Banca March alcanza un alianza estratégica con K2 Advisors, la boutique estadounidense especializada en gestión alternativa de Franklin Templeton. Este acuerdo permitirá poner al alcance de los clientes de banca patrimonial y de banca privada una solución de inversión a través de una amplia selección de fondos hasta ahora tan solo accesibles a inversores institucionales.
La entidad española accederá al asesoramiento especializado de K2 Advisors en materia de construcción de carteras con fondos de gestión alternativa y podrá hacer uso de sus herramientas de monitorización y control de riesgo. La selección de los fondos de gestión alternativa se realizará siempre bajo las directrices de la banca privada española en cuanto a criterios de rentabilidad, volatilidad o riesgo. Además, la solución ofrecida por Banca March implementará la visión de mercados de la entidad.
Con este acuerdo, se amplía su catálogo de productos para los mandatos de gestión discrecional de carteras con una propuesta basada en estrategias alternativas de la mano de K2 Advisors. Entre otras, conocidas firmas como Chilton Investment Company, Wellington Management, Electron Capital Partners, Bardin Hill y Ellington Management Group podrán formar parte de las nuevas carteras de gestión alternativa de la entidad nacional, quien se apoyará en en K2 Advisors para la búsqueda, due dilligence y monitorización de estos especialistas.
La rentabilidad objetivo de estas carteras asciende al Euribor más entre un 4% y un 5% con una volatilidad del 7%. Se contempla un máximo drawdown del 7%, con una beta a renta fija y renta variable del 0,4 y una correlación a ambos mercados del 0,5%.
“Queríamos hacer este camino de la mano de un socio. Descubrir a estos cinco gestores no es tarea sencilla”, comenta Carlos Andrés Poyo, director de Gestión y Asesoramiento, quien recuerda la importancia que tiene “acertar en la estrategia y el gestor” para la rentabilidad de las carteras. Tras un año trabajando conjuntamente, la banca privada presenta ahora esta alianza, que se justifica en la incorporación de fuentes alternativas de rentabilidad y diversificación a las carteras en un entorno de desaceleración económica, incertidumbre política y bajos tipos de interés como el actual.
