La subida del IVA oscurece el primer aniversario de las Abenomics

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andy castro, Flickr Creative Commons

El Gobierno de Japón hizo efectiva el 1 de abril el primer tramo de la subida del impuesto al consumo, del 3% al 5%. Esta medida llega un año después de que se pusieran en marcha las políticas conocidas como Abenomics, compuestas por tres vectores o flechas: expansión monetaria, incremento del gasto público y reformas estructurales.

Según publica Expansión, la anterior subida del IVA en el país fue en 1997 y tuvo como efecto sumir a Japón en una recesión prolongada (aunque también se ha de tener en cuenta que ese año comenzó la crisis de los países asiáticos). Con este precedente, la mayor preocupación ahora es que se ralentice el consumo y la economía nipona dé un traspiés. Así lo constatan los expertos de Aberdeen: “Aunque las dos primeras flechas del plan de estímulos tuvieron un impacto inmediato y han tenido efectos positivos en la lucha contra la inflación y la depreciación del yen, vemos cómo el efecto se ha visto ralentizado, con una disminución del crecimiento durante dos trimestres consecutivos”. Así, la economía se expandió tan sólo un 0,7% en el último trimestre de 2013.

Desde la firma apuntan que no se han cumplido todas las expectativas. Pese a la subida de salarios prevista para mayo –la mayor en una década- los sueldos seguirán bajos, por lo que no es suficiente para generar inflación. También ha sido bajo el gasto de capital de las compañías, dado que “la debilidad del yen y la promesa de una mejora en la economía no han conseguido persuadir a las principales empresas para traer de vuelta la producción anteriormente deslocalizada”, indican.

No todo es pesimismo

Los expertos de Bank of America Merrill Lynch (BofAML) muestran una actitud más pragmática. Para empezar, estiman que la situación no requiere todavía de un cambio en la política monetaria del Banco de Japón, a pesar de que está a medio camino de conseguir su objetivo de inflación del 2%. “Esto significa que todavía es elevada la probabilidad de que el banco central considerará estímulos adicionales el año que viene”, explican.

Por otra parte, consideran que el bajo gasto de las empresas –que han preferido reforzar su liquidez- no tiene por qué verse en negativo porque “puede haberles permitido evitar inventarios excesivos”. Además, consideran que hay signos de que se reforzará el mercado laboral. En cuanto a los planes de inversión para el año fiscal actual –publicados en la encuesta de inflación de marzo del Banco de Japón-, desde la gestora americana señalan que “se pueden describir como sólidos para las empresas grandes y algo débiles para las pequeñas, pero en términos generales no son alarmantes”.