La deuda financiera presenta un mayor potencial al alza que la corporativa

Aunque “no hay señales de alarma, de momento”, y la parte positiva es la “solidez de capital y provisiones” del sector bancario, uno de los riesgos para la senior portfolio manager de BBVA Asset Management, María Rosado, es la posibilidad de una recesión profunda que “pueda afectar a la cuenta de resultados e impactar en la calidad de los activos”.

El segundo riesgo tiene que ver con las tensiones que vimos en el sector tras las quiebras en EEUU y Suiza, donde el mercado anticipaba “riesgo sistémico”. Aunque la situación del sector en Europa no es comparable con el americano, especialmente porque la regulación europea es “mucho más estricta” en entidades de menor tamaño, lo que “nos da un colchón de seguridad”, y que el caso Credit Suisse fue “específico” y que “no tiene nada que ver con el resto de la industria, lo que hemos aprendido es que el sector y la deuda financiera, concretamente, es muy sensible a cualquier crisis de confianza”, y aunque “es verdad que los fundamentales son sólidos, en los momentos de pánico el mercado no asigna los riesgos ni los fundamentales de forma eficiente”.

A nivel de oportunidad, BBVA AM es positiva en crédito en general y en deuda financiera en particular, “sobre todo, teniendo en cuenta que la principal tendencia que estamos viendo este año que es la subida de tipos apoya los fundamentales financieros, y no los de los corporates”.

A nivel de instrumentos, Mónica Trastoy, head of Credit Research de Santander Asset Management, destaca el atractivo de los instrumentos Tier 2, concretamente la deuda financiera callable (bonos rescatables), donde “el riesgo principal es no tener una ventana para acceder al mercado y poder refinanciar la emisión”.

Señala que esto se empezó a descontar en los diferenciales el año pasado a raíz de la subida de tipos, lo que ha generado que “estos instrumentos coticen aún con una prima significativa frente a aquellos instrumentos que tienen un vencimiento determinado” o deuda Tier 2 bullet.

Trastoy insiste que es una oportunidad “porque los fundamentales del sector son sólidos” y “se está exagerando al descontar este riesgo ya que este año hemos visto cómo incluso bancos con balances más reducidos no han tenido problemas para acceder al mercado de crédito”.

Respecto a la propuesta europea de establecer el Depositor Preference, haciendo más ‘senior’ los depósitos (no asegurados) respecto a la deuda Senior, la gestora directora responsable del sector financiero de CaixaBank Asset Management, Carmen Pinyol, aplaude la decisión ya que “va a dar más protección a los depósitos en un entorno donde se ha visto que el punto débil de los bancos es una posible fuga de depósitos (mayoritariamente depósitos no asegurados con importes superiores a 100.000 euros)”.

En su opinión, esto va a tener consecuencias en posibles bajadas de rating por parte de algunas agencias crediticias, “lo que sería malo para la deuda Senior Preferred” y “podríamos ver mucha más oferta” de este producto, también por la devolución del TLTRO (Long-Term Refinancing Operation), lo que impactaría “negativamente” en sus spreads. Con este escenario, Pinyol ve más oportunidades en Senior Non-Preferred.

Dentro de la deuda Tier 2, ve oportunidades en algunas emisiones Callables (con call) que ofrecen un pick up importante respecto a las bullet (con vencimento fijo) de más de 100 puntos básicos en spread en algunos bancos. También en torno a los green bonds, donde “hay más demanda y por tanto hay una prima verde (greenium)”.

El gestor de deuda financiera de Lazard Frères Gestion, François Lavier, confirma que hay muchas oportunidades dentro de la deuda financiera y puso el acento en los datos de valoración para constatar que, a nivel de spread, y en comparación con otros segmentos de renta fija, la deuda financiera está en la cola del del ranking de la última década.

La lectura que hace de esto Lavier es que “ya está cotizando como si estuviéramos en un nivel cercano a una recesión, entre el 80%-90% del tiempo los spreads de la deuda financiera estuvieron más bajos”, lo que avala su oportunidad en términos de valoración.

En comparación con las últimas emisiones realizadas en lo que va de año de deuda corporate y la deuda high yield, estas emisiones son caras frente a las emisiones de la deuda financiera. “Tenemos una calidad de crédito mejor y una potencial valoración más alta que esos activos, por lo que ahora hay que invertir más en financiero que en corporate, que son muy caros”.