La gran rotación del mercado no tiene a toda la renta fija como la gran beneficiada

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La guerra comercial que mantienen EEUU y China y que ya salpica a Europa, las tensiones geopolíticas, la amenaza de una recesión inminente a nivel global y el giro acomodaticio de los bancos centrales para sostener el sistema económico son solo algunas de las razones que explican el sentimiento tan negativo que tienen los inversores con respecto a los activos de riesgo. Y eso a pesar de lo raro este año está siendo perder dinero en el mercado ya que tanto los activos de renta fija como los de renta variable acumulan rentabilidades que alcanzan en muchos casos los dos dígitos.

Sin embargo, cada vez son más los que optan por recoger beneficios y dotar a sus carteras de un perfil más defensivo como demuestran los flujos de fondos. Según los datos publicados por Bank of America Merrill Lynch, en la primera semana de octubre los fondos de renta fija recibieron entradas de dinero por valor de 10.100 millones de dólares, convirtiéndose la pasada en la número 39 consecutiva en la que se vieron más entradas que salidas de dinero en este tipo de productos. Por el contrario, las acciones volvieron a registrar salidas de dinero por valor de 6.600 millones de dólares, debido sobre todo a los reembolsos protagonizados por los productos de gestión activa.

 

¿Hay por tanto un trasvase desde los productos a renta variable a los de renta fija? La respuesta es sí, teniendo en cuenta que los fondos de renta fija captar en 2019 casi lo mismo que lo que pierden los fondos de bolsa, pero no en toda la renta fija. En concreto, la información que dan los datos de flujos es que este año se está viendo un traspaso amplio de dinero desde los productos de renta variable a los de renta fija corporativa. Al fin y al cabo, la deuda de empresas puede considerarse como el paso intermedio entre el riesgo de la renta variable y el carácter defensivo de unos bonos gubernamentales cuyas rentabilidades en negativo han dejado de resultar atractivas para muchos inversores. Y la prueba se ve en que son los fondos de renta fija corporativa investment grade junto con los de deuda emergente sonlos que se han quedado con el grueso de las suscripciones no solo en la última semana sino también en el año. Tanto que captan cinco veces más que los fondos de deuda pública.

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No es de extrañar si se tiene en cuenta que los bonos corporativos no solo se benefician, al igual que la deuda pública, de los recortes de los tipos de interés que han acometido bancos centrales como la Fed y el BCE si no que además, en el caso de Europa, muchos siguen ofreciendo cupones con rentabilidades positivas, convirtiéndose en la gran alternativa tanto para los inversores de renta fija que ya no quieren  asumir las rentabilidades negativas de la deuda pública como para los inversores de renta variable que quieren reducir un peldaño su escala de riesgo.

“Hasta la fecha, el mercado crediticio europeo ha tenido su mejor desempeño desde 2012. Esto continúa con la combinación de la necesidad de rendimiento de los inversores y el reinicio de los programas de compra de activos del BCE que son beneficiosos para el desempeño del mercado crediticio”, afirma Chris Iggo, director de inversiones de renta fija de Axa IM, al tiempo que avisa de que “existe un exceso de ahorro global que se verá atraído por los bonos corporativos en ausencia de una mejora significativa en el gasto fiscal y los préstamos”.

Y esas buenas perspectivas no solo se dan en Europa, también en EEUU, donde el mercado ya descuenta un nuevo recorte de tipos por parte de la Fed en este mes de octubre. No obstante, desde Nordea defienden que las expectativas para el mercado estadounidense implican una mayor tarea en los procesos de selección ya que su atractivo no es tan homogéneo como el que se puede encontrar en otras plazas. “Las perspectivas son más heterogéneas: los títulos de grado de inversión son caros pero atractivos, a medida que la Reserva Federal flexibiliza su política monetaria y los tramos más bajos del segmento de alto rendimiento continúan su desapalancamiento”, apunta la gestora en su informe de perspectivas para el último trimestre del año.