Desde París, Bernard Aybran, jefe de inversiones de Invesco Multi Management, se pregunta hacia dónde derivará el problema de deuda pública mundial en un contexto en que la mayoría de los mercados sufren contratiempos considerables, bien por un exceso de enfriamiento o por un sobrecalentamiento de sus economías, como es el caso de Brasil y China, pero en el que los indicadores de actividad adelantada apuntan a una “clara recuperación económica a nivel mundial”, si bien los retardados ofrecen más dudas.
Muchas son las voces que defienden que se puede dar por terminada la crisis económica, teniendo en cuenta la solidez financiera en los balances de empresas cotizadas en bolsa. “Tanto en Europa como en los EEUU, se cosecharon muy buenos resultados durante el primer trimestre del año no sólo por una reducción en los costes, sino por un aumento de las ventas y de la capacidad productiva”, dice el informe de Invesco. A fecha de 31 de marzo, la media de beneficios de las empresas del S&P 500 casi rozaba sus cuotas máximas anteriores, algo que los inversores han tomado con “absoluta indiferencia”.
Sin embargo, hay que ser cautos a la hora de dar por terminada la crisis, pues, según Invesco, no todos los indicadores son positivos: los indicadores retardados “lagging indicators”, como por ejemplo los precios inmobiliarios, que siguen cerca de sus cotas más bajas o las tasas de desempleo, que continúan próximas a sus niveles más altos. Además, los créditos bancarios al sector privado siguen pasando dificultades, las tasas de ahorro siguen creciendo, y los recortes en las políticas fiscales que han anunciado en las últimas semanas muchos países occidentales, pueden amenazar la recuperación económica, causando volatilidad en algunos mercados financieros.
Grandes oportunidades
Este contexto ofrece oportunidades en los mercados inmobiliarios europeos, que comienzan a salir del bache. Hasta el momento, sin embargo, la inversión se ha centrado en el mercado de activos “super-prime” con categoría core. Esto ha brindado oportunidades para encontrar una estrategia que explote la falta de interés en “activos prime con problemas”.
También en renta variable japonesa, que no tuvo una recuperación tan importante como la de sus homólogos mundiales en 2009, a pesar de haber experimentado una recuperación económica similar. “Nuestro equipo de gestión de Invesco Perpetual, cree que esta evolución no se justifica. Consideran que las compañías japonesas están infravaloradas en términos fundamentales, especialmente si tenemos en cuenta sus valoraciones y actuales previsiones de beneficios”, dice el informe.