“Jugar con la duración no es suficiente para operar con éxito en renta fija”

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Foto cedida

Los desafíos a los que se enfrentan los inversores en renta fija son importantes. Markus Krygier, director adjunto de Inversiones de Amundi Londres, es plenamente consciente de ello. El experto reconoce que las tires de los bonos han mantenido durante los últimos 30 años una tendencia bajista que las ha llevado a niveles muy deprimidos. Quizás el mejor ejemplo sean los ‘treasuries’. Esto ha hecho que el margen para asistir a caídas adicionales de los yields (y por consiguiente apreciación de los bonos) sea menor. “Si eres un inversor de renta fija, tienes que tener muy clara cuál va a ser tu estrategia para generar retorno en un entorno de subida de las rentabilidades”.

En una presentación tras el ‘Wealth Preservation Day’ celebrado por la entidad en Madrid, Krygier aseguraba que los grandes peligros que amenazan particularmente a los inversores de renta fija son varios. “Estamos en un entorno muy cambiante, en el que lo primero que tienes que fijarte es en la macroeconomía. Antes te fijabas en los temas micro y a menudo a nivel de valores individuales. Hoy, lo verdaderamente importante son los grandes temas macro: la crisis del euro, el Quantitative Easing o la aversión al riesgo. Este último aspecto hace aún más crucial la búsqueda de la diversificación, sobre todo teniendo en cuenta que, cuando todo el mundo se mueve en la misma dirección, como es el caso, las correlaciones aumentan”.

Para el experto, los desafíos generados por la incertidumbre actual hacen más necesario ser cauteloso. “No sabes lo que va a pasar y te mueves a tientas. Si no le das una probabilidad a los escenarios determinados por la incertidumbre a nivel macroeconómico y por unos políticos difíciles de predecir, es como conducir un vehículo a toda velocidad en medio de una espesa niebla. El verdadero éxito de un fondo de renta fija está en ser capaz de aumentar o reducir el riesgo de la cartera de manera rápida. La flexibilidad es la clave. Para ello, es imprescindible estar invertidos en activos muy líquidos. En periodos de bonanza, la liquidez no es un problema. Es en periodos de agitación es cuando aparecen los problemas”, asegura.

Uno de los activos que Krygier encuentra interesantes, y a menudo pasados por alto, en el universo global de renta fija son las divisas. “Es una clase de activo fantástica porque, en primer lugar, se pueden encontrar muchas oportunidades interesantes y, en segundo término, porque son muy líquidas”. El dólar, el peso mexicano o el zloty polaco son algunas de sus estrategias. Según explica, cuando creas una cartera y quieres moverla rápidamente la liquidez es crucial. “En el entorno actual, tienes que hacer tu asignación a una gran velocidad. Una noticia positiva para la economía americana puede ser interpretada por los mercados como el final de los estímulos de la Fed y provocar una brusca corrección. Esta es la prueba más tangible de que vivimos en la incertidumbre”.

En su opinión, de lo que se trata es de ganar y proteger la cartera. “No queremos ser responsables de un fondo que registre dientes de sierra, sino gestionar un producto que, como el Amundi Funds Bond Global Aggregate, trata de proteger a los partícipes que llevan tiempo invertidos”. Para lograrlo, Krygier considera que “jugar con la duración no es suficiente si lo que quieres es operar con éxito en renta fija”. Se necesitan más herramientas. Concretamente, el experto cita tres que combinan en Amundi. “Llevar a cabo un proceso de análisis macroeconómico, diversificación de la cartera en todo el universo de activos y ser muy activo en la gestión y control del riesgo”.

En la misma línea, Eric Tazé-Bernard, responsable de asignación de activos de Amundi, considera que “en el actual entorno de mercado se hace nítida la necesidad de aproximarse a la asignación de activos desde diferentes prismas: desde un punto de vista temático, geográfico, de valor relativo, por clase de activo…”. Uno de los aspectos claramente diferenciadores de la firma es utilizar la volatilidad como una clase de activo. “El objetivo, al final, es construir una cartera equilibrada, siempre partiendo de la premisa de que tienes que identificar correctamente cuál es la fotografía macroeconómica en cada momento”, apunta el experto.

A este respecto, Krygier descarta que vayamos a asistir a un escenario como el vivido en 1994, cuando la Fed incrementó los tipos de interés inesperadamente, provocando una fuerte caída del precio de los bonos. “Las tires van a subir de manera gradual porque la economía seguirá mejorando. Vamos hacia un entorno de mercado más normalizado, en el que el inversor empezará a salir de la deuda pública ‘segura’. La baja inflación es un regalo para que los mercados de renta fija se normalicen de manera gradual. Su reaparición sería un desastre, pero es un escenario que no preveemos. En Europa, por ejemplo, existe un mayor riesgo de deflación que de inflación”.

Interacción y productos

El director adjunto de Inversiones destaca la fuerte interacción en tiempo real que existe entre los diferentes equipos dentro de Amundi Londres, departamento que a cierre de marzo contaba con 17.000 millones de euros en activos bajo gestión. “Todo el equipo trabaja bajo el mismo paraguas, sentados alrededor de una gran mesa redonda. Eso les da la ventaja de conocer las estrategias de una manera directa y rápida”, afirma. Además del Amundi Funds Bond Global Aggregate, la firma acaba de registrar en España el Amundi Patrimoine, fondo de renta fija flexible global creado en febrero de 2012. La cartera tiene actualmente un posicionamiento cauteloso tras recortes recientes en su exposición a activos de riesgo.