“La consolidación del sector vendrá más de alianzas que de ventas”

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Pir, Flickr Creative Commons

“Hay unanimidad de que habrá una oleada de movimientos corporativos en Europa. Hace falta tener gestoras globales y con tamaño suficiente para poder competir con las de Estados Unidos”, asegura Javier Marín, responsable de gestión de activos, seguros y banca privada de Santander.

Para Marín, que participó en una mesa redonda sobre movimientos corporativos en el sector durante el FundForum International 2012 celebrado en Mónaco, algunos de los principales catalizadores de estos movimientos son los nuevos requisitos de capital a la banca, la necesidad de dotar de calidad a los productos en un entorno cada vez más competitivo y la posibilidad de limitar o eliminar las retrocesiones al distribuidor.

“Veo menos adquisiciones que alianzas o acuerdos estratégicos. El gestor necesita clientes y el distribuidor necesita productos. Una venta pura me parece un movimiento equivocado. Puede haber nuevas entidades independientes que surjan de la fusión de gestoras de bancos y que salgan a bolsa. En los próximos años, el paisaje será muy distinto”, explica.

Comentando sobre la gran divergencia de precios entre lo que pide el vendedor y lo que ofrece el comprador en algunas de las operaciones recientes que se han abierto en Europa, Marín señala que “el precio depende del compromiso que exista en la distribución. Si se paga por un volumen determinado de distribución o no, los rangos de precio pueden variar significativamente”.
Para Marín, las gestoras que pertenecen a bancos deben encontrar su puesto dentro del grupo. “Nosotros lo tenemos. Fabricamos ladrillos de alta calidad, pero es la red del banco la que vende las casas. Debes tener calidad, si no estás fuera de juego”, asegura.

Jean-Baptiste de Franssu, presidente de Incipit y moderador de la mesa redonda, destaca que, además de la regulación, otros factores que deberían impulsar las ventas y fusiones en el sector son los problemas macroeconómicos en Europa y la concentración de las entradas de capital en unos pocos productos.

“Hay muchas entidades en venta y muy pocas se venden. Las fusiones de gestoras son difíciles. La gestión es un negocio de personas”, afirma James Charrington, presidente de BlackRock para EMEA. El espera más alianzas que ventas en el sector y cree que muchas entidades pueden desaparecer. “Hay un exceso de gestoras”, dice.

También Eric Helderlé, director general de Carmignac Gestion, cree que “algunas entidades pueden morir. Muchas gestoras no sobrevivirán dada la alta concentración que hay en los flujos. Sólo las mejores sobrevivirán. Grupos con varios negocios, tendrán que decidir cuáles mantienen”.

La mesa redonda también contó con Martin Gilbert, consejero delegado de Aberdeen AM, que explicó cómo su firma se benefició del acuerdo para hacerse con parte del negocio de gestión de Credit Suisse. “El trato con Credit Suisse nos aportó sus capacidades de distribución. Las ventas que se plantean como alianzas son las que mejor funcionan, como ha sucedido en casos como el nuestro o como el de Merrill Lynch con BlackRock. Al comprar una gestora de un banco, lo que compras es distribución”, comenta.

Gilbert asegura que comienza un proceso de aceleración en el ritmo de operaciones. “La mayoría de los bancos, si pueden, venderán sus gestoras”, dice. Pero se trata de un movimiento que le sorprende. “Me parece una locura que los bancos quieran vender sus gestoras, porque éstas generan ingresos estables y en este entorno es raro que se desprendan de negocios buenos. Pero es posible que sea de lo poco que puedan vender”, comenta el responsable de Aberdeen AM.

A pesar de que ya se lleva tiempo hablando de la consolidación en el sector de la gestión, 2011 se cerró con operaciones por valor de 15.400 millones de dólares, el volumen más bajo en 5 años. Y muchas de las grandes operaciones anunciadas en Europa durante este año siguen sin concretarse. Los expertos consideran que la lógica económica para las fusiones es hoy más fuerte que nunca. Pero, parafraseando a Pascal, la gestión parece que tiene razones que la razón no comprende.