José Brujó Sánchez-Harguindey y Bertrand de Montauzon, socios y directores de BrightGate Capital
En la gestora alternativa española BrightGate Capital están preocupados por la popularización de los hedge funds en formato UCITS III. Temen que, como ya ocurrió en los inicios de la inversión libre en España, algunos productos se puedan vender de forma incorrecta.
“El miedo es que el cliente minorista se pueda aproximar a fondos que no están pensados para él. Los hedge funds UCITS III no deben venderse al inversor minorista”, afirma José Brujó Sánchez-Harguindey, socio director general de la entidad.
El socio fundador de BrightGate Capital aclara que, para ellos, los hedge funds en formato UICTS III pueden ser un buen complemento a la inversión en renta fija y renta variable, pero que no los consideran como un sustituto de los hedge funds.
“Desde el principio, nos decantamos por la figura de FIL y no la de fondo de fondos de inversión libre, porque queríamos dejar claro que no nos dirigíamos al inversor particular”, dice Brujó.
Historia de éxito
BrightGate Capital, que está a punto de cumplir su primer año y medio, ha logrado consolidarse como una referencia entre las entidades españolas independientes de gestión alternativa. Su BrightGate Absolute Return es un fondo de hedge funds multiestrategia que invierte con el asesoramiento de Permal, y cuenta ya con un patrimonio de más de 35,7 millones de euros, lo que lo convierte en el tercer mayor fondo de hedge funds en España. El producto consigue una rentabilidad del 17,5% desde su lanzamiento, con una volatilidad inferior al 4%.
“Hemos ocupado un cierto espacio. Buena parte de la banca ha liquidado sus productos de inversión libre. No quieren riesgo reputacional y ven que es un mundo complejo y al que hay que dedicar muchos recursos”, afirma Bertrand de Montauzon, también socio y director general de BrightGate Capital.
Los socios de BrightGate Capital, provenientes de Credit Suisse y Merrill Lynch, se decidieron a seguir adelante con su proyecto a pesar de haber nacido en el momento más duro de la crisis y cuando el panorama se veía más negro para los hedge funds. “La gente nos decía que estábamos locos”, reconoce De Montauzon.
Eso sí, los fundadores de BrightGate Capital aseguran que, para los independientes, resulta muy difícil mantenerse. “Es un poco más fácil empezar un negocio independiente hoy que hace un año, pero sigue siendo arriesgado si no tienes un capital estable importante. Los costes son muy pesados y, para tener credibilidad, debes tener socios como Permal. Sería bueno para el mercado que hubiera más entidades independientes, pero es muy duro mantenerse”, afirma el socio y director general de la entidad.
El reto para BrightGate es ampliar su base de clientes y captar inversores institucionales. “Hasta ahora nuestros clientes han sido filiales de bancos privados internacionales, family office y clientes particulares con los que teníamos relación. Ahora podemos aproximarnos a fondos de pensiones que nos habían pedido al menos un año de historial y un patrimonio mínimo de 25 millones de euros. Hay varios que han mostrado interés. Y también hay entidades que quieren invertir con nosotros cuando acabe el proceso de liquidación de sus fondos de fondos de inversión libre”, comenta De Montauzon.
El proceso de institucionalización de los hedge funds es global e imparable. Desde BrightGate Capital explican que, antes de la crisis, el 15% de los clientes de Permal eran institucionales. Hoy, son ya más del 30%. En España, sin embargo, ese proceso aún no se ha registrado.
Derecho a los hedge
“España no se puede quedar atrás en cuanto a la oferta de productos sofisticados o cerrarse el acceso a los mejores gestores. No hay razón por la que los clientes españoles no deban tener acceso a estos gestores”, asegura De Montauzon.
Desde BrightGate Capital abogan por “reconstruir la fe en el producto”, o que implica mejorar la formación de las propias redes de banca privada. Muchos clientes españoles han sufrido el fraude de Madoff o se han visto atrapados en productos poco líquidos, que no entendían bien. “La palabra FoFIL está maldita en algunas bancas privadas. Hay que volver a explicar el producto. Los bancos se deben dedicar a lo que saben hacer y aplicar una verdadera arquitectura abierta. Algo bueno de la crisis es que ha logrado poner a cada uno en su sitio”, comenta De Montauzon.
“En España hay que reconstruir el proceso educativo y no dejar que la gente se confunda con la aparición de nuevos productos”, añade.
Cuentas gestionadas
Más de un tercio de los activos del fondo de BrightGate Capital están en cuentas gestionadas. “Ha habido una oportunidad con gestores muy buenos que nunca antes habían aceptado trabajar con cuentas segregadas y es probable que nunca lo vuelvan a hacer. Son gestores con los que se abrió una ventana de oportunidad única. Invertir a través de las cuentas gestionadas ayuda a controlar el riesgo sistémico y la liquidez de la cartera”, señala Brujó.
Uno de los retos pendientes, explica, es el de facilitar la comercialización de los vehículos españoles entre inversores extranjeros. “El pasaporte europeo nos puede servir para vender fuera de España, pero mucho más importante sería poder hacer uso de cuentas ómnibus. No se trata de que no estemos al nivel de Luxemburgo o Dublín. Es que ni siquiera competimos con las mismas armas que Milán o París”, comenta.