La CNMV critica la idea de crear un supervisor único como vía de integración de los mercados de capitales

Rodrigo Buenaventura
Fuente: Cedida (CNMV)

La semana pasada Mario Draghi presentó su informe The Future of European Competitiveness: A Competitiveness Strategy for Europe,  que contempla un plan integral para revitalizar la competitividad de la Unión Europea. En el mismo se incluyeron varios aspectos que afectaban a la industria de la inversión colectiva y  al menos uno de ellos, el de impulsar un supervisor único, no es del agrado de la CNMV.

Así lo ha explicado Rodrigo Buenaventura, presidente de la CNMV, en una intervención realizada en la I Jornada de la Cátedra de Asset Management organizada por la Universidad Pontificia de Comillas (ICADE) y que cuenta con el apoyo de gestoras como AQR, DWS, BBVA AM, J.P.Morgan AM, M&G Investments, Santander AM y Schroders. "Creo que la propuesta de creación de un supervisor único alrededor de ESMA puede tener sentido en algunas áreas como las infraestructuras pero no va a cambiar el grado de integración de los mercados europeos, como dice Draghi en su informe, no es una fuerza integradora de los mercados", afirma.

Una inversión colectiva que ya está muy integrada

Eso a nivel general ya que Buenaventura ha defendido que, al menos en lo que respecta a la inversión colectiva española, esa integración de mercados es ya una realidad. Así lo demuestra el hecho, dice el supervisor, de que el 40% del patrimonio de las IIC está ya en manos de gestoras extranjeras. "En materia de fondos, no tenemos que fustigarnos por una falta de integración del mercado en Europa", afirma Buenaventura.

Tampoco hay un problema de liquidez ni en los fondos ni en las gestoras, por lo que considera que esos colchones que desde Europa se quieren imponer a productos y gestoras son innecesarios. "No son opciones sensatas. Tenemos herramientas de gestión de la liquidez, o control de apalancamiento y con esto acotamos buena parte de esos riesgos sistémicos que puedan surgir", afirma.

También se ha mostrado crítico con respecto a la idea de dar incentivos desde Europa a quien invierta en acciones europeas en detrimento de las de otras regiones y avisa que si se extendiera a otras regiones esa competición de los incentivos “dejaría a Europa con más que perder que ganar”.

El problema de invertir poco en el mercado nacional

Lo defiende a pesar de que reconoce que, en el caso de España cada vez es menor la inversión que hacen los españoles en acciones o bonos de su propio país. Según sus cifras, tres cuartas partes de las carteras están en valores de otros países y solo el 22% en nacionales.

 Además, dentro de renta variable, la inversión en cotizadas española es solo del 2% y en lo que respecta a la inversión en bolsa española vía fondos "los españoles a través de fondos somos propietarios solo del 1% de la propiedad de nuestras propias empresas". Cifras que complican esa  función alternativa a la que deben aspirar los mercados de capitales para  actuar como vía de financiación de la economía ene general con especial énfasis en la transición energética o tecnológica.