"La falta de democracia no tiene coste de oportunidad"

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Foto cedida

El de inversión socialmente responsable es un concepto extendido en toda Europa –donde el fondo soberano de Noruega es uno de sus mayores exponentes- pero que apenas ahora está aterrizando en España. Para promover el conocimiento de inversiones con criterios éticos y sostenibles en el tiempo, Petercam en asociación con Spainsif han promovido un encuentro en el que Ophelie Mortier, coordinadora de estrategias de ISR (Inversión Socialmente Responsable) para Petercam, ha afirmado que la ISR que es un concepto “interesante, pero que no es fácil de transmitir porque requiere de un cierto proceso para trasladarlo a la inversión y le dé valor en términos de rentabilidad/riesgo” en gran parte debido al “incremento de la cadena de distribución y a la mayor globalización”. 

“Cuando hablamos de sostenibilidad, hablamos de valores éticos que son subjetivos porque dependen de las distintas sensibilidades por países, pero también los hay objetivos y que se pueden cuantificar, por lo que aún así podemos hacer algo” continúa Mortier en su exposición, apuntando que el de ISR es “un tema en evolución” en el que la firma para la que trabaja está constantemente mejorando sus modelos de inversión. De hecho, Petercam es dentro de Europa una de las firmas pioneras en renta fija soberana OCDE y emergente por criterios ISR en Europa, ya que lleva desarrollando índices que cumplan con criterios de sostenibilidad desde 2007. 

Para poder crear los modelos, amén de indentificar y monitorizar datos de fuentes como la OCDE, el FMI o el Banco Mundial, la gestora lleva a cabo un minucioso proceso en el que se reúne con expertos y ONGs que les den distintos puntos de vista sobre temáticas que no son puramente económicas pero que sí tienen un gran impacto en la economía, como por ejemplo la extracción de gas pizarra. Mortier defiende que es un acercamiento “basado en el diálogo, el intercambio de ideas y la apertura de mente”. Complementan estas reuniones con otras que se celebran cada seis meses en las que participan expertos externos y tres internos y en las que también pueden intervenir los gestores de la casa. 

También recurren a encuestas a inversores institucionales para saber cuáles son sus preocupaciones a lo largo del tiempo. Una conclusión que han extraído de estas encuestas es que los inversores han pasado desde 2008 hasta la actualidad de tener preocupaciones puramente económicas a otras más globales, que afectan a cuestiones como la demografía o el medio ambiente. 

Otros de los indicadores que tienen en cuenta a la hora de elaborar sus modelos de inversión por países –que en función de los resultados fijan una serie de inversiones mínimas en función del país- es la corrupción, pues como afirma la experta “hay que conocer los riesgos de la falta de transparencia”. La huella ecológica, las diferencias entre clases, los indicadores de uso de agua, la dispersión de la atención sanitaria o incluso la tasa de suicidio o el número de cascos azules por habitante son indicadores que se revisan para tomar una decisión de inversión socialmente responsable. 

Mortier se lleva toda esta filosofía de inversión a uno de los terrenos más delicados actualmente, la inversión en renta fija soberana emergente. El enfoque ISR está presente en el Petercam L Bonds Emerging Markets Sustainable-F, el último fondo con un enfoque sostenible que ha lanzado la gestora. Por ejemplo, explica que no invierten ni en China ni en Rusia al tratarse de países donde sus ciudadanos no tienen libertades. Aquí la experta se muestra clara en su mensaje: “La falta de democracia no tiene coste de oportunidad, el valor de este filtro se muestra en el medio y largo plazo porque refleja menor volatilidad”.

Es más, evitar los países donde la democracia no está completamente instaurada es una manera de blindarse de las oscilaciones del mercado. Mortier explica que los países emergentes muestran “una tendencia hacia la sostenibilidad, aunque aún es pronto” y cita por ejemplo los problemas sociales y de acceso al crédito que presentan naciones como Egipto o Tailandia. La experta advierte de que no se puede perder de vista el descontento de la sociedad, pues el riesgo de insurgencia lleva a la incertidumbre, y la incertidumbre genera volatilidad, “que es lo que no quieren los mercados”. 

Además, la responsable de Petercam recuerda que “no se puede hablar de los BRIC como un bloque, porque están en diferentes estados de desarrollo y cada vez están más afectados por el cambio climático”. A la hora de valorar las economías de estos países advierte que, aunque en un principio presenten un perfil demográfico favorable, no se deben ignorar la influencia de las tasas de mortalidad y pobreza o la exposición a enfermedades, por lo que el resultado puede modificar las expectativas de inversión.