanecían fuera del mercado o infraponderando la renta variable en sus carteras. Opiniones y ratios para que banqueros privados y asesores financieros dispongan de información para aconsejar bien a sus clientes sobre esta difícil cuestión.
¿Invertir ahora o esperar? Esa es la gran pregunta que se están haciendo estos días los inversores, sobre todo aquellos que hasta ahora permanecían fuera del mercado o infraponderando la renta variable en sus carteras. Las bolsas han caído a niveles tan baratos porque el golpe al crecimiento económico que va a infligir el coronavirus es muy difícil de cuantificar. Y la incertidumbre es lo que más odian los mercados. En consecuencia, es probable que éstos sigan siendo turbulentos y no se pueden descartar nuevos descensos, tal y como coinciden señalar la mayoría de las gestoras internacionales.
“Los riesgos abundan, pero para quienes tienen un horizonte temporal suficientemente largo, las valoraciones son inequívocamente más atractivas que en cualquier otro momento de los últimos años. El problema es que, mientras persista la incertidumbre, podrían llegar a ser aún más baratas. No es el momento de ser temerariamente audaz, pero si se tiene un horizonte temporal suficientemente largo, el mercado de valores está empezando a parecer una propuesta mucho más interesante”, subraya Duncan Lamont, responsable de Análisis y Datos en Schroders.
Coincide en este punto con Pascal Blanqué, director de Inversiones en Amundi, Vincent Mortier, director de Inversiones adjunto, y Monica Defend, responsable de Análisis y Estrategia en la entidad, quienes consideran que todavía estamos en esta fase de sobre-reacción y es probable que continúe durante algún tiempo, ya que el flujo de noticias es intenso. “Es un momento en el que es demasiado tarde para vender y demasiado pronto para comprar”, afirman. Pero… ¿cuándo será el momento de cambiar la prudencia por la audacia y dar el paso e invertir? Ahí está la gran cuestión.
“La bola de cristal es poco transparente”, reconoce Robert M. Almeida, gestor de carteras y estratega de inversión mundial de MFS Investment Management. “La formulación de previsiones de beneficios cuando gran parte del mundo desarrollado se halla en aislamiento resulta, de por sí, una ardua tarea. Además, hemos de añadir otra variable a la ecuación: las perturbaciones en la oferta del petróleo. Los mercados se están viendo obligados a absorber dos perturbaciones al mismo tiempo, en un contexto en el que los inflados beneficios caen desde niveles máximos y los bancos centrales disponen de escasas herramientas monetarias en la recámara”, recuerda.
Para Didier Saint-Georges, miembro del comité estratégico de Inversión de Carmignac, los mercados financieros se han adentrado en un periodo de drástica volatilidad, no solo por las repercusiones de la crisis del coronavirus, sino también porque el contexto financiero y macroeconómico ya estaba muy debilitado.
“Desde hace una década, las medidas de los bancos centrales venían apuntalando una rentabilidad inédita en los mercados financieros, mientras que el crecimiento económico real mantenía su atonía. Por consiguiente, en vista del efecto deflacionista provocado por la crisis sanitaria por medio de la caída de la demanda, ante el que los bancos centrales y gobiernos están relativamente desarmados, los mercados deben prever unas consecuencias económicas de gran calado. Por tanto, estos mantendrán una gran inestabilidad hasta que logren cuantificar las consecuencias de esta crisis”, indica el experto.
La pregunta, por tanto, no debería ser si es buen momento para invertir o no, sino si el inversor de largo plazo está dispuesto a asumir la volatilidad que, casi con toda seguridad, reinará en el corto-medio plazo. Según Richard Carlyle, director de Inversiones de Renta Variable en Capital Group, “el miedo y la incertidumbre son el enemigo de la inversión a largo plazo. Por eso es importante seguir enfocándose en el momento en el que hayamos superado esta situación y pensar en quiénes serán los ganadores. Durante la crisis anterior en 2008, enfocarse en el futuro fue muy difícil ya que no sabíamos cómo terminaría el sector bancario. Pero China ha superado la pandemia tomando medidas muy estrictas desde el principio y esto puede darnos una idea de cómo puede ser la situación para EE.UU. y para Europa en el futuro", destaca. En este sentido, en China existen algunos indicios, que de momento, han sido obviados por la mayoría de los analistas.
