Golpe sobre la mesa por parte de la Fed. La Reserva Federal ha empezado el nuevo ciclo de política acomodaticia con una contundente bajada de tipos de 50 puntos básicos. Era el más agresivo de los escenarios barajados por el mercado para esta cita y uno que fue crecido en probabilidades en las últimas semanas, pero desde luego no era la previsión del consenso, que se inclinaba más por un recorte tradicional de solo 25 puntos básicos.
Precisamente porque la Fed se ha visto motivada a acelerar la relajación de su política monetaria se ha despertado cierta inquietud en el mercado. Está por ver cómo digiere la noticia el mercado. Los principales índices estadounidenses cerraron con ligeras caídas en la noche del miércoles mientras que los europeos han abierto en verde la sesión del jueves.Para James McCann, economista jefe adjunto de abrdn, ilustra el grado de urgencia de la Fed por empezar a rebajar rápidamente la restricción de la política monetaria.
Pisando el acelerador
Para Guy Stear, director de Estrategia de Mercados Desarrollados de Amundi Investment Institute, la gran noticia no es tanto el recorte de 50 puntos básicos, sino el recorte de las previsiones de crecimiento y la fuerte revisión a la baja de los puntos. “De hecho, los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC) esperan que ésta sea la primera de una serie de recortes, y que los tipos bajen otros 50 puntos básicos a finales de este año, y 100 puntos básicos en 2025, según la previsión media”, destaca en esa línea McCann. En opinión de Stear, la Fed parece segura de haber ganado la batalla contra la inflación y reconoce que la política monetaria es ahora demasiado restrictiva, sobre todo ante las amenazas que pesan sobre el crecimiento.
A Carlos de Sousa, gestor de Vontobel, el recorte de 50 puntos básicos sugiere que la Fed coincide con la opinión del mercado de que puede estar iniciando el ciclo de relajación algo tarde. “Es difícil culparles por llegar algo tarde, dados los datos de inflación del primer trimestre, más fuertes de lo esperado, y las recientes revisiones a la baja de los datos del mercado laboral publicados anteriormente”, defiende.
El empleo pasa a ser el factor decisivo
Un recorte preventivo, pero agresivo. Así lo define Salman Ahmed, responsable global de macro y asignación estratégica de activos en Fidelity International. El experto ve claro esa mayor cautela en lo que respecta al ritmo y la magnitud de la política de relajación en el futuro. “Una cosa es cierta: las palomas están al mando y cualquier debilidad adicional del mercado laboral conllevaría más recortes y más rápidos. Y ahora los mercados lo saben”, advierte.
Es una interpretación con la que coinciden desde Invesco, que está claro que el debilitamiento del mercado laboral fue el catalizador de este recorte de tipos. “Powell ofreció garantías sobre la economía, afirmando que el mercado laboral sigue gozando de buena salud y que el desempleo es bajo en comparación con la historia. Pero también reconoció que han aumentado los riesgos a la baja para el empleo”, destacan de la conferencia de prensa.
Recalibración de la política monetaria
Para Tiffany Wilding y Allison Boxer, economistas en PIMCO, las acciones de la Fed sugieren que vio un cambio en el equilibrio de riesgos en torno a la inflación y el empleo, lo que justifica un ajuste más rápido hacia la neutralidad de lo que muchos representantes de la Fed habían pensado anteriormente. “Históricamente, si se observan los ciclos de la Fed desde mediados del siglo XX, un recorte inicial de tipos de 50 puntos básicos suele preceder o señalar un ciclo de relajación recesivo. Es decir, una serie de recortes de tipos generalmente más bruscos, profundos o prolongados destinados a impulsar una economía en dificultades”, apuntan.
Como bien señala Christian Scherrmann, economista para EE.UU. en DWS, iniciar el ciclo de bajadas de tipos con un paso mayor no está exento de problemas. “Conlleva el riesgo de que la Fed tenga que recalibrar su función de reacción a los datos entrantes, como hemos visto en el pasado reciente”, explica. La reunión de septiembre le recuerda un poco al pivote de Powell a finales de 2023, que paralizó el proceso desinflacionista durante meses, incluso sin un recorte de tipos. “Además, al menos parece como si la Fed hubiera sido realmente empujada por los mercados, por no mencionar las actuales implicaciones políticas de un movimiento mayor de lo habitual”, destaca.
¿Son 50 los nuevos 25?
El presidente de la Reserva Federal usó el término “recalibración” para definir la nueva era en la que entra la política monetaria estadounidense. Pero un concepto tan suave no disipa las cuestiones que acaba de abrir para los mercados. “El recorte estuvo motivado por la valoración de la Fed de que la economía es sólida, los riesgos para el crecimiento y las perspectivas de inflación se han equilibrado y no se ha quedado atrás. Entonces, ¿por qué 50 puntos básicos y no 25?”, plantea Jean Boivin, responsable a las BlackRock Investment Institute. Para el experto, la explicación sencilla podría reducirse al comentario del presidente Powell: la economía está “creciendo a un ritmo sólido... Queremos que siga así”. Pero eso le sugiere que, en lugar de que los riesgos estén equilibrados, a la Fed le preocupa más que el crecimiento se ralentice demasiado.
Otra de las preguntas que ha abierto la Fed con este movimiento es si veremos más recortes de esta magnitud. Desde luego, a Martin Van Vliet, de Robeco, le parece un cambio radical con respecto a los 25 puntos básicos de relajación previstos para el segundo semestre de 2024 en la reunión de junio. “Pero también indica que la continuación de un ritmo de recorte de 50 puntos básicos no es necesariamente lo que la mayoría del Comité tiene en mente si los datos entrantes siguen indicando una actividad decente”, añade. Van Vliet cita las palabras del presidente de la Fed, Powell, durante la rueda de prensa: “Nadie debería pensar que 50 puntos básicos es el nuevo ritmo”.