La deuda de los Gobiernos sobre el PIB, en un solo gráfico

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Firma: Flickr, Creative Commons

La crisis del COVID-19 ha supuesto un auténtico antes y después en la sociedad. Y eso se ha trasladado también a los Gobiernos y bancos centrales que han tenido que echar el resto a la hora de aprobar planes de estímulos para evitar que la recesión vista en 2020 se prolongara en el tiempo. Los diferentes paquetes de estímulos anunciados, unido a los programas de compra de deuda y tipos bajos de los bancos centrales, han conseguido su objetivo. Según los datos del FMI, el PIB global crecerá un 6% este año y un 4,4% en 2022, según sus últimas previsiones del mes de abril, aunque advierte de que ese crecimiento será desigual entre las distintas economías debido entre otras cosas, a los diferentes ritmos en las campañas de vacunación.

Sin embargo, todas esas medidas extraordinarias anunciadas tienen su principal consecuencia en el fuerte endeudamiento que han tenido que asumir los Gobiernos ya no solo para hacer frente a la crisis del coronavirus sino para también en los años anteriores, marcados también por una política de tipos bajos.

Desde Visualcapitalist se han hecho eco de una imagen publicada en Howmuch.net en la que se ve de un solo vistazo cuán grande es lo que ellos llaman la bola del nieve de la deuda pública. Es la siguiente:

Fuente: Visualcapitalist

En la misma se ve claramente cómo el color dominante es el rojo (en todas sus tonalidades) que refleja aquellos países que presentan un ratio de deuda/PIB superior al 50%. Además, son ya tres los países que superan el llamativo ratio del 200% de deuda sobre PIB y esos son Japón, Sudán y Grecia. España, por su parte se encuentra en el grupo de los que tienen un ratio de deuda/PIB superior al 100%. Grupo integrado por otros 32 países, según los datos recogidos por la web a partir de la información del FMI.

¿Es el alto endeudamiento un problema?

El alto endeudamiento que presentan los países ha sido objeto de debate en no pocas ocasiones ya que muchos se preguntan si es algo que puede ser sostenible o si terminará por explotar en algún momento. De momento, parece que el riesgo puede estar contenido a corto plazo en un contexto de tipos al 0% que se prevé se mantenga durante algún tiempo más.

Siempre y cuando se cumpla la idea generalizada que el repunte de la inflación obedezca más a un factor puntual que a un cambio de tendencia muy abrupto que obligue a los bancos centrales a modificar sus hojas de ruta.  "Todo apunta a que los bancos centrales tolerarán cifras de inflación moderadamente más altas, aunque solo sea porque esto tendría un efecto positivo sobre el enorme aumento de la deuda. Es probable que la política expansiva de los bancos centrales continúe por el momento", afirma Stefan Kreuzkamp, director de Inversiones en DWS. Una idea con la que coincide Keith Wade, economista jefe de Schroders. "El FMI y el Banco Mundial se han manifestado sobre la necesidad de mantener el apoyo fiscal. En nuestra opinión, esta postura tiene sentido, pero hay que reconocer que tendrá que ir acompañada de un periodo prolongado de tipos de interés bajos para que sea sostenible".