Este lunes entra en vigor la IORPII, la nueva directiva europea sobre complementos de ahorro para la jubilación, cuya transposición es inminente en España y que redundará en una mayor competencia en el sector, al ampliar el abanico de posibilidades al que podrán acceder los inversores.
"Aunque el texto europeo está plenamente aprobado, no hay un texto legal español que dictamine cómo se va a transponer en España", explican desde Inverco, donde confían que se realice en un breve periodo de tiempo. "La ley debería entrar en Consejo de Estado y faltaría un proyecto de ley", matizan.
La normativa introduce la posibilidad a los trabajadores españoles de adquirir planes de pensiones de empleo europeos, cuyas comisiones de gestión son menores, lo que obligará a muchas gestoras españolas a revisar a la baja sus políticas de comisiones. "Es cierto que la ley profundiza que se podrían hacer transferencias a fondos de pensiones europeos, pero deja a expensas de que lo autorice la Dirección General de Seguros y Fondos de Pensiones (DGSFP)", avanzan.
Según un estudio de Feelcapital, en España la comisión media por este tipo de fondos es del 1,1% anual sobre el total de la inversión, mientras que por ejemplo en Alemania solo representa un 0,2%.
Al final, esto no hace sino traer aun más competencia a una parte de la industria española cuyo patrimonio está estancado y lleva siete años seguidos con prestaciones netas. Según los datos de Inverco, hasta septiembre del año pasado tuvieron que hacer frente a prestaciones netas por valor de 599 millones de euros.
Desde la asociación de instituciones de inversión colectiva vienen tiempo reclamando algunas medidas en el sector. Según Ángel Martínez Aldama, presidente de Inverco, "se debería establecer un sistema de autoadhesión ofrecido obligatoriamente por las empresas a los trabajadores, en el que éstos pueden rechazar su inclusión, si así lo desean". Por su parte, desde Mercer consideran que deberían liberar trabas de aportación a las empresas como el límite de aportación a mayores salarios, levantar las limitaciones presupuestarias en el sector público o revisar el poder de las comisiones de control".
Según los últimos datos disponibles en Inverco, a cierre del tercer trimestre de 2018, la rentabilidad media de los planes de empleo en España fue en el último año del -0,16%. Apenas uno de cada tres productos ofrece ganancias en los últimos meses algo que se debe, en gran medida, a la vocación conservadora de estos productos, con buena parte de su cartera en renta fija tradicional, y a las caídas también por la parte de bolsa.
