Para Ken Taubes, vicepresidente ejecutivo y director de inversiones de Pioneer Investments en Estados Unidos, el Brexit y los populismos de uno u otro signo comparten un origen común: la frustración de mucha gente. “Las políticas monetarias no están teniendo los suficientes efectos y hay una percepción de injusticia e inequidad tanto en la izquierda, como en la derecha con movimientos como el Brexit. La crisis ha sido dura y el crecimiento económico es todavía muy bajo”, apunta.
“La combinación de las políticas monetarias y de un bajo crecimiento hacen que el dinero siga llegando a los activos financieros, lo que está afectando a las bajas rentabilidades de los bonos, a las altas valoraciones de las compañías que pagan dividendos y a otros activos como el oro, que no tiene carry, pero en comparación con los tipos negativos de la renta fija puede merecer la pena”, puntualiza Taubes. Al dirigirse a activos financieros, esos flujos pueden crear distorsiones que en opinión del CIO de Pioneer Investments USA, se manifiestan en que “por un lado, no se destinan a nuevas inversiones, sino que se destinan a recompras o actividades corporativas y por otro, aumentan la desigualdad haciendo a los ricos más ricos”.
Para Taubes, en la economía global hay un exceso de oferta de bienes y se necesita un cambio en la política fiscal que contribuya a aumentar una demanda que pueda compensar ese exceso. “Estamos ante un mala combinación: exceso de liquidez y falta de demanda”, señala. En su opinión, la solución en el caso de EE.UU. pasa por una menor regulación, una reforma del sistema tributario, un cambio de las combinaciones de políticas que creen una mejor demanda y por la inversión en infraestructura. “La Fed se está mostrando reacia a subir tipos con diversas excusas: China, la economía, el mercado laboral. El caso es que ya se está cerca al pleno empleo, los salarios de muchos sectores están subiendo, la inflación subyacente está repuntando” apunta Taubes, que teme por una aceleración de los precios mayor de la esperada a consecuencia en parte de la inacción de la Fed.
En cuanto a las elecciones estadounidenses, cree que se trata de “una elección entre el menos malo de los candidatos” y se mantiene bastante tranquilo ya que “Hillary Clinton ya es conocida y Donald Trump es sólo extremista en temas como la inmigración”. Cruzando el océano, del Brexit le preocupan más las posibles consecuencias políticas que las económicas. “Europa es más estable cuando está unida. Temo por una visión más individualista que pueda iniciar una senda desconocida” afirma.
