Jupiter Global Emerging Markets Short Duration: los entresijos de este fondo de bonos emergentes de corta duración

Alejandro Arévalo
Foto: cedida por Jupiter AM.

Al gestionar la cartera del Jupiter Global Emerging Markets Short Duration, fondo con Rating FundsPeople 2023, Alejandro Arévalo trata de ofrecer a los partícipes una estrategia de inversión que proporcione el rendimiento y el crecimiento típicos de la deuda de mercados emergentes, pero limitando al mismo tiempo el perfil de riesgo global con un nivel de volatilidad más moderado y un recorrido más suave para los inversores.

“Conforme al mandato de la estrategia, mantenemos estructuralmente una baja exposición a los tipos de interés, con una duración global del fondo en torno a los 2,2 años. Desde un punto de vista crediticio general, mantenemos un modesto sesgo hacia el segmento de mayor calidad del mercado de alto rendimiento, con una calificación general del fondo de BB. No obstante, en los últimos meses hemos asistido a un aumento gradual de la calidad en nuestra cartera, con un incremento de la exposición a investment grade y un descenso gradual de la asignación a high yield”, explica el gestor.

Tal y como indica Arévalo, una duración más corta no significa sólo una menor exposición a los tipos de interés, sino también una menor sensibilidad al riesgo de crédito en términos generales. “Invertir en bonos emergentes de corta duración en divisa fuerte (corporativos y soberanos) es una forma de que los inversores aprovechen las oportunidades que ofrece el universo de los mercados emergentes, conteniendo al mismo tiempo la volatilidad global y el perfil de caída”, subraya.

Posicionamiento regional

A nivel regional, América Latina y Oriente Medio representan más de la mitad de la cartera, seguidos de Asia y África. La exposición a Europa sigue siendo marginal. En Latinoamérica, México, Perú, Chile, República Dominicana, Colombia, Panamá y Paraguay son las mayores asignaciones del fondo. Ha diversificado la exposición por sectores, aunque tiene una exposición significativa a industrias defensivas.

La evolución de los mercados de materias primas ha impulsado los superávits fiscales en Oriente Medio. No obstante, sigue vigilando atentamente cualquier posible caída de los precios de la energía. “Los países de alta calidad como los Emiratos Árabes Unidos, Qatar y Arabia Saudí son los más representados. Los nombres energéticos continúan siendo bastante ajustados, por lo que preferimos mantener deuda emitida por empresas de sectores como la educación, el inmobiliario o la logística. También mantenemos cierta exposición en países high yield como Omán”, revela.

En Asia, la mayor parte de su exposición procede de China, India, Singapur e Indonesia. “En China, tenemos exposición a una gama diversificada de sectores, incluidos el inmobiliario, el de consumo y el de servicios públicos. Con respecto a la India, nuestra exposición procede principalmente de los sectores de energías renovables y TMT, mientras que nuestra exposición en Singapur procede de los sectores financiero y energético. En Indonesia, mantenemos deuda corporativa (servicios públicos y energía) y deuda cuasi-soberana”.

También mantiene una exposición diversificada en África, siendo sus mayores asignaciones Nigeria, Sudáfrica y Zambia.

Visión de mercado

A su juicio,es probable que la reapertura de China proporcione un sólido telón de fondo macroeconómico positivo para los mercados emergentes este año. “Se espera que su tasa de crecimiento aumente, respaldada por los 4,8 billones de dólares de ahorros acumulados por el consumidor chino durante el cierre de Covid-19. Aunque el riesgo de recesión en EE.UU. es significativo, existe un alto grado de confianza en un mayor crecimiento procedente de China, lo que significa que podría volver a ser un motor del crecimiento mundial. Los bonos corporativos de mercados emergentes son la clase de activo que más claramente podría beneficiarse de esta tendencia, por lo que somos optimistas con respecto a su comportamiento este año”.

En cuanto a los bonos corporativos de los mercados emergentes, excluidos los casos idiosincrásicos de Rusia, Ucrania y China, el resto del universo registra una tasa de impago de aproximadamente el 1,2%. “El apalancamiento neto parece relativamente bajo, 1,2 veces, lo que ofrece una buena imagen de la solvencia global. La liquidez también se encuentra en una buena posición, con una ratio de cobertura de intereses de 10,5 veces. En la actualidad, muchos emisores soberanos high yield ven cómo su deuda cotiza a precios muy por debajo de una posible tasa de recuperación en caso de impago, sin dejar de ser solventes”.

A nivel regional, actualmente en el equipo están encontrando las mejores oportunidades en América Latina y África, mientras que recientemente han reducido su posicionamiento en Oriente Medio después de haber tenido una exposición significativa a la región durante la mayor parte de 2022.

En cuanto a la clase de activos de deuda de mercados emergentes en general, Arévalo sigue pensando que los bonos corporativos son los más atractivos. “El rendimiento al vencimiento disponible sigue siendo bastante elevado, mientras que la duración de esta clase de activos se mantiene contenida”.  Huelga decir que también existen riesgos. “El crecimiento a escala mundial exige cautela, ya que los diferenciales podrían ampliarse claramente en un entorno recesivo; sin embargo, los puntos de entrada nos parecen atractivos, especialmente para aquellos inversores con un horizonte temporal más largo. El riesgo de refinanciación para los emisores más débiles y la geopolítica (especialmente Taiwán) también son áreas que seguimos vigilando muy de cerca”, concluye.