GSAM ha renombrado el mítico Global Millennials Equity, con Rating FundsPeople, para capturar de la entrada de la nueva generación a sus años clave de ingresos.
Cuando en 2016 lanzaron el GS Global Millennials Equity, Goldman Sachs AM buscaba capturar la inmensa fuerza que preveían que ejercerían los jóvenes de esa década en las tendencias de consumo a nivel global. Ahora, ocho años desde su nacimiento, el fondo se ha renombrado a GS Global Future Generations Equity con el objetivo de ampliar el universo a un nuevo motor: la Generación Z. Los nacidos entre el año 2000 y 2012 ya se están acercando a sus años clave de ingresos. Juntos representan 4.900 millones de personas, el 65% de la población mundial. Copan el 50% de los ingresos salariales a nivel mundial, pero es que la gestora calcula que ese número ascenderá al 65% en los próximos años.
“La Generación Z es continuista en cuanto a las tendencias de consumo que identificamos en la Generación Millenial”, cuenta Jennifer Sullivan, gestora del fondo. En ambos casos la mitad pasa al menos una hora al día conectado vía redes sociales. “Eso tiene implicaciones en la manera en la que consumen, en cómo se les influencia, en cómo descubren productos nuevos que dista mucho de generaciones como los Baby Boomer”. Y pone un ejemplo fácil de ver. Pensemos en cómo se consume la música hoy. La gestora lo describe como la globalización de la música gracias al impulso de las plataformas de streaming. “Eso significa que ahora vemos tours más grandes, más globales, en más ciudades”, apunta.
El valor de la experiencia en el consumo
Una tendencia significativa que detecta Sullivan es que los consumidores jóvenes valoran más la experiencia que anteriores generaciones. Eso significa que su consumo va más dedicado a partidas como los viajes, conciertos, restauración. Desde el punto de vista de la salud, son las generaciones que más van el gimnasio, que más se cuidan. El 80% de las dos generaciones busca una experiencia de salud personalizada.
En línea con esa “experiencia en el consumo” que describe la gestora está el auge del lujo. China es uno de esos motores más que reconocidos, pero incluso en Estados Unidos el mercado de luxury ha visto un notable crecimiento. Esta muy ligado a ese uso de las redes sociales y la cultura de compartir y “presumir” ante todos.
Más allá de estas grandes tendencias, también cabe destacar el mayor interés de los millenial y los Gen Z por la sostenibilidad desde la perspectiva del consumo. “Quieren saber de dónde vienen los productos que compran, cómo se fabrican y están dispuestos a pagar más por un producto de calidad”, afirma Sullivan.
Todas estas tendencias de consumo nacen del hecho de que los millenial y los Gen Z han pospuesto hitos importantes como el matrimonio y tener hijos. “Lo que está claro es que, cuando llegue, no lo harán como la generación de sus padres sino a su estilo. Tenemos claro que esa manera de consumir online va a traer importantes disrupciones en todos los sectores tradicionales”, insiste.
Implicaciones para la inversión
“Esto no son conjeturas ni previsiones a futuro. Es que lo estamos viendo ya en los datos económicos y en el impacto en las cuentas de resultados”, insiste la gestora. Es un punto relevante que saca Sullivan porque a la hora de construir una tesis de inversión necesitas datos que respalden teorías. Por ejemplo, uno podría pensar que con el uso tan grande de redes sociales las compañías de aplicaciones de citas serían la opción preferida para encontrar pareja. Pero la realidad es otra. “Deshicimos nuestras posiciones en las grandes apps de citas porque nos dimos cuenta de que no conseguían fidelizar a los jóvenes”, cuenta Sullivan.
Por eso es tan importante buscar compañías con verdaderos fosos defensivos y poder de fidelización de su base consumidora. Porque otro de los efectos de las generaciones online es que las tendencias de consumo pueden cambiar muy rápido. “En redes sociales, preferimos las mega caps porque son las que tienen los datos necesarios de sus consumidores como para adaptarse a tiempo, pero lo contrario ocurre en consumo básico. Allí vemos que son las small y mid caps las que tienen la agilidad necesaria para capturar las nuevas tendencias”, explica.
También es crucial no perder de vista las valoraciones. El riesgo con los fondos temáticos es que puede verse afectado por sesgos de estilo o sector involuntarios. Y esto es precisamente lo que buscan evitar con el GS Global Future Generations Equity. Un ejemplo de esta gestión activa lo vemos en cómo están abordando la inteligencia artificial, rotando hacia nombres menos abarrotados, que no están en el foco de las miradas del mercado. “Es buscar nuevas oportunidades dentro del mismo ciclo de hype con la IA”, explica la gestora.