Tal y como señala John Plassard, especialista de Inversión de Mirabaud, las autoridades confirmaron el martes que el cierre de la ciudad de Wuhan se levantaría el próximo 8 de abril, mientras que los datos económicos en China también son más esperanzadores. “El gasto en consumo ha recuperado terreno, alcanzando el 85% de la media anual; la venta de coches está entre un 30 y 40% por debajo de la media frente a la caída del 80% experimentada en febrero, y empieza a repuntar el comercio por vía marítima. Como prueba de esta recuperación, ha empeorado la calidad del aire, alcanzando unos niveles de contaminación más cercanos a lo normal”. Todo ello sin olvidar que los países industrializados han adoptado unas medidas de estímulo fiscal de gran envergadura.
Así están las cosas en renta variable (análisis de ratios)
Las bruscas caídas registradas por los mercados de renta variable ha hecho que todos los mercados estén ahora completamente baratos comparados con las valoraciones de los últimos 15 años. Incluso la bolsa estadounidense, que ha estado constantemente cara durante años, está ahora barata. Este cuadro es casi idéntico si extendemos el marco temporal a los últimos 20 años, o desde 1995 cuando los datos de valoración de los mercados emergentes están disponibles por primera vez, revela el responsable de Análisis y Datos en Schroders.
De hecho, los mercados han caído a niveles tan baratos que en la gestora han decidido introducir un nuevo color en su sombreado. Anteriormente, el verde oscuro indicaba que un mercado era más de un 10% barato en comparación con su promedio histórico. Ahora el verde aún más oscuro destaca aquellos mercados que son más del 20% baratos. Hasta 17 de las 25 medidas de valoración que se muestran a continuación están ahora en esta categoría (Fuente de los gráficos: Schroders).
Así estaban las valoraciones del mercado el 9 de marzo…
… y así están ahora
Las cifras se muestran redondeadas y han sido sombreadas en rojo oscuro si están más del 10% de caras en comparación con su media de 15 años (mediana) y en verde oscuro si están más del 10% de baratas, y en verde aún más oscuro si están más del 20% de baratas, con sombras más pálidas para las que están entre medias. Concretamente, en relación con las cifras anteriores, las expectativas de beneficios futuros todavía tienen que reducirse mucho, pero esas reducciones son inevitables. También es probable que los dividendos se vean sometidos a presión.
En este sentido, las compañías que reparten dividendos han mostrado una menor resistencia en este entorno de caídas de mercado. Para Carlyle, "esto se debe en parte a razones técnicas, ya que se han aplazado varias juntas generales de accionistas. Pero también ha habido recortes de dividendos bastante rápidos a medida que las empresas se pasan al modo de preservación de efectivo. Tradicionalmente, los mayores pagadores de dividendos en la industria petrolera y la industria bancaria parecen particularmente vulnerables en este momento, y podría ser más probable que recorten los dividendos en un entorno en el que otros están haciendo lo mismo", asevera.
La regla de oro
Tal y como recuerdan desde J.P.Morgan AM, con frecuencia se producen grandes salidas cuando los precios de las acciones se encuentran ya próximos a un valle, lo cual implica que aquellos inversores que venden hacen efectivas sus pérdidas y se quedan fuera de la recuperación posterior. “Aunque los mercados pueden tener días, semanas, meses o incluso años malos, la historia nos ha enseñado que es menos probable que los inversores experimenten pérdidas cuando los plazos de sus inversiones son más prolongados. Por tanto, es recomendable mantener una perspectiva a largo plazo”, subrayan (fuente del gráfico: Market Insight). En este sentido, lo que debe entender el inversor es que la crisis del coronavirus es una crisis más, cuyos efectos en el mercado también pasarán.
Ed Walczak, gestor de renta variable americana en Vontobel AM, ha sido testigo de muchos shocks del mercado: la llamada crisis de ahorros y préstamos (conocida como S&L), la de las puntocom, el contagio asiático y las crisis financieras mundiales. "Cada una de ellas es diferente, pero hay una constante a la hora de invertir con la que siempre podemos contar, y es que es imposible cronometrar el mercado. La regla de oro que hay que recordar es que la inversión es un negocio de largo plazo y optimista. A pesar de la volatilidad, el mundo seguirá adelante y las empresas también. Los negocios fuertes continuarán creciendo y darán rentabilidad a los accionistas a través de los rendimientos a largo plazo. Estén preparados. Tengan paciencia y sigan con su plan. Eso debería darte la confianza para capear la incertidumbre", concluye.