“La deuda china en renminbis es una clase de activo en sí misma”

Kamil Molendys, Unsplash

Después de una trayectoria que comenzó con su creación en 1998, coincidiendo con los primeros pasos de la industria de los fondos de inversión en China, la gestora local China Southern Fund ha registrado en Luxemburgo su primera sicav, China Southern Dragon Dynamic Fund, bajo la que se han lanzado los dos primeros fondos de deuda china denominada en yuanes con la marca UCITS, China New Balance Opportunity Fund y RMB High Yield Bond Fund. Jin Wang, director de gestión de CSOP Asset Management, subsidiaria en Hong Kong de China Southern Fund –que llega a Europa de la mano de Citibank-, considera que los inversores globales deberían considerar la deuda denominada en yuanes (el offshore, es decir, el CNH o el hongkonés, a diferencia del onshore o CNY, de muy limitado acceso para los extranjeros) como una clase de activo en sí misma. “Está poco correlacionada con otros activos, proporciona a los inversores diversificación de divisas en sus carteras y permite beneficiarse de la historia de crecimiento del país”, explica Wang.

 

La de China Southern Fund es una historia que demuestra el afán de una gestora china por hacerse global, pues de las aproximadamente 70 gestoras locales que existen, sólo una docena cuenta con oficinas en Hong Kong y también son pocas las que han logrado el QDII (Qualified Domestic Institutional Investor) para operar en el extranjero. China Southern, que contaba con activos bajo gestión de 20.000 millones de euros a finales de 2010, logró la autorización en el año 2007, ofreciendo desde entonces a los inversores chinos acceso a los mercados internacionales –directo y a través también de fondos y ETF- desde Hong Kong, oficina que abrió en 2008. “Los inversores chinos tienen interés en extender su asignación de activos fuera de China, tanto en el mundo desarrollado, como en otros países emergentes”, explica Wang. Otro rasgo de su carácter global es su equipo, con experiencia fuera del país.

 

La entidad, cuyos inversores son en su totalidad chinos y cuya gama de productos asciende a 33 fondos de inversión, ha dado ahora un paso más en su proceso de internacionalización, con el registro en Luxemburgo de dos fondos bajo su primera sicav, China Southern Dragon Dynamic Fund, un producto que ofrece acceso al mercado de deuda china denominado en yuanes offshore –CNH- y que cuenta a la vez con la marca UCITS, lo que le hace accesible a los inversores internacionales, tanto europeos como de otros mercados. “Ésta es una tendencia creciente que estamos viendo de gestores de activos de China ", añade George Hindmarsh, jefe de ventas de productos de Asia en la región EMEA de Citi. "A medida que los emisores miran cada vez más hacia el mercado de bonos en yuanes en Hong Kong para levantar capital, los fondos de bonos en yuanes son la evolución natural en la internacionalización del mercado off shore de RMB."

 

Las razones de esta decisión que convierten a la gestora en la primera en internacionalizarse según Wang, son varias. En primer lugar, menciona la fortaleza de la marca, además de la relativa facilidad para obtener la aprobación debido a su costumbre a seguir las normas dictadas por el Gobierno chino. “Es una marca que exige transparencia y una buena gestión de riesgos, algo para lo que estamos preparados y tenemos infraestructura”, comenta. Además, indica que el regulador chino está familiarizado con la marca y también la reconoce –junto a la hongkonesa Unitrus-, y permite la inversión en otros fondos UCITS. Por último, señala la gran demanda de productos UCITS en todo el mundo. Hindmarsh añade: "Los inversores en Asia están familiarizados con la marca UCITS, que se distribuyen activamente en mercados como Hong Kong, Singapur y Taiwán. Tiene todo el sentido que CSOP haya elegido esta plataforma para las aspiraciones internacionales de sus fondos”.

 

Una perspectiva única: deuda HY y sin rating

Para el experto, otros fondos lanzados por la competencia en deuda local se centran más en el universo con grado de inversión, pero su ángulo es distinto en la medida en que incorporan el universo de alta rentabilidad y el que carece de rating –algunos sólo por evitar la calificación por parte de S&P-, con buena calidad y un vencimiento de entre 2 y 3 años, más corto de lo habitual, sin contar los beneficios derivados de la apreciación de la divisa. Para Wang, estos bonos suponen una muy buena oportunidad ajustada al riesgo que en términos de dólar pueden ofrecer a los inversores retornos anuales de entre el 8% y el 10%. De hecho, la gestora incorpora un equipo de análisis interno que otorga su propio rating a las compañías.

Por sectores, el fondo RMB High Yield Bond está posiconado sobre todo en el sector inmobiliario (27,8%), energía (15,5%), empresas de transporte (10,5%), alimentación (10,3%) y financieras (9,5%), con una duración media de 2,19 años. Sobre una posible burbuja inmobiliaria en China, Wang responde que no todas las empresas inmobiliarias son malas. El fondo invierte sobre todo en inmuebles comerciales y no residenciales, menos intervenidos por el Gobierno, y también en ciudades ‘medianas’ (con entre 5 y 10 millones de habitantes) donde el desarrollo del sector es menor, destacando el cambio de foco del país desde una economía exportadora a una centrada en el consumo interno. El fondo también invierte en firmas extranjeras que emiten deuda en el mercado Dim Sum y que cada vez son más numerosas.

 

Internacionalización de la divisa

La evolución de la gestora se ha producido además en paralelo a la internacionalización del renminbi offshore. “Estamos en los primeros estadios de la globalización de la divisa, que desde julio de 2010 –con la apertura a los inversores institucionales y la apertura de cuentas, transferencias y conversión sin límites- cotiza de forma libre”, explica Wang. Para el experto, tras servir para facilitar el comercio entre compañías, los próximos pasos que ya se están dando son el elemento financiero, la emisión de deuda en CNH por parte de empresas multinacionales y bancos que hacen negocios en China y quieren financiarse en su divisa -con la ventaja del atractivo precio de la financiación- y también las futuras salidas a bolsa en divisa local. "Hong Kong es el centro para la internacionalización del RMB, y con el lanzamiento del fondo CSOP de bonos en yuanes, los inversores globales serán capaces de participar en el rápido crecimiento del mercado de bonos RMB", añade Hindmarsh.

 

Por ello prevé que las emisiones de bonos, tanto por parte de instituciones financieras como de empresas, se incrementen en los próximos meses –en casi 8.000 millones de dólares hasta finales de año- propiciando una mejora de la situación actual, donde hay más capital que productos para invertir; de hecho, las emisiones han pasado de 19 a 38 en los últimos seis meses. “La evolución del CNH será un test para determinar si el renminbi llegará en algún momento a ser una divisa global y a cotizar libremente”, comenta Wang, indicando que en el futuro, el CNY podría seguir la misma tendencia y llegar a fusionarse con el CNH. En estos momentos, el Gobierno está usando Hong Kong para probar el concepto de un país, dos sistemas, antes de convertir al RMB en una moneda más global

 

Con respecto a la política del Gobierno, cree que está haciendo un buen trabajo a la hora de contener la inflación, logrando el equilibrio entre una divisa no demasiado fuerte que dañe la economía ni demasiado débil –que dispare la inflación y el precio de los alimentos, con los costes sociales que ello supondría-. También advierte de que la guerra de divisas no solucionará los problemas económicos, pues con Japón no funcionó. Con respecto a la crisis de deuda en Europa, dice que China no puede mantenerse al margen en un mundo globalizado.