La reinvención de Carmignac

Maxime Carmigac
Maxime Carmigac. Foto cedida (Carmignac)

La industria de fondos se enfrenta a importantes desafíos. Según un estudio de la consultora PwC, para 2027 habrán desaparecido una de cada seis gestoras de fondos. Un 16% del sector no sobrevivirá a los próximos cuatro años. En una industria cada vez más competitiva y con presión estructural, hay firmas que tienen claro que toca reinventarse o morir. “Las gestoras nos enfrentamos a un trinomio de crecimiento de la gestión pasiva, regulación y disrupción tecnológica. Solo las más fuertes van a sobrevivir”, reconoce Maxime Carmignac, managing director de Carmignac en Reino Unido.

Y eso, apunta la directiva, está creando una polarización en los modelos de negocio en la industria. O se compite por escala, enfrentándose a jugadores difíciles de batir como Vanguard, que básicamente es una entidad sin ánimo de lucro que invierte todos sus beneficios en bajar comisiones, o se compite en nichos específicos. “Ese punto en el medio va a ser el más complicado. Por eso estamos viendo tanta consolidación en el sector”, analiza Carmignac.

Y la boutique francesa tiene claro dónde quieren posicionarse para el futuro. “Es un mensaje que siempre intento transmitir a mi equipo. No intentemos hacer de todo. Tenemos nuestros propios puntos fuertes”, insiste. Una de las fortalezas que destaca Carmignac, hija del fundador de la firma, Edouard Carmignac, es precisamente el hecho de que son una empresa familiar. El accionariado está en manos de la familia Carmignac y de los empleados de la misma. Skin in the game, como lo define ella. “Es lo que nos permite ser independientes, no dependemos de unos objetivos trimestrales. Eso significa que podemos invertir pensando a largo plazo, sin buscar una recompensa rápida. Solo tenemos una prioridad: las necesidades de ahorro de nuestros clientes”, sentencia.

La reinvención de Carmignac

Adaptarse al futuro ha requerido tomar decisiones importantes. En el debate sobre gestión pasiva frente a gestión activa, la gestora se ha posicionado intencionadamente en el segundo bando. “Nuestro valor añadido es permitir a nuestros clientes delegar su estrés, dejar que se centren en sus otras prioridades”, afirma Carmignac.

Esto también implica crecer a nivel de producto. La gestora francesa se labró su fama en el mercado en el fragor de la gran crisis financiera. En 2008, su buque insignia, Carmignac Patrimoine, logró capear la corrección y cerrar en positivo. Ese contraste con las fuertes pérdidas que habían sufrido otros fondos en el mercado les posicionó como un referente en la preservación de capital.

Pero desde entonces Carmignac ha diversificado su gama. “Estoy agradecida por las puertas que nos abrió Patrimoine, fue una gran primera fase de crecimiento, pero ya no somos una casa de un hombre orquestra y solo un fondo estrella. El Carmignac de hoy ya no es el mismo que el del pasado”, insiste la directiva.

De gestor estrella a un equipo

Y es que, para la gestora francesa, habrá vida más allá de su fundador. Preparar la transición de los fondos de la casa de un gestor estrella, Edouard Carmignac, a una gestión de equipo ha sido una de las prioridades de la firma en los últimos años. La firma ha sido activa fichando talento nuevo tanto en renta fija, como en renta variable y sostenibilidad. “Ahora tenemos un conjunto más diversificado de profesionales con muchas superestrellas. Y me siento más cómoda con este modelo de negocio; me parece más sostenible”, reconoce la directiva. Así, la firma cuenta ya con siete estrategias con más de 1.000 millones de activos bajo gestión.

Más recientemente la gestora ha detectado un importante interés por estrategias buy and hold. Ya se han lanzado dos fondos de deuda corporativa con vencimiento fijo en 2025 y 2027 y está trabajando activamente para lanzar otro con vencimiento en 2029 para capitalizar su fortaleza en la selección de créditos. “Los clientes salieron de 2022 escaldados por la correlación entre bonos y acciones. Por eso ahora quieren visibilidad y el buy and hold es la respuesta perfecta para esa demanda”, afirma Carmignac.

Un reto personal

Garantizar la sostenibilidad del futuro de la compañía no es el único reto que se ha marcado Maxime Carmignac. La directiva tiene un segundo objetivo personal para la industria: impulsar el papel de la mujer tanto a nivel profesional como en la inversión en sí.

En el caso de la industria financiera, el reto al que se enfrenta el sector es la pérdida de profesionales femeninos en la fase intermedia de su carrera, lo que frena su llegada a altos puestos directivos. En el caso del ahorro, Carmignac percibe un desequilibrio en los niveles de inversión entre mujeres y hombres. “A nivel profesional creo que nos estamos moviendo en la dirección correcta, pero lo que más me preocupa es la falta de acceso de las mujeres a la inversión. Sobre todo, porque el tiempo es la clave para dejar actuar al interés compuesto”, insiste.

Y la directiva tiene muy claro qué medidas tomaría para paliar estas deficiencias. En el ámbito laboral, ve clave factores como jornadas laborales flexibles; modelos a seguir realistas (“No tenemos que aparentar ser supermujeres”, afirma); animar a las mujeres a ser más asertivas; trabajar con los hombres para impulsar esa inclusividad.

Curiosamente, de pensar en un tipo de producto que pudiese ser más atractivo para el segmento de mujeres nació el Carmignac Portfolio Grandchildren, uno de los productos que más les están pidiendo este año. El fondo está centrado en seleccionar empresas de elevada calidad, con solidez financiera y con una rentabilidad sostenible, precisamente lo que está buscando el inversor en renta variable este año.