La Fed lleva a los tipos a su nivel más alto en 22 años: primeras reacciones de las gestoras internacionales

Jerome Powell. Foto cedida.

Una cita con los mercados ceñida al guion. Tal y como advirtió en la anterior reunión, la decisión de mantener los tipos de interés estables en junio fue solo una pausa, no un punto final al ciclo de subidas. Así, la Reserva Federal ha subido los tipos en julio otros 25 puntos básicos. El rango objetivo para los tipos se sitúa ahora entre el 5,25% y el 5,50%, el nivel más alto en 22 años.

Y en la rueda de prensa posterior al comunicado, Jerome Powell no se quiso comprometer con ningún escenario de cara a la cita de septiembre. Ni cerró la puerta a más subidas ni habló de una segunda pausa. El presidente de la Fed reiteró que la política monetaria se decidirá reunión a reunión según los datos macroeconómicos más actualizados. "Simplemente no saben dónde se encuentra la economía y están siendo prudentes", resume Susan Hill, gestora senior de carteras y jefa del Grupo de Liquidez Gubernamental de Federated Hermes. El crecimiento económico es más sólido de lo esperado y la inflación disminuye a un ritmo incierto, factores que abogan por una política monetaria más restrictiva. Pero la Fed es consciente de otra incertidumbre: los desfases temporales con los que la política monetaria afecta a la actividad económica. 

Una lectura dovish

“Parece que los banqueros centrales quieren mantener todas las opciones sobre la mesa, lo que también puede interpretarse como un signo de incertidumbre, sobre todo con respecto a su propia capacidad de previsión”, comenta Christian Scherrmann, U.S. Economist para DWS. Para el experto, el enfoque sigue siendo el de pecar por exceso por el lado de los halcones en lugar de ceder demasiado pronto. Y Gordon Shannon, gestor de TwentyFour AM (boutique Vontobel), coincide. La Fed no quiere correr riesgos. “Está sopesando los argumentos de que los efectos retardados de las subidas anteriores todavía se están transmitiendo a la economía, a la vez que observa atentamente los signos de restricción del crédito”, apunta Shannon.

Sin embargo, varios expertos ven en el tono de Powell un mensaje dovish (acomodaticio). Un detalle importante es el hecho de que la Fed siente que los tipos de interés, tras subir 525 puntos básicos desde marzo de 2022, ya están en terreno restrictivo. “Powell también dijo que, si ve que la inflación desciende de forma creíble y sostenible, ya no necesitaría mantener un nivel de política monetaria restrictivo. Afirmó que, aunque es improbable que la inflación llegue al 2% hasta 2025, la Fed podría dejar de subir los tipos mucho antes, y podría empezar a recortarlos”, destaca Kristina Hooper, estratega jefe de mercado global de Invesco.

¿El final de las subidas?

¿Ya no subirán más los tipos? “Esa es la pregunta del millón”, reconoce John Plassard, de Mirabaud. Por su parte, a nivel macro estará atento a datos como el crecimiento del segundo trimestre que se publican este jueves, el próximo dato de inflación y las cifras de empleo de julio se publicarán el 4 de agosto.

De hecho, cada vez más gestoras internacionales se están posicionando en el bando del fin del ciclo de subidas. James McCann, economista jefe adjunto de abrdn, cree esta última reunión será probablemente la última de este ciclo de endurecimiento. Ve probable que la Fed mantenga los tipos estables en su reunión de septiembre, en consonancia con su deseo de recabar más información sobre la actividad y la inflación antes de volver a endurecerlos. Es una opinión que comparte Xiao Cui, economista en Pictet WM: "Si hubiera otro aumento de tipos sería más probable en noviembre que en septiembre".

Una nueva pausa en la reunión de septiembre. Es un escenario con el que coinciden en PIMCO. “En nuestro escenario de referencia, en el que la economía estadounidense entra en una leve recesión, a medida que los efectos retardados de la política monetaria y el endurecimiento del crédito pesan más sobre la actividad y la demanda de mano de obra, julio marca el final del ciclo de endurecimiento, y los recortes se producen en 2024”, afirma Tiffany Wilding, economista de PIMCO.

Incluso noviembre se complica

Pero incluso hay gestores que ponen en duda la subida de noviembre. "Para cuando llegue noviembre, pensamos que la debilidad de la situación económica impedirá un nuevo ajuste”, defiende McCann. "Creo que veremos suficiente desinflación adicional y debilitamiento del mercado laboral antes de la próxima reunión de la Fed, lo que llevará al comité a dejar los tipos sin cambios en septiembre y de ahí en adelante. Pero esa expectativa se basa en la cooperación de los datos; de no ser así, es posible que haya más incrementos", añade en esa línea Eric Winograd, economista jefe de AllianceBernstein.

De ahí, interpreta Charles Diebel, responsable de Renta Fija de MIFL, se entiende la respuesta positiva por parte del mercado. “Esto debería reforzar el rango de los bonos del Tesoro de EE.UU. al menos durante los meses de verano, pero puede tener un impacto marginalmente negativo en el dólar. Al mismo tiempo, no hay nada en el mensaje que suponga una amenaza para los mercados de renta variable”, prevé.

Los riesgos de cola

Pero no todos los expertos se están apresurando a marcar el fin de las subidas. Anna Stupnytska, macroeconomista global de Fidelity International, argumenta que, dada la resiliencia continuada de la economía, especialmente la rigidez del mercado laboral, la Fed tiene que seguir avanzando para garantizar que la inflación se desacelera de forma sostenida hacia el objetivo y que las expectativas de inflación están bien ancladas. “Seguimos esperando que la economía estadounidense entre en recesión en los próximos trimestres, aunque el momento sigue siendo incierto, ya que la duración de los desfases de las políticas y la sensibilidad de la economía a unos tipos más altos parecen diferir significativamente en este ciclo en relación con la historia”, defiende.

Además, una pausa en las subidas no es un giro completo en la política monetaria. Como bien advierte Patrice Gautry, economista jefe de Union Bancaire Privée, la visión restrictiva de la Fed también podría ser una advertencia para los mercados monetarios que ya esperan importantes recortes de tipos en marzo-mayo del próximo año. Dado que Powell declaró que el camino hacia una inflación del 2% puede llevar un período de tiempo más largo, ve peligroso esperar un recorte rápido y considerable de los tipos en el primer trimestre de 2024. Especialmente si la economía estadounidense evita cualquier recesión y se mantiene en un escenario de aterrizaje suave.

Afinando la política monetaria

Aunque de aquí a la reunión de septiembre se publicarán otros dos informes sobre inflación y empleo, la corazonada de Tom Porcelli, economista jefe para Estados Unidos, y Robert Tipp, estratega jefe de inversiones y responsable mundial de renta fija de PGIM Fixed Income es que la campaña de subidas de tipos ha terminado y que el debate se centrará en los recortes de tipos antes de lo que muchos esperan.

Su pronóstico sigue siendo que la inflación continuará retrocediendo durante el resto del año (y hasta 2024). “Mientras continúe este proceso, la Reserva Federal tendrá que juzgar si el mercado laboral está alcanzando un mayor equilibrio.  Y creemos que ese proceso ya ha comenzado”, defienden Porcelli y Tipp. De hecho, argumentan que las condiciones del mercado laboral se reequilibrarán lo suficiente como para que el primer recorte sea plausible hacia finales de año.  Pero matizan esa predicción: en esta fase, no esperan un ciclo de relajación importante, sino más bien un ciclo de afinar, en el que la Reserva Federal recortará entre 50 y 75 puntos básicos de las últimas subidas para reducir la restricción de la economía.