La incertidumbre frena la actividad de private equity

Estudiar, colegio, educación
Firma: Dan Dimmock (Unsplash)

El entorno macro está afectando también a los mercados alternativos. Así lo reconoce la industria de capital privado en España en uno de los eventos de referencia del sector, la CapCorp. Sin embargo, creen que el freno a la actividad se irá recuperando a lo largo de 2023, según la encuesta realizada entre los participantes al evento.

“Todo el mundo está con cautela, tanto el que compra como el que vende”, señala José María Muñoz, socio-fundador de MCH Private Equity. Esto impacta sobre las valoraciones ya que es muy difícil establecerlas, por lo que el dinero se está yendo a sectores con mayor visibilidad.

Grandes operaciones que marcaron la tendencia

Oriol Pinya, socio-fundador de Abac Capital y presidente de SpainCap, señala que veníamos de una dinámica muy buena con máximos de activos en private equity. Pero ahora “estamos en un momento de ciclo de transición. Ante la incertidumbre y el encarecimiento de la financiación, la gente se piensa más el entrar en compañías”. Y añade que “debemos hacer un esfuerzo para no pensar en los próximos 12 meses si no en los próximos cinco años”. En estos momentos es más importante aún la estructura del acuerdo entre un fondo y una compañía y que el empresario se quede en el proyecto.

Sergio García, socio de Qualitas Funds, señala que se han vivido un par de años record, pero que estaban condicionados por unos pocos grandes acuerdos. En palabras de Iñigo del Val, socio y responsable de Mercantil y M&A de Allen & Overy, “hay muchos deals por debajo de cierta cantidad que son el mercado, y pocos por encima de cierta cantidad que marcan tendencia”.

Lecciones aprendidas

Ante los retos a los que se enfrenta la actividad de private equity en España, Del Val apunta a que no hay que ser excesivamente pesimista, “ya que hay muchas estructuras que se aprendieron en 2008 para hacer operaciones en entornos difíciles con incertidumbre en las valoraciones”.

Según los profesionales, se está creando un buen entorno para comprar, aunque aún falta visibilidad para ajustar las expectativas de precio venta-compra. “La clave de los próximos años vendrá por el incremento del Ebitda”, señala García, “vemos una tendencia a fondos especializados a ciertos sectores, y esta especialización lleva a mejores resultados”.

Dificultad para comprometer capital

¿Sigue siendo el PE un buen activo para invertir ante el contexto macro y las caídas de los mercados públicos? En su respuesta afirmativa a esta pregunta, el responsable de la asociación de la industria, Oriol Pinya, destaca la capacidad de descorrelación del activo con los mercados cotizados.

Sin embargo, reconoce que no es fácil que los inversores comprometan capital en este momento. Varias razones: el efecto denominador (la caída de los mercados tradicionales eleva el peso de los activos alternativos en la cartera), el impacto de la inflación sobre la renta neta o que en tiempos de crisis la gente quiere liquidez. También señala que en España no hay un colchón sólido de inversión. “Desde la Asociación estamos intentando cambiar la cascada de comisiones de los fondos de pensiones. El dinero que llega sigue siendo más internacional, y en momentos de incertidumbre el sur de Europa no es favorito en los centros de tomas de decisiones de los inversores europeos”.

Acceso del minorista

Otro de los puntos que se abordaron fue el acceso del inversor minorista al private equity tras la reciente rebaja de los mínimos de acceso. Para Sergio García este debate tiene dos preguntas fundamentales: ¿habrá demanda? y ¿habrá oferta?

“A la primera de ellas la respuesta es sí”, señala García, ya que “el inversor ve el atractivo del private equity”. La segunda cuestión genera más dudas pues plantea dos retos: (1) respecto a la formación de los profesionales, ya que genera una carga para distribuidores, banqueros y clientes; y (2) a la operativa, ya que hay que simplificar mucho el modelo para ofrecer este activo a los clientes.

Para los gestores será todo un reto, pero la lectura es constructiva según Oriol Pinya: “significa acudir a otra bolsa de ahorro”. Acceder a estos inversores implicará adaptarse a nuestras estructuras, diseñando vehículos que operativamente sean viables y eficientes. Un ejemplo son las llamadas de capital, lo que llevará a tener que pedir todo lo comprometido al inicio, por ejemplo, aunque perjudique a la TIR.

Los fondos de fondos parecen el vehículo más adecuado para aliviar la complejidad operativa y de gestión comercial. “Se encontrarán formas de la misma manera que se ha hecho con los fondos de inversión”, afirma José María Muñoz.