Jupiter Dynamic Bond: desgranando las dos patas de su estrategia barbell actual

Harry Richards (Jupiter)
Foto: cedida por Jupiter AM.

Hace apenas unos meses que hablamos por última vez con el equipo gestor del Jupiter Dynamic Bond pero lo cierto es que mucho ha cambiado desde entonces. La narrativa dominante del mercado desde principios de año ha mutado. En junio pocos contemplaban una subida de tipos en el corto plazo. Ahora está descontado. Los bancos centrales han adoptado un tono más hawkish y las curvas de tipos se están aplanando en consecuencia.

Pero en opinión de Harry Richards, co gestor de la estrategia de Jupiter, el argumento de una inflación alta para el largo plazo no termina de cuajar. Y los mercados tampoco se lo terminan de creer. De ahí, precisamente, ese aplanamiento de la curva. Sí, las tires a corto plazo están subiendo, pero también están bajando los plazos más largos. Es decir, los mercados pronostican una economía más débil.

Las cartas no juegan a favor de una inflación persistente

Y ahí el reto de los bancos centrales en este punto tan delicado. Las cifras actuales de inflación invitan a adoptar un tono más agresivo, pero contrastan con otras señales que está mandando la macro. “No estamos viendo una verdadera presión salarial. De hecho vemos elementos que apuntan a una relajación de la inflación”, defiende el gestor.

La reacción del consumidor es crítica y ya hay ejemplos de debilidad en el horizonte. Por ejemplo, la brusca caída en la confianza del consumidor. Ya hay evidencias de que no todo el incremento en costes se podrá revertir al cliente. Por el mero hecho de que hay un límite a lo que el consumidor puede permitirse. Un indicador muy bueno es el de Condiciones de Compra del Consumidor de la Universidad de Michigan. Muestra cómo estamos en el peor momento para el consumidor desde finales de los años 70.

Ralentización en China: su mayor convicción actual

Dos cosas sí se mantienen firmes en la cartera: la apuesta por el dólar estadounidense y una ralentización en China. La primera, a pesar de ser una posición contrarian este año, ha funcionado y sigue funcionando muy bien. La segunda sigue siendo su mayor convicción.

Como se aprecia en el gráfico siguiente, el impulso del crédito en China se está ralentizando. Es una decisión consciente por parte del Gobierno chino controlar el flujo de crédito. El problema es que China ha representado cerca de un tercio del crecimiento mundial en la última década. Ese movimiento del dinero en el país se dejará notar en todo el mundo, vaticina Richards.

Y el gráfico nos revela otro punto importante. Generalmente la política monetaria se retira cuando la economía funciona a pleno gas. ¿Qué pasa cuando se vuelve más restrictiva en cualquier otro punto del ciclo? “Recordemos lo que pasó con el último banquero central que subió los tipos cuando la economía se estaba debilitando”, apunta Richards. “El riesgo de que se cometa un error de política monetaria ha aumentado”, sentencia el gestor.

Implicaciones para la cartera del Jupiter Dynamic Bond

¿Cómo se está moviendo entonces el Jupiter Dynamic Bond? Este fondo con el Sello FundsPeople 2021 por su triple calificación ABC se mantiene firme en su filosofía barbell (de mancuernas). Es decir, una pata de protección con bonos gubernamentales y otra agresiva con bonos high yield. Desgranemos el razonamiento detrás.

Primero, los gubernamentales. Estamos hablando de emisiones soberanas triple A. Países como Australia, Nueva Zelanda, un poco de Reino Unido y Estados Unidos. También tienen soberanos de China, pero más como una apuesta por la ralentización del país.

Segundo, el high yield. Actualmente casi la mitad de la cartera. Esta posición refleja una preferencia por duraciones cortas y un sesgo a sectores no cíclicos (TMT, consumo básico, etc.). De hecho, han estado recogiendo beneficios en cíclicos, recortando sus posiciones en energía o bonos financieros. “En general reduciendo en crédito con duraciones largas”, explica Richards. Y es que actualmente el equipo ve poco valor en cíclicos.

También han recortado en crédito con grado de inversión. Les sirvió muy bien para capear la crisis de 2020, cuando llegó a suponer un 18% de la cartera. Pero ahora que las valoraciones están estancadas, con los diferenciales muy justos, se ha reducido a un 8%. “Seguimos estando donde vemos valor, pero hemos reducido la beta a grado de inversión. Preferimos que la pata defensiva la jueguen los gubernamentales”, explica el gestor.