La A y la S no cotizan igual en bolsa

En un artículo anterior, Duncan Lamont, CFA, responsable de Investigación Estratégica de Schroders, analizaba el impacto de los riesgos ASG (medioambientales, sociales y de gobernanza). La conclusión era que sí influían en las valoraciones, pero que habían diferencias sectoriales. En este artículo, profundiza en los detalles de ese efecto sostenible en las cotizaciones y detecta algunos matices.

La ASG es un efecto reciente

Un primer punto interesante. Solo en los últimos años el mercado ha empezado a prestar más atención a los riesgos medioambientales. Antes de 2017/18, a los inversores no les importaba tanto (al menos en conjunto) si una empresa dañaba el medio ambiente o no. Las valoraciones de las empresas buenas y malas estaban más ajustadas (Gráfico 4).

Pero, como muestra el gráfico 4, muchos sectores han entrado en una tendencia alcista desde entonces. Sí, hay ruido en torno a estas tendencias, como era de esperar, debido a cosas como el COVID, la guerra de Ucrania y otros factores. Sin embargo, la dirección de la tendencia es clara.

Incluso en algunos sectores en los que el nivel de discriminación por parte de los inversores respecto al riesgo medioambiental es todavía bajo, esa discriminación ha ido aumentando. Los servicios de comunicación (mostrados a continuación) son un buen ejemplo. Al igual que los productos de consumo básico.

Estos cambios coinciden aproximadamente con el aumento del coste financiero de las emisiones de carbono. Por ejemplo, durante la mayor parte de los cinco años anteriores, el precio de los permisos de emisión de carbono en el Régimen de Comercio de Derechos de Emisión (ETS, por sus siglas en inglés) de la Unión Europea era inferior a 10 euros. Pero se duplicó hasta superar los 20 euros en 2018, llegó a los 30 euros en 2019 y se disparó en 2021 y 2022. A principios de 2022 se acercó a los 100 euros.

El impacto en el sector sanitario

Merece la pena analizar más detenidamente el sector sanitario. Estas empresas tienen un impacto relativamente bajo en el medio ambiente, en comparación con muchas otras. Sin embargo, antes de la llegada del COVID-19, los inversores habían valorado las empresas sanitarias más respetuosas con el medio ambiente con múltiplos cada vez más altos que los de sus comparables más contaminantes. Entonces llegó el COVID y otras prioridades pasaron a tener más importancia. La tendencia anterior a la pandemia sufrió un duro revés. Incluso mensualmente (a diferencia de la cifra media de 12 meses que se muestra a continuación), las empresas sanitarias menos respetuosas con el medio ambiente siguen teniendo valoraciones más altas.

También se da el caso de que no ha habido realmente ninguna tendencia en cómo se pone precio a los riesgos sociales; el gráfico del sector de productos de consumo básico que se muestra a continuación es bastante representativo.