Invertir en China siguiendo dos ideas: urbanización y demografía

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Foto cedida

Las reformas estructurales aprobadas en la Tercera Sesión Plenaria del Partido Comunista Chino siguen provocando una cascada de interpretaciones y análisis de los expertos en la economía china sobre su impacto en el modelo económico del país y las tendencias que puede desbloquear en el futuro. En esta línea figura el comentario de mercado trimestral de Mike Shiao, que dentro de Invesco AM ejerce como  director de inversiones de Invesco Hong Kong y gestor del fondo Invesco Greater China Equity: “Somos razonablemente optimistas a medio y largo plazo con China. La Tercera Sesión Plenaria adoptó reformas estructurales que actualizarán como catalizadores del crecimiento del país a largo plazo y además las recientes tormentas cíclicas se están calmando”, resume. 

Shiao empieza centrándose en las reformas aprobadas para abrir a inversores extranjeros los mercados financieros del gigante asiático. En primer lugar, el regulador del mercado de valores chino ha confirmado que este año se reanudarán las colocaciones públicas de acciones, tras 14 meses de suspensión. En complementariedad, se impulsará una reforma para crear un sistema de registro de OPVs y nuevas normas para la emisión de acciones preferentes. “Creemos que son noticias positivas para el mercado de renta variable a largo plazo por la esperada mejora de la calidad de las empresas colocadas, lo que puede a su vez impulsar la confianza de los inversores. Por otra parte, la rapidez de respuesta del regulador tras la Tercera Sesión Plenaria refleja el compromiso del gobierno con la reforma del sector financiero”, afirma Shiao. 

El gestor dedica unas palabras a la reforma de las empresas públicas, una de las más esperada por abarcar el espectro público muchos sectores económicos clave y en una posición dominante. Shiao afirma que “la apertura a la participación privada de sectores como la banca, electricidad, energía, transporte ferroviario y telecomunicaciones y la creciente aportaciones de las empresas públicas a los ingresos fiscales (se estima que supondrán el 30% del total en 2020), pueden generar una mayor igualdad de condiciones para las empresas públicas y privadas”. Además, considera que se están dando pasos hacia la mejora de la eficiencia operativa de las compañías estatales, y pone como ejemplo el programa piloto que se ha llevado a cabo en Shanghai para eliminar la participación directa del gobierno en la operativa diaria de estas empresas, que califica de “gran paso adelante en la dirección correcta”.

Shiao centra el resto de su análisis en dos grandes vectores de las reformas: demografía y urbanización. En el primer apartado destaca la relajación de la política del hijo único, que se implementará en uno o dos años según los cálculos del gestor. Éste se hace eco de un estudio de la Academia China de Ciencias Sociales que refleja como consecuencia de la eliminación de la política del hijo único a nivel nacional que se podría registrar hasta un millón de nacimientos adicionales al año. “Este cambio será positivo a nivel estructural, ya que proporciona un desarrollo de la población más equilibrado a largo plazo”, explica Shiao.

Por un lado, estima que servirá para frenar el envejecimiento de la población, garantizando así un crecimiento económico sostenible. Por otro lado, matiza el impacto de esta norma por una serie de motivos. El primero, que ya se habían dado pasos en el pasado para eliminar gradualmente esta política de natalidad (se habían relajado las condiciones en 27 provincias chinas), por lo que se espera un baby boom en el corto plazo. El segundo, que ya hay muchas familias reacias a tener más hijos como consecuencia del incremento del coste de la vida y la educación en ciudades. “Mientras que la medida solo tendrá efectos visibles en la economía dentro de unos años, el cambio en la política demográfica ofrece, en nuestra opinión, interesantes oportunidades de inversión a medio y largo plazo”, concluye el responsable de Invesco. 

Urbanización, macrotendencia del futuro

La urbanización es el otro tema central de la argumentación de Shiao. En este contexto, la reforma más destacada es la del Hukou, el sistema de contabilización de hogares en las ciudades, una medida que define como “importante catalizador de la aceleración urbanística”. Esta reforma permitirá la apertura total de las pequeñas ciudades a los habitantes del medio rural y una relajación ordenada de los controles de las ciudades medianas, lo que permitirá que se desarrolle la urbanización en las ciudades de segundo y tercer nivel (los controles sobre el número de hogares seguirán siendo rigurosos en las grandes ciudades). 

“La conversión de trabajadores inmigrantes a residentes urbanos debería impulsar el consumo urbano”, indica el gestor. Una de las grandes problemáticas del Hukou es que hasta ahora los trabajadores procedentes del medio rural no tenían el mismo acceso que los urbanos a los beneficios sociales en las ciudades. De hecho, el experto señala que hasta 260 millones de personas se encuentran en esta situación, sin poder acceder a la salud o la educación. Con la reforma, se pretende alentar el cambio de estatus social de forma ordenado, evitando de esta forma la gestación de un problema social de grandes dimensiones. El gestor calcula que las consecuencias serán beneficiosas: “Por un lado, por el incremento del consumo, pero por otro la aportación de sus esposas e hijos (estimados en unos 100 millones de personas) impulsará la demanda de educación, viviendas y servicios de salud”. Shiao añade que “el incremento del tamaño del mercado otorga un significativo potencial de crecimiento a bienes urbanos como alimentación y bebidas, mercancías comerciales…”

La reforma del suelo rústico también pondrá su granito de arena para alentar la urbanización del país. El gobierno chino pretende aprobar un conjunto de medidas que den como resultado la monetización del suelo rústico, impulsando los ingresos de los agricultores. Éstos viven en la actualidad con el miedo de perder sus derechos sobre la tierra si la abandona para trabajar en otras ciudades, y por ello la reforma pretende avanzar en el reconocimiento de sus derechos de propiedad, “por lo que podrán disfrutar del potencial de apreciación de sus tierras aunque trabajen en otras ciudades”, explican desde Invesco. “Las ventas potenciales de suelo podrían impulsar los ingresos de los agricultores al mismo tiempo que mejora la movilidad de la población rural y proporciona una fuerza de trabajo adicional para las ciudades”, resume Shiao. 

Estas grandes reformas llevan al experto a sentenciar que “la urbanización jugará un papel fundamental en el reequilibrio de la economía china, liderando la próxima fase de crecimiento”. Complementariamente, las reformas de carácter demográfico servirán para una redistribución más eficiente del suelo y de los recursos laborales, y para equilibrar el efecto riqueza entre las regiones del país. El gestor explica que“unas previsiones de ingresos mejores tanto para la población rural como la urbana ayudarán a mantener un creciente flujo de demanda, apoyando al consumo. Por ello, estamos convencidos de que la aceleración de la urbanización es una herramienta efectiva para equilibrar el balance entre inversión y consumo”. De hecho el consumo es una de las grandes apuestas de Invesco en el país, pues valoran su tendencia de crecimiento multianual basado en el incremento de la riqueza y en la demografía. En cambio, se muestran cautelosos con respecto al sistema financiero chino por las previsiones de beneficios bajos. “Eso sí, incluso un éxito limitado de las reformas financieras podría provocar una revisión positiva de sus calificaciones”, afirma el gestor. 

Mike Shiao termina su comentario advirtiendo que, aunque desde la gestora valoran positivamente este paquete de reformas, también son conscientes de que pasarán años antes de que se noten los primeros efectos sobre la economía. “Sin embargo, está claro que hay una gran transición económica en marcha”, concluye.