Jack Janasiewicz (Natixis IM Solutions): “Las cosas en realidad están mejor de lo que se piensa”

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Ser optimista a día de hoy parece ser una apuesta contrarían. El sentimiento del mercado se ha resentido en los últimos meses a medida que los inversores digieren una inflación más persistente de lo pensado y la amenaza de una subida de tipos más pronto de lo pensado.

Como bien señala David Jilek, responsable de Investment Strategist de Gateway Investment Advisers (parte de Natixis IM), los clientes están expresando su preocupación por las condiciones del mercado actual. “Las valoraciones están en máximos históricos. Incluso tras el impulso de la temporada de beneficios los múltiplos hoy están por encima del pico pre-covid”, explica. Y no solo preocupa la bolsa. La renta fija también se enfrenta al reto de un entorno de tires bajas y una potencial subida de tipos ¿Van a seguir jugando los bonos un papel de protección en las carteras? Es la gran pregunta.

Y no es que no hayan señales de alerta. Por ejemplo, las ramificaciones de un movimiento tan grande en los precios de las materias primas, como señala Katy Kaminski, responsable de Research Strategist y gestora de AlphaSimplex (AlphaSimplex). O cómo por primera vez en mucho tiempo las posiciones cortas en renta fija están siendo rentables.

No hay que subestimar la resiliencia de las empresas

Pero incluso entre sus compañeros de gestora, Jack Janasiewicz, gestor en Natixis IM Solutions, prefiere ser un optimista. “Las cosas en realidad están bastante mejor de lo que se podría esperar”, defiende. En su opinión, se está infravalorando la fortaleza y resiliencia de las empresas. “Con todo lo que se habla de la inflación, lo cierto es que las empresas estadounidenses han sido capaces de hacer frente con dignidad a los problemas en las cadenas de suministro”, sostiene.

Es la lectura que Janasiewicz saca de la última temporada de resultados. Hay compañías que incluso han mejorado sus márgenes, pero la clave es que en general se está viendo un crecimiento del negocio y los ingresos. “Esa es la gran historia con la que quedarse”, insiste el gestor.

No es que el gestor no vea riesgos. Reconoce que el telón de fondo de la macroeconomía se está ralentizando. Que aún habrá que ver cuánto dura esa inflación transitoria, por lo que habrá que vigilar de cerca el IPC intermensual. Pero de momento, su escenario base es que las perspectivas para la inflación a largo plazo están bajo control. “La reacción del consumidor será clave. Ahora estamos viendo como la población está dispuesta a esperarse a que pase este repunte alto de los precios”, cuenta.

Por eso, siente que el mercado se está adelantando a los acontecimientos. Concretamente, al descontar subidas de tipos en 2023 o incluso 2022. Como bien recuerda, la Reserva Federal ha sido muy clara en su intención de desligar el tapering de las subidas de tipos. Si nos ciñésemos al calendario previsto, el tapering terminaría a lo largo de 2022. Si verdaderamente se diese esa subida de tipos que espera el mercado, tendría que ser poco después. Justo lo que la Fed asegura que no va a hacer. “Es cierto que Jerome Powell está entre la espada y la pared. Pero nosotros creemos que más bien la sorpresa puede llegar del lado optimista a mediados del año que viene, cuando se revele que la normalización monetaria no tendrá que ser tan agresiva”, vaticina.