Josep Soler: "Las prohibiciones de inversión para los clientes particulares deben ser mínimas"

Europa
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En su paso por Madrid, Josep Soler, presidente de EFPA Europa, repasa los retos y últimos cambios normativos de la industria española de asesoramiento e inversión en una entrevista para Funds People.

¿Es una decisión correcta la apertura de la comercialización de fondos de inversión libre (FIL) a minoristas cualificados?

Lo primero es identificar el tipo de FIL en función de su riesgo. La tendencia del mercado, para que funcione correctamente, debe ir hacia la eliminación de las barreras de inversión, eso sí, sentando el asesoramiento sobre unas bases correctas. Por tanto, las prohibiciones sobre la inversión para los inversores particulares deben ser mínimas o provisionales. Prohibir sólo les hará buscar otros productos que no contemplen la normativa.

¿Son imprescindibles las nuevas tecnologías en el asesoramiento y la banca privada?

Las nuevas tecnologías se contemplan en el servicio administrativo y en segmentos de inversión estandarizados, pero es complicado llevarlas al ámbito personal del asesoramiento. Estas tecnologías resultarían caras y poco fiables para el inversor que busca confianza y un trato personalizado.

¿Qué opina sobre la prohibición de las retrocesiones? ¿Afectará negativamente al sector?

La EAFI ya opta por vivir bien de las retrocesiones de los productos o bien de las tarifas de sus clientes. Será bueno, en base a como MiFID II quiere separar este servicio, debido a que no es lógico la escasa evidencia de qué figuras de asesoramiento son dependientes o independientes. Esta prohibición no afectará demasiado al sector, por tanto, su peso es residual en las entidades y sus efectos no serán relevantes. 

¿Cómo valora la tendencia de flujos hacia las carteras de gestión en contra de las carteras asesoradas?

La tendencia hacia las carteras de gestión es algo necesario pero no suficiente, en cuanto a que no sólo se debe otorgar garantías al cliente, además de unos niveles de información, sino que el asesor debe proporcionar al cliente también un instrumental para que éste juzgue el asesoramiento y pueda discutir la gestión, así como conocer todos los costes indirectos y costes de intermediación de la misma.

¿Cree que asesorar es caro? ¿Debería haber un asesoramiento más accesible, no sólo de banca privada, sino también de banca personal y banca retail?

Es una realidad, recibir un asesoramiento personalizado es caro y seguramente seguirá siendo así. Por tanto, será difícil para los clientes de banca personal y retail acceder a estos servicios de asesoramiento. La solución pasará por segmentar los servicios de inversión que se ofrecen a los clientes, en función de los criterios que elija cada entidad, ofreciendo servicios distintos con distintos costes.

¿Ha mejorado la cultura financiera de los españoles tras la crisis?

Lo que deben asumir los clientes es la importancia de que su asesor le ofrezca un valor añadido, exigiendo, por tanto, que el asesoramiento provenga de personas bien formadas y cualificadas. No obstante, los inversores también deben entender que acudir a un asesor no garantiza obtener rentabilidades positivas. 

¿Cree que en España prima más la comercialización de productos que el asesoramiento responsable?

ESMA va a establecer unas directrices y conocimientos claros para una persona que asesora o vende productos simples y otros en el caso de asesoramiento o venta de productos complejos. Se impondrá una formación continua a los asesores, aunque siempre habrá entidades y lobbies que van a intentar que se suavicen estas directrices europeas. Aun así, la mayoría de las entidades siguen dando mayor importancia a criterios cuantitativos y, por tanto, sus objetivos pasan por colocar los productos a los clientes, independientemente de sus necesidades reales.

¿Cómo evoluciona el número de asesores que cuentan con certificación EFPA? ¿Es algo que los clientes y las entidades valoran realmente?

El número de asesores que obtienen la certificación EFPA evoluciona al alza, con un total de 12.000 asesores EFPA aproximadamente y 1.500 que se suman cada año. En contraposición, una cifra adecuada en nuestro país debería rondar los 50.000 o 60.000 personas para asesorar. Es un dato bajo aún para España, pero teniendo en cuenta que tener una certificación en este país no es obligatorio, la cantidad es alta. Cada vez más, se aprecia la importancia de que los asesores obtengan la certificación, una certificación que respalde sus conocimientos y garantice la formación continua, ya que EFPA obliga a recertificar los conocimientos cada cierto tiempo. Por el lado de las entidades, hay algunas que sí están implementando programas de formación a sus trabajadores y otras que no. Lo que sí entienden es que los clientes cada vez más demandan que los asesores tengan algún tipo de certificación, por lo que, poco a poco, están implementando programas para esta formación.