La UE dará un rescate de hasta 100.000 millones para la banca española

ECB_Frankfurt
Wikicommons/M.Minderhoud

El Eurogrupo, integrado por los ministros de Economía y Finanzas de la zona del euro y con la participación de Christine Lagarde, ha aprobado esta tarde en una reunión urgente entregar a España un rescate de hasta 100.000 millones de euros para salvar a las entidades financieras. El encuentro se celebró a instancias de las autoridades europeas y sin que España hubiera pedido formalmente la ayuda, aunque finalmente el ministro Luis de Guindos aceptó pedir el rescate. Lo hará de manera inminente.

La cifra definitiva, que presumiblemente en la práctica será algo menor de esos 100.000 millones y provendrá del fondo de rescate europeo, se conocerá en unas semanas, una vez que se hagan públicos los resultados de las evaluaciones de los balances de los bancos que están realizando Roland Berger y Oliver Wyman, y también las auditoras Deloitte, KPMG, PwC y Ernst & Young. En los próximos días, habrá una nueva reunión del Eurogrupo para acotarla.

De momento, el FMI ha determinado que hacen falta más de 40.000 millones, pero en el sector se da por hecho que los fondos serán finalmente mucho más elevados. El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, aseguró hoy en rueda de prensa  que la cuantía solicitada será "manejable y suficiente para cubrir las necesidades más un margen de seguridad significativo".   

El ministro se esforzó durante su presentación en asegurar que no es un rescate sino un "apoyo financiero" y recalcó que sólo habrá exigencias para los bancos y no para los ciudadanos. Aseguró que no habrá nuevas peticiones de ámbito fiscal, macroeconómico ni de ajustes estructurales adicionales. El comunicado del Eurogrupo afirma, sin embargo, que "esperan y vigilarán de cerca y regularmente nuevos avances" en reformas estructurales y en el ajuste del déficit público

Los fondos que finalmente se reciban irán a parar directamente al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que será quien reciba el préstamo de hasta 100.000 millones de euros a un tipo de interés "extremadamante favorable" y muy por debajo del precio de mercado, aseguró De Guindos. A partir de ahí, será este instrumento el que entregue las ayudas a los bancos que lo requieran e imponga los planes de reestructuración que considere (siempre bajo la supervisión de la Unión Europa y el asesoramiento del FMI).
 
En acciones o en cocos
 
También el FROB decidirá la forma en que se inyecte ese dinero. Podrá decidir caso por caso, de forma que unas entidades, como Bankia, serán nacionalizadas con la entrega de la ayuda, y otras sólo recibirán bonos convertibles contingentes, conocidos como cocos, que sólo implican la entrada del Estado en el capital público si no consiguen devolver esas ayudas.
 
La cuantía recibida, que podría situarse en torno a 80.000 millones de euros, se contabilizará como deuda pública española según se vaya desembolsando, lo cual elevará sustancialmente la cifra actual sobre PIB y España dejará de ser uno de los países europeos mejor situados en esta ratio. Los intereses que el FROB tenga que pagar sí pasarán a formar parte del déficit público, con lo cual implicarán recortes adicionales. Así lo afirmó De Guindos, aunque Mariano Rajoy dijo lo contrario y se repitió en varias ocasiones que esta ayuda en modo alguno afectará al déficit. 
 
El ministro de Economía y Competitividad explicó en la rueda de prensa que estas ayudas se piden única y exclusivamente para conseguir que las entidades sean solventes y fuertes para dar créditos a pymes y hogares, que es la única forma de conseguir que crezca la economía española.  

También hizo hincapié en que apenas el 30% del sistema financiero necesita recapitalización, siguiendo las indicaciones del FMI. No obstante, el organismo presidido por Christine Lagarde sólo examina las necesidades de capital y no de provisiones para cubrir el riesgo crediticio, que son las que provocan que la cifra se eleve desde los 40.000 a los 100.000 millones.

De hecho, los nuevos estudios que están realizando las cuatro grandes auditoras mundiales cuentan con reclamar un nuevo colchón para cubrir las hipotecas sanas, y los créditos al consumo y a pymes sin ningún problema en la actualidad. Cuando esas exigencias se materialicen, las necesidades serán mucho mayores a las referidas por el FMI.

De hecho, en las propias entidades financieras asumen que todas, salvo Santander, BBVA y, quizá La Caixa, acabarán necesitando esas ayudas del FROB. La duda para asegurarlo con total certeza es si se toman como referencia para hacer los cálculos las cifras de cierre de 2011 o las actuales, lo cual puede arrojar importantes diferencias. Por ejemplo, en el caso del Banco Sabadell, con los datos del año pasado, cuando aún no se había materializado la compra de la CAM, necesitaría recurrir a ese apoyo, mientras que si se hacen los números actuales, no lo requeriría.

Nueva oleada de fusiones

A partir de la aprobación de las ayudas, se iniciará una nueva oleada de fusiones en España, ya que muchas de las entidades que las necesiten no serán capaces de devolverlas por sí mismas. El baile lo iniciarán probablemente Banco de Valencia y Catalunya Caixa, que serán finalmente subastadas cuando se conozcan los resultados de todos los análisis en curso. 

En todo caso, se dará un plazo a las entidades que se considere que necesitan ayudas para presentar un plan de recapitalización y para que intenten captar el capital en los mercados.

Desde las entidades financieras se quejan de que hasta el momento no ha habido ningún diálogo con el Gobierno, que no les ha solicitado asesoramiento para este proceso de petición de ayuda internacional. "Ahora no están trabajando para la banca, están trabajando para Europa", afirman a Funds People desde una de las grandes entidades.

Antes del rescate a España, que en este caso no será para salvar estrictamente a las finanzas públicas sino a los bancos, la Unión Europea (junto al FMI) han rescatado a Grecia, Irlanda y Portugal. Ahora, los temores en los mercados se centran en un posible contagio a Italia y la necesidad de hacer lo propio con sus bancos.

De Guindos se mostró convencido de que con este anuncio se suavizarán la presión de los mercados sobre la deuda española y, en general, sobre la zona del euro. Al cierre del viernes, la prima de riesgo española rozaba los 500 puntos.